La Voz Bautista (octubre de 1936, Chile), Del púlpito del Dr. L. R. Scarborough, Lecturas, El llamado a un hombre, Vislumbres de las escrituras, Los títulos de propiedad del cristianismo, Trozos selectos, Triunfo de la pureza

La Voz Bautista 28:10 (octubre de 1936), publicación bautista chilena, H. E. Espinoza, Director. Temas claves:
Pág. 2, 7, 10, 16: “Del púlpito del Dr. L. R. Scarborough”
Pág. 3–4, 7: “Lecturas” (Dr. D. M. Gardner)
Pág. 5, 12: “El llamado a un hombre” (E. Báez)
Pág. 6: “Vislumbres de las escrituras” (Santiago McGavock)
Pág. 8: “Los títulos de propiedad del cristianismo” (N. de M.)
Pág. 9: “Trozos selectos”
Pág. 10: “Triunfo de la pureza” (Santiago Canclini - A. Pereira Alves)
Pág. 13: “Acuerdos principales tomados durante la visita del secretario, Dr. C. E. Maddry” (W. Q. Maer)

Páginas 2, 7, 10, 16 relata un sermón sobre Juan 10:37-40 del Dr. L. R. Scarborough, un hombre que estudió mucho a Spurgeon, y un hombre que predicó la gracias del Señor en la salvación. [Sin duda, los misioneros creyeron en la salvación por gracia.]

'Para seguir a Jesucristo a veces se hace necesario poner a un lado nuestros amigos; abandonar a veces a seres que amamos. Tendremos que dejar nuestra manera de vivir y posiblemente nuestros hogares y, sin embargo, seguir tras El. Amigos, pesa una tremenda responsabilidad sobre todo aquel que se dice creyente, de conocer la voluntad de Dios, interpretarlo y seguirle:...Nos ha dado también un hermoso libro lleno de grandes enseñanzas, clara luz en medio de las tinieblas de este mundo; pero, estad seguros de que nadie será salvado solamente por el merito de la Biblia; tampoco por haberse unido a cualquier institución o por practicar alguna ordenanza; tampoco por algún libro o credo, cualquiera que sea, no importa cuán precioso o grande sea en cuanto a su aspecto ético. Y entienda bien: ningún sistema ético o filosófico ha llegado a una perfección tal como este que describen las páginas de este texto sagrado. Pero El no nos habla por ningún sistema ético o moral; las obras que Jesús demanda de su pueblo son trabajos, sacrificios y gloria, y ninguna persona, nadie en el mundo, está llamado a realizar obras más grandes que los servidores de Jesucristo. Sin embargo, es imposible salvarse por las obras: somos salvos, como dice el texto sagrado “por la gracia y no por obras”. Aquí este pasaje nos dice que seremos salvos por una persona y esa persona Nuestro Señor Jesucristo. Nacido en una..
“Y Jesucristo era tan puro en su persona natural y física, como era puro en su divinidad. Vivió entre los hombres, entre los más pecadores de todos los hombres, como un hombre puro y como hombre santo. Murió a manos de pecadores una muerte de sacrificio, murió por ustedes y por mí. Y por su sangre somos nosotros salvados, seguros y libres para siempre. Se levanto de entre los muertos, como lo había dicho por su palabra y lo había prometido, y ascendió hacia el trono glorioso de Dios, y algún día, precioso para todos los cristianos, El volverá otra vez. Mis amigos, es éste Cristo, lleno de maravillas, el autor de nuestra salvación. Es muy importante que nosotros sepamos que El nos salvo y, mis amigos yo quisiera que vosotros perdáis toda esperanza y no miréis a ninguna otra cosa sino a Jesucristo, como autor de vuestra salvación...Hace solamente unos pocos meses, estaba en el hogar de uno de los hombres más ricos de este mundo y ese hombre había dado a las diferentes causas de la obra más de 800 millones de dólares y a su propio hijo ha dado ya a la obra del Señor más de ciento sesenta y cinco millones de dólares, alrededor de 4620 millones de nuestra moneda. Le pegunté, mirando al señor Rockefeller, ¿Qué le salvó a Ud.? Es un hombre anciano, tiene ahora 97 años de edad. Las lagrimas, al mirarme, empezaron a rodas por sus mejillas y me dijo: “yo no tengo dinero suficiente para comprar mi salvación; pero mi hermano, solamente por la sangre de Jesucristo puedo salvarme y es El, el único que puede salvar a los hombres”. Nadie, ninguno de este mundo, seria suficientemente rico para comprar su salvación y ningún hombre tampoco es demasiado pobre para no alcanzar a adquirir la salvación...No podemos conseguir por méritos la salvación, tampoco podremos heredarla. No podemos entonces, comprarla ni podemos adquirirlas por nuestros méritos personales, tampoco podremos heredarla de nuestros antepasados: el Señor nos salva por el método de la donación. El nos da a nosotros la vida eterna; nos ofrece una dádiva libremente, por su propia voluntad; y esa dádiva libre y sincera, esa dádiva extendida en su propio corazón, El la entrega…Ser, salvos, mis amigos, no significa unirse a la iglesia, ni únicamente ser bautizados, ni solamente vivir una buena vida, o contribuir con mucho o escaso dinero para satisfacer las miserias y penurias de este mundo; la salvación es aceptar a nuestro Señor Jesucristo allá hondamente en su corazón. Al final, el nos habla sobre la seguridad y absoluta certeza de esta salvación: Yo les doy a ellos vida eterna y ellos nunca perecerán; nadie será capaz de arrebatarlos de mi mano” Y cuando Jesucristo os ha salvado, El os da toda su propia vida divina, os toma en mi propia mano y entonces El os dice “Mi Padre, mayor que todos es y nadie es capaz de arrebataros de la mano de mi Padre”. Así mis amigos ved la seguridad, la certeza de aquel que se entrega en las manos del Eterno. Ha nacido por un nacimiento sobrenatural y llega a ser un hijo de Dios y poseedor cierto de la vida eterna. Jesús dice a esa..Yo no sé cuán grande pecador puede ser alguna persona; pudiera haber cometido todos los delitos penados en la legislación penal, pudiera ser un infiel, un ateo, todo lo que sea, no importa cuán lejos se haya retirado, cuan distante se encuentre de Dios, si ustedes quieren encontrar a Cristo y a su salvación, El los salvará ahora para siempre jamás, por toda la eternidad'. (páginas 2, 7, 10, 16)

