¿Qué es la conciencia? Más preguntas que respuestas...

Este sera un tema ligeramente reciclado, ya hable superficialmente de esto en mis post proposito de la vida y ¿la matemática es una ilusión o es real? pero estoy en la sala de espera de mi odontologa y no tengo WiFi. Así que aquí vamos.

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Este es uno de esos conceptos que siempre se nos escapa en nuestro día a día, nos referimos a nosotros mismos en primera persona pero nunca nos preguntamos, "¿qué me hace a mi la primera persona?"

"¡Hola! Me llamo..."

"Ire a trabajar"

"Tengo que comer"

"Mucho gusto, mi nombre es..."

Es fácil comprender el por qué está pregunta no viene a nosotros de manera natural, tú has sido tú desde que tienes conocimiento de... bueno, tú. Los humanos somos particularmente buenos en ignorar lo obvio, por algo le damos el titulo de genios a personas que se hacen preguntas tan estupidamente increibles como, "¿por qué las manzanas caen?"

Entonces sigamos los pasos de otros, "¿qué me hace ser 'yo'?"

está imágen no tiene nada que ver con este tema

Regresemos al tiempo donde todo comenzó, y no, no hablo del Big Bang; para lo que tu o yo nos incumbe, el Big Bang pudó o no haber ocurrido. Es difícil decidir en que momento se "creo" nuestra conciencia, en que momento dejamos de ser pequeños organismos ensucia-pañales con preferencias biologicas a ser un joven ser humano con gustos y emociones.

Debido a esto, hay docenas de locas teorías de como se creo el universo, y es fácil deducir por qué; sí nuestra conciencia es tan corta y la unica cosa que en verdad podemos controlar en nuestro propio comportamiento, ¿no es fácil inventar cualquier historia que explique como se creo el mundo donde nuestra conciencia nació?

Entonces, imaginemos que regresamos a ese preciso instante donde nuestra conciencia nació. Entendimos que existimos, nos volvimos conocedores del hecho de que yo soy yo y tú eres tú. A diferencia de animales que actuan por instinto, los humanos entendimos lo que significa ser un individuo.

Pero no corras a darte una palmada en la espalda y felicitarte por haber "nacido". Si bien somos seres concientes de nosotros mismos, aún hay veces que se nos escapan hechos a plena vista, como el hecho de que nuestra personalidad es como una enorme roca sin forma y que cada situación por la que pasamos, la van definiendo.

Por ejemplo, es sumamente interesante pensar en la manera que ignoramos el hecho de que estamos hablando. Y no solo este hecho, sino que somos los unicos seres vivos que hacen esto a un nivel tan avanzado. Tanto, que puede que ignoremos el hecho de que el idioma que hablamos, si bien no nos define, si nos moldea.

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Fuente

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Cuando somos bebés, no venimos con un idioma preinstalado, nuestros padres nos los enseñan. Nos instruyen palabras para describir nuestros sentimientos, colocando nuestras emociones en pequeñas cajas que están lo suficientemente ordenadas para que no confundamos unas con otras. Aún así, no importa cual idioma hables, siempre existirán emociones a las cuales no les encuentras su caja (palabra) que la describa exactamente.

Por ejemplo, en español, nos referimos al mismo amor hacia una hermana como hacia nuestra madre y nuestra pareja. Esto se vuelve incluso más confuso si eres dueño de una mascota y le tienes suficiente aprecio como para decir que la amas. Hay idiomas que describen mejor unas emociones pero peor otras, esto es normal. Los idiomas son herramientas para comunicarnos, nos ayudan a describir emociones, no las crean.

Los idiomas no crean nuestras emociones, pero si influye cual hablamos y cuantos. Está demostrado que personas bilingues tienen mejores habilidades cognitivas y que personas de diferentes idiomas persiven el tiempo de manera distinta. El idioma hables no decide que tipo de persona eres pero si es uno de cinceles que esculpe tu personalidad. Palabras coloquiales, costumbres, memes o incluso la manera en que te ries, todo esto está encerrado por el idioma que hables.

