Convocatoria para el Segundo Concurso literario !!Mi forma ideal para recibir el Año Nuevo¡ Queridas Navidades pasadas; soy yo la más pequeña de la casa.

Quisiera que fueras de verdad un fantasma y me visitaras, no te tendría miedo, solo buenos recuerdos, recuerdos maravillosos que solo me visitan en mis sueños.

Mis navidades infantiles son lo mejor que tengo. ¿ Sera que toda navidad, pasada es mejor? Sera que cuando somos niños la magia nos envuelve el corazón y la mente.
Como te extraño, pero no puedo volver el tiempo, solo puedo evocarte con mis cuentos.

Mis recuerdos son hermosos en la casa de mi tía, nos reuníamos unas semanas antes de la fecha de navidad para hacer hallacas. ¿Cuál era mi especialidad? era la mejor lavando hojas y amarrando. Sin embargo mi tía decía que había que aprender de todo y nos rotaba para que tuviéramos la experiencia del amasado, del extendido de la masa, de la cantidad de guiso a colocar y de la armada de la hayaca. Como nos reíamos con los cuentos y preguntas indiscretas de los primos mayores, mientras tomábamos una aceituna del plato, cuando no nos veían, o eso creíamos.

_ ¿Verdad mamá que ese morenazo te enamoro a la primera? Le preguntaba el primo Nacho a su mamá Ángeles. Dejaste de ser monja para atrapar este galán que está sentado allí, echao viendo la televisión. Cuéntanos más de ese primer beso.

Y unos días después a la casa de otro tío, a celebrar el nuevo año, allí probé por primera vez un sorbo de ron con Pepsi cola, no me gusto para nada, pero me calentó el estómago y cuando sonó la música de la Billo Caracas Boys, mis pies se movían solos, baile sola sin la escoba, animando a otras primas a hacer lo mismo, bajo el embrujo de esa melodía.

Lo cierto, lo inseguro y lo incierto es que disfrute muchísimo esa época de la navidad. Espere despierta hasta escuchar que el niño Jesús, que entro por mi puerta y coloco los regalos bajo el árbol de navidad, pero tendría que esperar hasta que amaneciera para abrirlo, esa era la regla.

Después de ti no he encontrado otra navidad mejor. Mentira que malagradecida soy. Claro que si lo hubo. Aquella primera navidad que supe que estaba esperando mi primer hijo, que llena de inquietudes y preguntas estaba. Y las navidades volaron consecutivamente, una hija, luego otro varón, hasta llegar al tercero. No me quedo tiempo después de eso para más nada.
Ahora me tocaba a mí ser de niño Jesús, envolver sin que me descubrieran los regalos, a escondidas y colocarlos bajo el árbol a media noche.

Mis hijos han crecido, ya no hay regalos escondidos, solo quedan cenar y compartir en familia. En la tranquilidad del hogar. Ahora me cansan un poco las labores domésticas. Me pega un poco la edad.

Y ahora asomarme al hoy steemit a esta ventanita, donde leo gente “muerta”, no se asusten, si muerta de la risa, muertas del cansancio de cocinar y cocinar, muertas porque les falta gente en su mesa familiar, tal vez tristes seria la palabra adecuada, para describir la situación que estamos pasando los venezolanos, para que contártela si tú la vez con solo asomarte en las pocas noticias que todavía salen.

Hoy mis cryptomonedas navideñas están detrás de esta ventana de oportunidades, tengo amigos por el mundo, deseándome una Feliz Navidad, no puedo regresar a las Navidades pasadas que siempre creí que eran las mejores, pero puedo rehacer mis nuevas Navidades, las llamo cryptonavidad, con cada historia contada, con cada cuento escrito, cada juego compartido, cada canción escuchada, están exponiendo sus almas en estas páginas en blanco, llenándolas de color y sabor.

Hemos compartido nuestras costumbres con otros, nuestras fotografías, dándoles ánimo a los que sus parientes han partido por diferentes razones, consolándolas, volviéndonos su nueva familia.

Queridas Navidades pasadas; soy yo la más pequeña de la casa, la que te pide por la salud de los que me leen, por fortaleza a su corazón por las vicisitudes de lo que nos viene y la fuerza en la mano que mueve la pluma para escribir las grandes historias de la vida.