RE: ¿Te cuento un secreto? Ven, que te voy a hacer feliz.
Saludos, @cervantes, y demás participantes. Llego tarde a esta suerte de "festín del pensamiento" acerca de la felicidad. Había leído el post e incluso votado por él, pero no había contado con la calma (y el tiempo) que reflexionar sobre este complejo y, a la vez, sencillo asunto reclama.
Se han expresado aquí ideas y posiciones muy profundas y densas. Trataré de presentar brevemente algunas de las que están en mí.
Mi tendencia de pensamiento me lleva, generalmente, a no asumir posiciones extremas o absolutas; lo que puede significar tomar aspectos que considere acertados de un planteamiento y de otro; no se trata de un simple eclecticismo, sino de una actitud de apertura crítica. En tal sentido, no daría a la pregunta planteada por Nietzsche (filósofo que respeto y considero fundamental en el desarrollo del pensamiento moderno) una respuesta taxativa. Se puede asumir nuestro destino -lo que hemos sido y somos- sin que ello implique no abrirse a nuevas posibilidades, ni denostar de nuestra suerte (al estilo Job); no se trataría de aceptar dócilmente lo dado (la conciencia de esclavo que Nietzsche tanto repudió), pero tampoco de entrar en una angustia o carrera por alcanzar algo distante, que nos distraiga de vivir lo presente. Y en ello me conecto con el pensamiento taoísta y budista, que también comparten diferentes corrientes y pensadores: vivir el aquí y ahora. En su famoso poema "Ítaca", Cavafys decía (parafraseo) que lo importante no era llegar a Ítaca sino el viaje. Alguien decía aquí que la felicidad es el camino mismo. Coinciden estas posiciones, reflexiones con la de ver y vivir la vida que somos. Y, entonces, sabemos que la cuestión de la felicidad responde a una concepción de la vida. El poeta venezolano Rafael Cadenas (quien ha recibido reconocimientos en España, Francia, México, y otros países) en sus Dichos tiene pensamientos clave en ese sentido apuntado: "Quien en realidad vive no espera"; "No buscamos ser sino sentirnos en algún estado 'superior'. Estamos adiestrados para perseguir siempre una ganancia, tal es nuestra barrera." Hasta aquí lo dejo. Gracias por esta oportunidad.