Páginas 3–4, 7 alienta a la gente leer más (especialmente la Biblia) y las consecuencias funestas de no leer. [Es una lección muy clave para chilenos.]

'¡Constituye la lectura una necesidad? La mayoría de nosotros es como Will Rogers, por cuanto todo lo que sabemos es lo que leemos, ya sea en los diarios o en los libros. Bacon nos dice: “La lectura hace a un hombre completo, la discusión un preparado y la escritura un hombre exacto”. Alguien ha dicho “Para evitar una existencia incolora, uno debe mantenerse dentro de una situación rosada, haber leído ámpliamente, hacer las cosas correctamente y tratar a su prójimo con equidad.' (página 3)

'La descripción que nos hace Shakespeare del hombre que no lee es “No se ha alimentado jamás de los exquisitos bocados que se hallan en un libro; no ha comido papel, podríamos decir; no ha bebido tinta; su intelecto no está completo; es solamente un animal sensible únicamente su parte más tosca”. Alguien habla del hombre que lee como el que asiste a un banquete de dioses donde se sirve ambrosía y néctar del entendimiento”. Pero no habré nunca puesto fin a las citas hasta haber citado a Pablo, a Spurgeon, que fue el más grande predicador desde los días de Pablo. A propósito, Spurgeon fue el autor de los programas y planes usados por los Bautistas del Sur durante el desarrollo extraordinario de la clase de catecismo dominical, de los últimos 25 años. Yo descubrí esto leyendo. Si ustedes dudan de que sea un hecho yo puedo citarles el volumen y la página donde se discute este asunto. Spurgeon era un gran entusiasta del catecismo dominical, hecho que explica el notable desarrollo de su Tabernáculo de fama mundial. Yo estoy en un atajo, pero un atajo bueno. Spurgeon dijo: “Pablo tenía pocos libros que fueron tal vez dejados envueltos de su capa y Timoteo debía cuidarse de traérselos. Aun un apóstol debe leer… el está inspirado, y sin embargo necesita libros; tiene una más amplia experiencia que la mayoría de los hombres y sin embargo necesita libros: he sido elevado al mismo cielo, y oído cosas que era ilícito que un hombre pronunciara, sin embargo necesita libros: ha escrito la mayor parte del Nuevo Testamento, sin embargo necesita libros”. El apóstol dice a Timoteo, y así dice a todo predicador, “Dad atención a la lectura”. El hombre que nunca lee nunca será leído; el que nunca cita, nunca será citado; el que no quiere usar los pensamientos de cerebros ajenos da prueba de no tener cerebro propio. Hermanos, lo que es verdad respecto a los pastores es verdad respecto a toda nuestra gente. Es menester que leáis...' (página 3)

"Yo no estaba casado sino con mi pequeña biblioteca, pero creo que aprendí lo que Pablo sufrió cuando estuvo separado de sus libros. Confieso que no leí tanto como debía haberlo hecho durante el año, sin embargo no estaba nunca sin un volumen de Spurgeon y una Biblia, a menudo cargaba con el peso de muchos volúmenes, que llevaba y leía en los trenes y hoteles. No podemos crear tiempo, no podemos encontrar tiempo para leer todo lo que necesitamos y deseamos leer. Lo único que nos queda es solamente tomar el tiempo necesario". (página 4)

"El doctor F. W. Robertson confesó que leía en serio o no leía. Quería decir con esto que evitaba la lectura trivial, superficial. Ciertamente, no deberíamos leer los libros que nos hagan más eficientes y eficaces en nuestros respectivos campos de trabajo. Todo lo cual me lleva a decir que, sobre todo lo demás, deberíamos leer la Biblia". (página 4)

