¿Es bueno tener miedo a la muerte?

¿Cómo afrontar esas circunstancias en la vida en las cuales sentimos miedo a la muerte y hacerlas positivas?

Generalmente somos conscientes de nuestro miedo a la muerte en dos circunstancias. La primera, cuando muere alguien cercano, ya que en ese momento de nuestras vidas dejamos de ver a la muerte como algo que pasa cada tanto y esta se vuelve real. Cercana. Probable y no solo posible. Latente. Es absolutamente normal que en ese ambiente nuestra mente se encargue de estudiar todas y cada una de las "posibilidades trágicas" que puedan afectar a nuestras personas cercanas, e imaginemos todos los finales infelices.

Pero también solemos cederle el trono a la Tanatofobia, que es como se le denomina al miedo extremo a la muerte, cuando somos muy, muy felices. Me ha pasado. Tenemos la costumbre de pensar que en nuestra vida rige la frase "todo lo que sube tiene que bajar". Muchos de nosotros pensamos incluso de manera inconsciente que el equilibrio entre lo bueno y lo malo de la vida es necesario e incluso inevitable: "no todo puede ser bueno", y como a nuestra mente le gustan los extremos, siempre que pensamos en la fragilidad de nuestra felicidad ese miedo está ahí diciendo: "yo soy lo peor que puede pasar y de un soplo te arrebataría todo".

Sin embargo, a pesar de que los miedos generalmente tienen una connotación negativa, yo creo que el miedo a la muerte puede ser bajo ciertas circunstancias algo positivo. Y esto es así por tres razones:

La primera es porque creo firmemente que el miedo a la muerte es una de las cosas más generosas que experimentamos los humanos, y también una de las más humildes. No solo porque se centra en nuestra preocupación por otras personas, sino en la rendición a algo que no podemos controlar de ninguna manera, ni tampoco predecir.

La segunda, porque el miedo es como la adrenalina. Puede paralizarte, pero también puede hacerte reaccionar. Hacerte apreciar las cosas que ves todos los días, pero que no notas. El miedo puede darte ese sacudón, esa sensación de fragilidad que puede obligarte a estar más presente, a prestar más atención, a vivir con más propósito y con menos rutinas. El miedo puede avisparte la mente para captar aquellos momentos o detalles que, de otro modo, pasarían inadvertidos.

Y la tercera razón por la que creo que el miedo a la muerte puede ser algo positivo, es por que si está presente significa que nuestro corazón está cumpliendo su propósito, que en nuestra vida hay personas que amamos y de las cuales recibimos amor, o alguna forma de afecto, puesto que si no fuese así, no nos importase su bienestar. Creo que el miedo a que alguien muera es tan real como el amor que se sienta por esa persona. Puede ser abismal o puede solo ser un zumbido en el fondo de nuestra mente... y en esa misma medida es el amor por esa persona.

Para finalizar, creo que si bien sentir miedo a la muerte es espeluznante y escuece nuestras almas, hay una razón por la cual lo sentimos, y esa razón puede ayudarnos a redirigir nuestros comportamientos a estar más presentes y a vivir más conscientes, y eso siempre será para bien. Así que, de vez en cuando, es bueno que en el silencio nos invada este miedo. Cuando suceda, debemos decirle: "Bienvenido. Me recuerdas que en mi vida hay personas que amo y valoro". Y a continuación dejar ese miedo a un lado y dedicarnos a vivir. Después de todo, morir es inevitable pero amar y vivir es una elección.