Concurso de cuentos #fotocuento - Semana 9: De camino a casa

Hola compañeros de steemit. Para esta semana también estaré presentadoles mi cuento para participar en el concurso de Fotocuento organizado por @rahesi. Básicamente tienes que escribir una gran historia inspirado/a en una imagen que ella da todas las semanas, y así puedes enseñar tu talento a la comunidad de steemit.

Para esta semana la imagen es preciosa, de verdad que a una persona se le pueden ocurrir las historias más emocionantes alrededor de ella. Pero sin decir más cosas, les dejó el link del concurso y mi participación, esperando de todo corazón que les guste.

Estoy terminando el informe para la reunión de mañana cuando de reojo miro el reloj de mi escritorio y son la siete y cuarenta de la tarde, hace más de dos horas que debí haber salido de la oficina y me he quedado más de la cuenta. Levanto la vista a la sala completa y ya todos mis compañeros se han ido.

Alguien al menos debió haberme avisado que se hacía tarde, pero de todas formas ya no importa, junto mis cosas en mi bolsa y dejo el escritorio organizado para mañana. Trato de ser rápida porque realmente no me gusta estar sola, así que bajo las escaleras lo más rápido que puedo y salgo de la compañía.

Sin embargo, un par de gotas muy pesadas caen sobre mí y tengo que correr de regreso donde hay un techo para resguardarme. Mis ganas de irme a casa son enormes y como está lloviendo tan fuerte, mis tacones están siendo salpicados y no quiero dañarlos. En la otra acera está la parada de taxis, así que saco mi mano para sentir la lluvia y medir que tanto me voy a empapar si corro hasta allá, y es como si volviera a tener nueve años…

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Mi rostro está pegado a la ventana que da a la calle, que está repleto de pequeñas gotas de lluvia que se deslizan por el vidrio y nada más me dejan ver una imagen borrosa del exterior. A penas puedo detallar los arboles y algunas casas de los vecinos, aunque hay algo que si veo con claridad. Y es que la calle está sola, desde donde empieza hasta donde termina no hay ni una sola persona.

—Mamá, ¿a qué hora va a llegar mi papá? —busco a mi mamá con la mirada pero ella no responde —. Dijiste que si no venía el lunes, venía el martes, y hoy ya es viernes ¡Quiero a mi papá! ¿Dónde está? ¿Por qué no ha venido? —grito sollozando.

A través de mis ojos vidriosos veo como mi madre cierra los ojos y suspira con pesar. Afuera está lloviendo demasiado, y seguro mi papá donde quiera que este, pero de camino a casa debe estar mojándose.

Las gotas de lluvia entonces aún mantienen su forma sobre mi mano, continúan cayendo pesadamente del cielo, recordándome que sea donde este mi papá aún la lluvia debe estar empapando su regreso.