"Necesitamos leer y estudiar las Escrituras. Yo no diría que hemos leído demasiado acerca de la Biblia, pero digo, que no leemos la Biblia tanto como deberíamos hacerlo. El mundo no cesará de maravillarse de la acumulada sabiduría adquirida por los llamados predicadores autoeducados. El mundo también se maravilla de la ignorancia acumulada con respecto a la Biblia, de parte de muchos de nosotros que hemos tenido las ventajas de la educación. La verdadera explicación no se halla muy lejos. Los primeros estudiaron las Escrituras mientras nosotros estudiábamos acerca de las Escrituras. El servidor de la iglesia que conoce las Escrituras es muy solicitado por la sencilla razón de que tiene poca competencia al presente. Es como el nuevo mercader que se mudó a una ciudad y anunció a un repórter [sic, periodista] de los diarios que se proponía avisar a la comunidad su propósito de conducir su negocio de acuerdo con los principios de honradez y realizar su propósito. El repórter [sic, periodista] le informó que no tendría competidores en esa comunidad determinada siempre que se mantuviera como comerciante honrado." (página 13)

"Nos hará bien recordar que el mundo no espera que lo sepamos todo, pero espera, y tiene derecho a esperar, que conozcamos las Escrituras. Debemos también tener presente, que el mundo está hambriento de un profundo conocimiento de la Palabra de Dios. Dr. D. M. Gardner." (página 13)

Páginas 5 y 12 habla del llamamiento del campesino Eliseo.

"Dios velando por la verdad y el bien del alma humana, tenía en Elías su portavoz, el anunciador de su voluntad soberana y amorosa. El ministerio de Elías era un dique que contenía el desborde de las pasiones miserias de reyes y poderosos de la tierra, a la vez que levantaba las esperanzas de las eternas víctimas de las expoliaciones humanas. Pero Elías se acercaba al ocaso de su vida. Se necesitaba un hombre. No lo exigía un partido, un conglomerado eclesiástico. La era de tiranía inaudita reclamaba la brutalidad exigida en poder; y este debía se un instrumento de Dios sostenido y dirigido por el Espíritu Divino. De ahí el llamado a Eliseo; llamado que este respondió! Siete u ocho años más tarde Eliseo recoge el manto de Elías y asume con santo denuedo la herencia profética. “Dos terceras partes del espíritu de Elías” recibe sobre sí, no para vana gloria o mezquina ostentación, sino para asumir la responsabilidad del enviado de Dios. ¿Cuánto debe la humanidad a Eliseo?" (página 5)

'Posiblemente el errado criterio de las generaciones ha diferido llegando muchos hasta considerarle un pobre iluminado. Pero los que piensan hondo no comparten esta opinión. El profeta Eliseo, por el Espíritu, obro milagros únicos que se asemejaron o los obrados por Jesús; bien lo saben todos los estudiantes de la Biblia…¿No necesita la Iglesia, el mundo de un Eliseo? Creemos que hace falta. Vivimos combatidos por muchos Acab en todo sentido. La Iglesia parece cautiva en Babilonia de la mundanalidad: “Se acaban los piadosos”, como dice el salmista. Dios busca al hombre. ¿Dónde estará el Eliseo de nuestros días? ¿Acaso arando en el campo de sus intereses egoístas, en descuido de su soberana vocación? Sería de desear que nuestros jóvenes evangélicos examinando el “tiempo”, y tomando un balance a su espíritu, llegaran a resolver la cuestión “Heme aquí, envíame a mí.”'

En página 6, el misionero McGavock nos da un ejemplar de un pacto de membresía muy detallado y fuerte.

Página 8 habla de la "substancia" (griego: hypóstasis) o el derecho de propiedad a títulos dado a nosotros por nuestra fe. Además arqueólogos encuentran evidencias de Egipto en la época de Cleopatria (de una mujer Dionisia) que nos ayuda entender el significado de esa palabra griega.

"La actividad más intensa es la predicación, llevada a cabo semanalmente en los distintos púlpitos evangélicos que sostenemos. También se está desplegando alguna actividad en escuelas, colegios e institutos sostenidos por las juntas misioneras donde se estudia, junto con las materias técnicas que ordena la pedagogía moderna, la religión cristiana. En algunos países, como Puerto Rico, Brasil, la República Dominicana, México, Guatemala, etc., se han levantado buenos hospitales evangélicos, donde mientras se curan a los enfermos que concurren a ellos, se enseña la Palabra de Dios. Todas esas agencias evangélicas son buenas, pero una de las más importantes, que sería el libro evangélico, destinado a ir a las manos de los elementos inteligentes, habituados a la lectura, todavía se halla algo abandonado en nuestra labor a propaganda religiosa. Tenemos a muchos evangélicos inteligentes que podrían escribir libros preciosos, pero que no lo hacen, debido a la imposibilidad de publicarlos por la escasez de fondos para esa obra. No obstante eso, se sigue publicando de cuando en cuando libros evangélicos bien escritos, que algo vienen ayudándonos en esa labor inmensa de evangelización de nuestra raza". (página 10)

En página 13, el misionera Maer presenta apuntes sobre la visita a Chile del norteamericano que efectivamente mandó a los Hart a abrir la obra en Antofagasta y además algunas maneras de fortalecer el colegio en Temuco.