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La segunda puede sonar más creíble, si solo definimos a nuestro cerebro como "yo", no importa cuantos transplantes o cambios hagamos en nuestro cuerpo, seguimos siendo nosotros... pero esta teoría tiene otro hueco. Antes mencione que nuestra personaldidad está en constante cambio, cada día experienciamos eventos que hacen que nuestras perspectiva de la vida cambie. Si definimos el cerebro como el lugar donde la "Piedra" que estamos esculpiendo con estas experiencias, se encuentra, ¿qué ocurre si nuestro cerebro también se ve expuestos a cambios? ¿si nuestra personalidad cambia, somos los mismos?

Claro, es normal que leas mis palabras con algo de escepticismo, estoy suponiendo que nuestra personalidad y nuestra conciencia van de la mano, y con cada nueva pulitura a la "Roca" que llamamos personaldidad, la acompaña un cambio de conciencia, lo cual le da otro sabor de boca a "cada vez que maduras, muere una parte del niño que una vez fuiste". Mi punto es que, si asumes que tu personalidad es tú conciencia, en otras palabras, que tu personalidad te define como persona, entonces sí, una parte de tí muere cada vez que maduras; ahora, sí asumes que tu personaldidad y tu conciencia, son cosas distintas, entonces puedes estar dichoso de que cada vez que maduras, solo eres una versión más realista de tí mismo.

Han pasado 25 minutos, ya me quedé sin revistas que leer ni gente de la que burlarme, así que si me disculpas, seguiré divagando.

No puedo terminar este post con un "cada vez que maduras una parte de tí muere", eso sería muy triste, así que continuemos con la idea de que nuestra conciencia se mantiene incluso cuando cambia nuestra personalidad.

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Si esto es así, es interesante pensar como esto afecta a nuestra perspectiva de la muerte. Primero, porque nuestro miedo a la muerte no viene por miedo al dolor, hay muchas maneras de morir sin sentir dolor, y hay muchas veces que sabemos que algo nos dolerá pero no le tenemos miedo. Nuestro miedo a la muerte viene de nuestro miedo a lo desconocido, a que nuestra conciencia saldrá de horas laborales y no sabemos si volverá -probablemente no. Y esto está comprobado con mi palabreo sin sentido hace unos parrafos, ¿por qué considerariamos malo enlazar madurar (cambios de personalidad) con "cambios de conciencia" si no fuera porque tememos el dejar de existir? Esto obviamente no es más que un mecanismo de defensa, es completamente natural sentir miedo a no existir, pero es interesante porque hay muchas veces que nuestra conciencia no está presente, y aún así no le tememos.

Cuando nos vamos a la cama y nuestro cerebro entrá en ese periodo de descanso, cuando doctores nos duermen tan profundamente que ni sueños llegamos a tener, o algo más drastico, cuando imaginamos un futuro donde la teletransportación sea algo del día a día.

No quiero entrar en profundidad en este tema, si bien la fisica cuantica y la filosofia cruzan caminos bastante seguido, no quiero hacer este post más difícil de digerir de lo que ya lo es.

Ademas, solo quedo yo en la sala de espera, dentro de poco será mi turno. Y como buen holgazán que soy, probablemente este post quedará en mi carpeta de post's sin terminar si no lo acabo antes de que me llamen.

Retomando la teletransportación. Hay 3 formas de teletransportación que todos conocemos. 1, algún tipo de magía que te desaparece de un lugar y apareces en otro. Este metodo es demasiado vago, indefinido e irrealista, así que ignoremos este. 2, como en peliculas de ciencia ficción, una maquina descompone todo tu cuerpo en atomos (o particulas elementales, no soy muy dado en el 'lore' de Star Trek). La maquina envia tus atomos al lugar X y te vuelve a armar como si nada hubiera pasado. 3, la más siniestra, te descompone en todos tus atomos para conocer su organización exacta, mueres, y luego, en el lugar X, con atomos nuevos "nuevos" y, con el librito de instrucciones al estilo Ikea, reemsamblan un nuevo "tú".

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Sí hay algo que las reacciones quimicas no pueden imitar, eso indicaria que hay algo que nos hace unicos; algo magico que la ciencia actual no puede entender. Por otro lado, si en unos años, cientificos lográn clonar el pensar de una persona, eso haría que nuestra definición de que hace algo humano, se vuelva desconcertantemente siniestro...

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