Mi estimada, Adriana: no hay que lamentar, al contrario, el agradecido soy yo. Para mí la escritura resulta un auténtico placer y disfruto escribiendo. Creo que la escritura, al igual que muchas otras cosas, tiene que ser no sólo fuente de inspiración sino también de experimentación. Hay que dejarse llevar por el instinto y beber en muchas fuentes, sean éstas barrocas o no, como bien dices en tu comentario. Me gusta pensar, además, que cuando escribo, tiendo la mano (metafóricamente hablando) a la persona que me lee. Era, menos perfeccionada, claro, el tipo de escritura que utilizaban aquellos periodistas-escritores que hacían verdaderos artículos en los periódicos y gacetas de finales del siglo XIX y principios del sigo XX, cuando la información era todavía Literatura. Ha sido un honor poder contribuir con este pequeño granito de arena y hacerlo junto a un equipo de tan grandes exponentes, como es el Equipo Cardumen. Muchas gracias y un fuerte abrazo