Hoy les quiero compartir parte de lo que fue mi trabajo como cocinera saludable, para mí fue una experiencia gratificante y muy enriquecedora. Desde hace algunos años decidí cambiar mis hábitos alimenticios, esto me llevó a descubrir que sí es posible comer delicioso y saludable al mismo tiempo.

Desde mis primeros años me he interesado por la cocina, siempre observaba como mi madre preparaba la comida, fue aprendiendo sola poco a poco. Luego, ella notó mi interés y fue enseñándome más cosas, nunca he realizado un curso sobre cocina, me he dedicado a ser una aficionada; pero con los años he aprendido muchas cosas.

Trabajar en cocina es exigente, se debe preparar todo con el mayor cuidado y de forma rápida, la producción previa te ayudará a controlar la situación que pueda presentarse. Se necesita de mucho amor para disfrutar de este oficio, ponerle pasión a lo que haces para presentar platos de calidad y complacer al cliente, la atención a los pequeños detalles es clave.

Disfruté cada día, cada persona que se acercaba a decirme lo delicioso que estaba su comida y cada gesto de agradecimiento. Pude observar como regresaban otros días y hacían parte de su vida una alimentación más sana.