La noche de Semana Santa

jlufer (75)in #dclick • 6 years ago (edited)

Fuente: https://pixabay.com/en/rose-flower-wilted-floral-plant-2335203/

Hola queridos amigos amante del relato del suspenso. Muchas gracias por la compañía en este nuevo episodio de historia de suspenso de la ¨tierra sin mal¨. Los correntinos somos muy crédulos de las cosas paranormales, nos encanta todo lo relacionado con ello, es por eso que mi provincia alberga cientos de historias y leyendas urbanas que tenga que ver con lo misterioso y lo esotérico.

El relato de hoy sucedió hace mucho tiempo, las hermanas de mi madre cursaban sus estudios en la universidad en el horario nocturno, mis tías siempre fueron muy simpáticas y amigables, además de ser bellas señoritas, esto hacia que tuvieran muchos amigos universitarios.

Por lo general salían de la universidad pasado la media noche, aunque eran tres hermanas y se cuidaban una a la otra, tenían miedo de andar sola a esas horas de la madrugada, sobre todo cuando se aproximaban al cementerio de la ciudad, para llegar a su hogar debían pasar frente a ese lugar tan tenebroso. ¿Quién no tiene miedo en pasar frente a un cementerio de noche, Verdad?

Por este motivo era muy común que se quedaran a dormir en casa de una hermana mayor, mi otra tía a la que apodábamos Piyi. Esta tía era un ser increíble, a pesar de que la vida no le sonreía, ella era la mujer más alegre que pudiera existir, vivía sola con mi prima Griselda, ya que su esposo la había dejado, mi madre era muy compañera con su hermana, cada vez que podíamos la visitábamos.

Lo cierto es que toda la familia se reunía en esa casa, había una paz y armonía increíble, los amigos universitarios de mis otras tías se juntaban allí para estudiar, la casa en si era pequeña, pero había un gran patio en donde todos se juntaban junto a una fogata que se preparaba por las noches.

Mi prima y yo tenemos la misma edad, en aquella época vivíamos nuestro ocho años de edad, esas reuniones nocturnas eran mágicas, por lo general al terminar de estudiar, los jóvenes universitarios animaban la madrugada cantando y tocando la guitarra, eran reuniones sanas, no había alcohol de por medio, amanecían tomado café y estudiando.

Como he mencionado antes los correntinos fuimos enseñados para creer en cosas sobrenaturales, los relatos, leyendas, historias urbanas no podían faltar en estas reuniones, se turnaban para contar hechos que habían escuchado o alguna leyendas de sus padres, nosotros escuchábamos con mucha atención, el miedo reinaba en nuestros cuerpos.

Entre reunión y reuniones, cuentos y leyendas llegamos a la Semana Santa, nuestra superstición en esta época del año está en su mejor momento, es muy común hacer todo tipo de práctica sobrenatural, con la llegada de la semana mística, vinieron las noches frías, se hacía imposible reunirse en el patio de mi tía. Yiyo unos de los estudiantes, se puso de novio con mi tía Graciela. Para estar cerca de ella alquilo un caserón a la vera de la propiedad de mi tía Piyi.

Desde entonces las reuniones nocturnas se realizaban en ese caserón, para nosotros no fue una buena idea, mi tía no nos daba permiso para que asistiéramos al lugar, mi prima y yo siempre estamos pegado al cerco para estar enterado de lo que sucedía allí.

La semana santa es ideal para quienes creemos en el esoterismo, aquí se realiza varias pruebas de valentía. Según nuestros padres y sus creencias, en la semana santa los demonios y las almas en pena deambulan nuestro mundo y están presentes al resguardo de sus pertenencias terrenales, unos de las pruebas de valentía es acudir a las doce de la noche bajo la planta del limón, justo a esa hora florecerá una sola flor y hay que tratar de despojar de la planta, según las personas que trataron de hacer, al momento en querer tomar la flor, aparecen cintos de demonios que no permiten tomar la flor.

Otra prueba es la aguja en el vaso de agua, esta no sé muy bien cómo funciona, pero también tiene su efecto maligno, la tabla ouija nunca faltan en estas reuniones y todo lo que significa operar con ellas, la prueba de valentía más practicada en estas fechas, es asistir en grupo al cementerio y hacer una ronda sentados en la cruz mayor y convocar la presencia de un muerto a elección de los tantos que hay allí.

Era víspera de la muerte de ¨nuestro señor Jesucristo¨ según nuestra abuela, al morir ¨Jesus¨, todas las almas terrestres quedamos sin protección, los demonios están a las expectativas, es por esa razón que se debe visitar varias iglesias y estar en armonía y paz, rezando junto a nuestros seres queridos.

La casa de Yiyo estaba muy concurrida, diferentes grupos practicaban distintas pruebas de valentía, como nunca, ese día tomaban bebidas alcohólicas, lejos de tener miedo, están felices de realizar las pruebas, por esta razón, y pasada la media noche decidieron ir al cementerio para realizar la prueba en la cruz mayor.

El relato de lo sucedido estuvo a cargo de mi otra tía (Toty). Comienza diciendo que ella no estaba muy segura de asistir al cementerio, para no quedar como una miedosa cobarde, siguió el juego, unos de los amigos de mis tías fue el encargado de encontrar una persona para convocar su presencia, se trataba de un niño que había fallecido hace mucho tiempo en accidente de tránsito, este dato estaba impreso en la placa de bronce junto a su pequeña fotito.

Siguiendo el ritual, se acomodaron en ronda alrededor de la cruz mayor, encendieron tres velas formando una pirámide, el encargado de encontrar al difunto, es que tiene que convocar la presencia del fallecido.

Dio comienzo llamándolo por su nombre, después de nombrarlo varias veces un viento helado comenzó a soplar, soplaba en forma de remolino llevando y trayendo flores y hojas secas, en un momento comenzó a soplar con más intensidad apagando las velas.

El silencio y la oscuridad reino en el lugar, el viento se fue como vino, solo quedaba un intenso frio difícil de soportar, risas y llantos de niños se escuchaban a lo lejos, seguidos de gritos y pedido de ayuda, muchos barullos y desesperación, como cuando una madre pierde a un hijo y solicita ayuda

Estaban totalmente paralizados sin poder reaccionar, hasta el momento en que el semblante de un niño ensangrentado se posó en medio de la ronda, no hace falta mencionar que todos salieron corriendo, en el lugar muerta de miedo y paralizada se quedó mi tía Toty, el niño le hablaba pidiendo ayuda, ella solo atino a cerrar los ojos y tapar sus oídos con sus manos.

Estaba aterrorizada, solo pedía perdón por molestar y rezaba en vos baja, sus mandíbulas, sus manos y piernas tiritaban del miedo, ese momento fue eterno, no podía parar de llorar, casi se muere del susto, cuando unas manos frías se posó sobre su cabeza, después de allí todo volvió a la normalidad, incluso las velas estaban prendidas.

Salió corriendo del cementerio, los jóvenes estaban muy preocupados y reunidos en la puerta esperando por ella, cuando la vieron salir corrieron a abrazarla, ella no paraba de temblar y llorar, tratando de contar lo sucedido.

Un año después se recibieron en la universidad y el gran grupo se disolvió, solo quedo la anécdota de la noche de la Semana Santa, mis tíos menores también hicieron su pruebas de valentía, pero esta son otras historias. En este tipos de cosas no se puede asegurar que sean ciertas, solo hay dos cosas por hacer, creer o no creer.