Diario de a bordo (Rumanía) Día 2.
El día amaneció nublado y medio lluvioso como era de esperar para el mes de Noviembre, nos levantamos temprano para dirigirnos en un primer momento hacia Bucarest procedente de Otopeni, cogimos un taxi que nos dejó en la estación de trenes de “Gara de Nord”, tanto el aspecto de la estación como el de los alrededores no daban la sensación de que estuviéramos en una de las grandes capitales europeas, una estación grande, muy ruidosa y al mismo tiempo con una configuración bastante liosa.
Aquí compramos los billetes de tren para ir hacia Tulcea, que era la zona más alejada de nuestro viaje, decidimos empezar desde lo más lejano a lo más cercano. El precio del billete fue de 66,20 lei, unos 14 euros.
Mientras esperábamos la hora de salida de nuestro tren dimos un paseo por los alrededores de la estación de trenes y también aprovechamos para comer en un restaurante que nos recomendó una amiga rumana.
Fue algo complicado saber cuál era el tren que debíamos coger ya que al hacer transbordo en Medgidia no ponía en los carteles nada acerca de ningún tren que fuera a Tulcea, pero preguntando siempre se llega a todos los sitios. Nos explicaron que debíamos coger el tren que iba hacia Constanza, éste salía a las 14:00h, bajarnos en Medgidia y desde allí coger otro tren que ya nos llevaría hasta Tulcea Oras.
Después de dos horas de viaje, llegamos a las 16:04, bajamos e hicimos el transbordo desde un tren hasta otro que no tenía demasiado buen aspecto, era el tren más sucio que había visto nunca, creo que no lo habían limpiado en la vida, ni siquiera se podía ver bien a través de sus ventanas, en este tren estaríamos hasta las 19:45 que llegaba a Tulcea Oras. Por el camino íbamos dando saltos debido al mal estado del pequeño tren, las vías discurrían por mitad del bosque, rodeados de árboles a ambos lados.
Llegamos a Tulcea de noche, nos bajamos del tren y nos dirigimos a nuestro alojamiento para los dos próximos días, ese día ya solo nos dio tiempo de dar un pequeño paseo por los alrededores del hotel y de cenar. La idea era madrugar para, al siguiente día buscar un barco que nos llevara al Delta del Danubio para poder ver aves y naturaleza.
Fotos propias
Si quieres saber más del viaje consulta:
https://steemit.com/cervantes/@simonmaz/diario-de-a-bordo-rumania-dia-1
Sigo conociendo Rumania a través de tu narrativa y fotos y espero ver donde aparecerá Dracula.
jajajaja, si ya llegaremos a su castillo, gracias por leerme
Que guapo el viaje, deseando ver cada capítulo , gracias por compartir. El equipo Cervantes apoyando a la comunidad.
gracias a vosotros por leerme