Concurso de cuentos #fotocuento - Semana 15: Justicia

vickaboleyn (65)in #fotocuento • 6 years ago (edited)

¡Buen día a todos! Una vez más comparto con ustedes una nueva entrada a la XV edición del concurso Fotocuento, auspiciado por @rahesi, quien es la autora de la fotografía que ven ustedes incluida en esta entrada.

El presente relato es, en cierta forma, una continuación de "La casa de Marion", relato que participó en la XIV edición del concurso.

Ojalá el relato sea de su agrado y recuerda que si quieres participar, por favor haz click AQUÍ para leer las bases del concurso.

¡Feliz lectura!

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Era casi el atardecer cuando Marion se paró frente a la iglesia de paredes rojas y torre alta. Ahí, en aquél suelo profanado por la muerte y el asesinato durante varios siglos, se encontraba su objetivo.

Todavía en su mente estaban frescas las imágenes de los horrores que su portadora ha presenciado y ha vivido en sus paredes. Imágenes perturbadoras, pero a la vez necesarias para dar con el responsable de esas espeluznantes pesadillas que atormentaban hasta no hace unas horas la paz mental de la víctima.

¿Tendrá aquella jovencita el valor de enfrentarlo y hacerle pagar por sus crímenes alguna vez? Marion quisiera pensar que sí, que se haría justicia sin recurrir a la violencia. No obstante, la realidad era otra: si tienes poder y dinero, la justicia está a tu servicio como un perro faldero a quien su nuevo dueño acaba de adoptar. Por lo tanto, el culpable literalmente podría escudarse en su estatus de hombre intocable.

O eso es lo que el hombre creería sin saber que alguien siempre encuentra un atajo para impartir justicia, aunque tal camino alterno sea por los sueños.

Marion cerró los ojos y suspiró antes de entrar al edificio.

En general, tomar la justicia en sus manos no era del todo viable, salvo en el contexto en que se demuestre de manera fehaciente la culpabilidad de la persona, tal y como se lo había demostrado la recurrente pesadilla de su amiga Vera. Una pesadilla que era no más los recuerdos reprimidos de una infancia marcada por el abuso sexual en complicidad con gente en las que la chica confiaba. La pesadilla que Marion, a través de su don sognomante*, encontró y exploró a detalle la noche anterior en la residencia de la joven mujer. La misma que la agotó demasiado una vez que separase su mano sangrante de la de Vera.

-¿Padre Novak? -inquirió Marion al encontrar al sacerdote en su despacho.

-¿Sí?, ¿puedo ayud-?

El hombre calló abruptamente cuando una bala atravesó su cráneo.

-Uno menos. Faltan tres -murmuró antes de marcharse del despacho.

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*La palabra "sognomante" se me ocurrió hoy en la mañana mientras pensaba en algún nombre para un don que posee uno de los personajes de mi novela. La primera parte de la palabra, "sogno", es "sueño" en italiano.

El don consiste en la exploración de los sueños, especialmente aquellos que simbolizan un recuerdo bloqueado; para acceder a ellos, el portador tiene que cortar la palma de su mano y unirla con la del portador del sueño previamente cortada. Ambos crean una conexión, la cual se refleja a través de la formación de un espejo de sangre que sale de ambas palmas.