Cada día
@latino.romano nos invita a escribir durante cinco minutos a partir de una palabra o frase que nos da. Esta es mi participación para el día de hoy.
Un beso en la frente
Caminaba con la espalda muy recta, socialmente era muy amable, le caía bien a la gente quienes solían referirse a él como una buena persona, pero como dice el dicho: “luz en la calle oscuridad en la casa” en la vida diaria, dentro del hogar era bastante hermético, imponía su forma de pensar en todo, cualquier decisión debía pasar por su filtro. Don Pedro no era persona de andarse con dobles discursos las cosas se hacían a su manera. Él era su tío, le había correspondido velar por ella en sus estudios luego que su hermana murió y le pidió que cuidara de ella.
Él tenía una única forma de medir sus avances, le preguntaba que cuánta calificación habían obtenido las demás y luego preguntaba por ella, viendo que no superaba a los otros, hacía un rictus de desagrado y seguía como si nada. En una oportunidad quiso saber cuánto había sacado y ella dijo “quince”, y cuando preguntó por las demás, inmediatamente ella dijo: “once, diez, y menos que eso”. El no hizo ningún gesto, pero esa noche cuando ella se acercó a despedirse para ir a dormir su tío la llamó y le dio un beso de buenas noches, sin decirle más nada, fue la única manifestación de afecto que tuvo para ella en todo el tiempo que estuvieron juntos.
Contenido original
Imagen principal propuesta para el reto.
Posted from my blog with SteemPress : http://charjaim.repollo.org/2019/08/27/mensaje-diario-de-cinco-minutos-26-de-agosto-de-2019/
Hola, no sé si es una historia real para ti. Pero si se que esto sucede en muchos hogares, las manifestaciones de afecto para nuestra familia a muchos les costaba no sólo en los tiempos de nuestros padre y abuelos, esta historia se repite hoy en dia. Muchas adolescente rebeldes son muchachos con carencias de afecto. Los abrazamos de niños y ya luego no.
Como docente muchos muchanos con conductas disruptivas cambiaron su comportamiento conmigo y fuera de mi salón porque les abrazaba y trataba con mucho cariño. Cariño que luego contaron no recibian en casa.
Tienes mucha razón, en los adolescentes se nota mucho la carencia de afecto y eso genera muchos problemas emocionales, porque nada sustituye eso que no se obtuvo en su debido momento. Los docentes podemos brindar afecto y hacer amable la jornada, pero somos efímeros, vienen otros grupos y ellos siguen su camino y no podemos llenar ese vacío. Observo la facilidad con que la gente dice "te amo" cuando muchas veces no está sembrado de verdad ese afecto, lo que genera un nuevo desengaño. Conclusión: los padres deben dar ese calor verdadero a sus niños y jóvenes para que ellos no busquen fuera de su casa ese padre o a esa madre que no han tenido. Un tema interesante. Saludos cordiales.
Es un tema con mucho tela para cortar... Si muy bien no podemos llenar ese vacio si podemos en muchos casos con ese gesto de atención y cariño marcar la diferencia en sus vidas.
Como docentes, somos doctores, curas, psicólogos, abogados, prefectos, padrinos, madres y padres. Es una realidad y una gran responsabilidad guiar y orientar a los muchachos de nuestras aulas, no solo la formación académica.
Es una responsabilidad demasiado grande la del docente, los padres confian en nosotros cuando nos llevan sus hijos desde que son unos niños hasta que egresan como bachilleres. Y uno no se da cuenta a veces. pero así como podemos marcar su vida para bien. a veces somo culpables hasta de la deserción o rechazo a algunas asignaturas impartidas.
Mis padres, eran personas muy responsables, eran muy protocolares y conservadores. Muy pocas muestras de afecto lo cual no quiere decir que no nos querían, solo que les costaba demostrarlo. En mi caso, tomé eso como un ejemplo de lo que yo no haría con mis hijos. Hoy en día, y desde que nacieron, las beso, las abrazo, les digo que son hermosas (lo cual es cierto, con el perdón de la modestia), les digo que son super inteligentes y que las amo, tanto así que han llegado al punto, como adolescentes, que se fastidian, me dicen que ya son grandes, que no las raye, que ya lo saben, pero el día que no les doy un beso, luego, en la noche, me reclaman que por no haberles dado un beso les debo comprar un chocolate o una galleta. Yo se las compro igual, más bien me valgo de ellas, "si no hay beso no hay chocolate o no hay galletas", entonces se me tiran encima jajajaja.
Lo importante es demostrar nuestro afecto, siempre, uno no sabe cuando será la última vez.