Esto definitivamente me hizo el día xD. Afortunadamente, aunque ligero de ropa, suelo conservar los calzones al dormir (y las bolas al temblar). Recuerdo cuando ocurrían los temblores en Mérida y yo apenas si me enteré (la verdad, pensé que los orcos era mi perro bajando violentamente las escaleras). Me reí demasiado con esto. Un saludo, Calero; espero calerito esté a salvo.
Lo está, ya casi vuelve a la normalidad, pero aún en las noches se asusta un poco recordando a la ogra. Gracias por leer!