Estaba en aquel cibercafé. Nos sentábamos a conversar de todo, de nosotros, del futuro. Eras la novia de mi amigo de entonces. Muchas veces en nuestras tertulias cafeteras, él estaba presente. Nuestros temas, lo hacían a él navegar a la deriva en nuestro mar de conversaciones.

Entre palabras, fechas históricas, un poco de filosofía, psicología, matemática, misterios de la ciencia y miles de temas que abordar, fue naciendo un sentimiento inevitable en mí. Me aleje, por que creí que era lo mejor.

Una tarde te me acercaste a la mesa en el ciber. Yo no dude en invitarte un café aprovechando que estabas sola. Contigo aprendí a disfrutar una buena taza de café con leche, un toque de canela y vainilla al gusto. Desde ese momento, supe la realidad de tu relación amorosa. Fuimos nuevamente los amigos, incluso más amigos que antes. No quería que mi sentimiento manchara el disfrute de tu compañía. Me conformaba sólo con eso.

Terminaste la relación. Él no hacia nada más que hablar lo peor de ti. Yo sólo con las ganas de envolverme en tus palabras, deseando que se volvieran besos. Quería verte. Que pasaras tu despecho conmigo.

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¡¡¡No aguante!! Llegue a tu casa una tarde. Y por tus gestos, parecía que me estabas esperando, pero no de ahora. Me esperaste desde siempre, desde el día que nos conocimos. Desde que me viste con mi única novia conocida, cuando terminamos y deseaste sufrir ese despecho conmigo. Entendí que siempre estuviste con él sólo para estar cerca de mí. No contabas que nos volveríamos muy buenos amigos. El amor siempre estuvo alli en el momento indicado decidimos tomarlo. El tiempo de Dios es perfecto.

Pero de lo bueno poco,como el sabor de un buen café. Llego ese día con tu deseo de irte del país. No iba a impedírtelo. Me habías dado los mejores 6 meses de mi vida y lamentando por siempre una vida contigo. Te fuiste y una parte de mí se fue contigo.

Ahora ya divorciado, Tú con tu vida lejos.Sólo me queda disfrutar de un buena taza de café grande, con canela y vainilla al gusto. No ha sido fácil encontrar un lugar como ese ciber, pero cuando lo preparo en casa o lo encuentro en un sitio como hoy, me da por recordate.