Se me puso el alma aguarapada. La docencia en todos los niveles (incluyendo los universitarios) es un camino muy difícil que lastimosamente no le damos el justo puesto que merece en nuestro cuerpo social, económico y político. Los docentes como tú, que a diario deben mostrar a las niñas y niños mundos posibles es una tarea muy !jodida! y me disculpas la expresión, porque debes dejar tus penas para mostrar que el mundo no es solo tristezas sino que hay mucha sonrisa y amor para dar, aunque sepamos que hay demasiada violencia arropandonos. A veces que difícil es tomar esa posición que tú has tomado. Decidir quedarse para luego saber que te encontraremos igual luchando con la misma fe con la que comenzaste. Me dejas repensandome y diciendome a mí a dónde iré, pues sigo también luchando por un mundo mejor. Sigo con el alma echa guarapo porque admiro tu fortaleza y también porque esa infancia y juventud a la que cuidas, son grandes maestros de vida que nos dejan ver la única verdad del amor, esa que cuando a ellos se les ilumina el rostro te dices hoy la sonrisa le ganó a este mundo. Saludos!