Sin duda es un muy buen reflote de los antiguos mercados que proveían a la ciudad de verduras y carnes a precios populares.
Lo que podría mejorarse es que también se ofrezcan productos totalmente orgánicos o carne derivada de granjas felices, donde los animales no estén hacinados y llenos de antibióticos.
Por no mencionar que se consume mucho glifosato en cada bocado de esas frutas, lástima que como sociedad nos demos cuenta tan tarde de estos grandes males que afectan la salud de todos.