Intervalo (Segunda parte).

Hola amigos de steemit, en esta oportunidad quiero mostrarles la segunda parte de un cuento que comencé a publicar por esta vía hace poco más de 20 días. Disculpen la tardanza, estuve un poco ocupado en diciembre pero ya podré continuar publicando esta historia, de tiempo y muerte, con más frecuencia. Con ustedes la segunda parte de Intervalo

Intervalo (continuación)

Ella tuvo razón, lamentablemente, al instante de haberme sentado empezó el espectáculo y entraron en acción los actores. Frente a mí se encontraban un montón de niños jugando con un balón, era un escenario agradable, no había puntos en ese juego ni un objetivo real, solo pasaban el balón de un lado a otro… Es absurdo pero podría haber pasado horas viendo ese juego sin sentido.

Repentinamente la escena cambio, entró en el escenario un nuevo personaje: un niño con un pequeño trajecito negro y pantaloncillos cortos. Tenía el cabello muy claro y observaba a los demás muy seriamente… a mí también me dedico un corto vistazo que terminó con un penoso castañeo de mis dientes. El pequeño ser habló.

-Les propongo un nuevo juego – las palabras “nuevo” y “juego” siempre despiertan el máximo interés en los niños, y estos no eran la excepción – ustedes corren y yo intento atraparlos, el juego termina cuando los atrape a todos.

-¡¿Pero cómo vas a atraparnos a todos?! Se está haciendo tarde y no hay suficiente tiempo – exclamó un niño, uno de los mayores.

-Tranquilo nene, siempre los alcanzo a todos… y por el tiempo no te preocupes, de eso me ocupo yo… bueno, ¿empezamos?

El segundo acto comenzó, los niños corrían de un lado a otro. Todos tomaban caminos diferentes, algunos hasta se escondían. El pequeño del traje y los pantaloncillos negros permanecía en el centro de la plaza observándolos, se le veía totalmente inmutable como una estatua. Finalmente salió de su rigidez. Había seleccionado a su primer objetivo… primero, segundo, tercero, creo que realmente no importaba el orden, por no decir que no existía.

Comenzó a caminar, era muy extraño, se movía lentamente pero avanzaba muy rápido. El pequeño niño al que perseguía corría riendo, le divertía realmente el juego, se sentía un jugador muy ágil… era rápido, sabía los mejores trucos para esquivar hasta al más hábil sabueso. Al darse cuenta que su seguidor era mucho más rápido que el, algo que, al igual que yo, no se explicaba cómo, decidió esconderse tras un árbol. Por un momento sintió que había esquivado totalmente a su cazador, pero al pestañar apareció justo al frente de él.

-Te tengo – tomo al niño por la mano y lo llevo al centro del escenario… ahí pude notar que comenzaba el tercer acto.
Mientras los niños seguían en su correteo frenético, el pequeño y misterioso ser alzó la voz y exclamó.

-¡Paren un momento, quiero mostrarles algo! – Los niños obedecieron y se acercaron curiosos – es un truco de magia… ya que él ha perdido – señaló al niño que continuaba con una expresión de diversión – podrá ser mi ayudante en la demostración.

El pequeño continuó su cada vez más intrigante show.

-Bueno empecemos… ayudante dame tus manos, gracias, muy amable… ahora ustedes, estimado público, deberán cerrar sus ojos cinco segundos – los niños obedecieron y yo también lo hice, no quería dañarme la ilusión de aquel truco. Al pasar los cinco segundos, mis ojos no daban crédito a lo que observaban, el niño que tomaba las manos de aquel misterioso personaje había crecido unos treinta centímetros y se encontraba muy emocionado, su sueño siempre había sido ser tan alto y fuerte como su hermano mayor.

-¡Oh y esperen! –Exclamó el de los pantalones cortos – esta es solo una pequeña muestra, cierren sus ojos quince segundos más.

Todos obedecimos sin pensar en las consecuencias. Al abrir los ojos ya solo había un niño en el centro del escenario, el del trajecito negro. El otro, el que tomaba sus manos, era un cuarentón con una tupida barba oscura y unas nacientes entradas en las cienes.

El hombre estaba muy emocionado por el brillante acto de prestidigitación del que había formado parte, pero algo le ocurría, ya no pensaba igual que hace unos instantes, todo era más claro y racional…

-Que ilusión tan increíble, ha sido fantástico – le dijo al niño con su nueva y ronca voz. Al decir sus próximas palabras intentó que no se notara su miedo, ahora era importante para él no demostrar emociones, como el miedo, frente a los demás. La razón por la que temía tanto se debía a que, con su nueva mente adulta, podía entender que la ilusión en la que había participado era tan real, y tan absurda, como la vida misma. Aun así pronunciaría sus palabras, y lo haría con ese tono que producen los adultos cuando intentan ocultar el miedo ante sus certezas.

-Fue divertido, ahora regrésame a la normalidad.

-¿A la normalidad?

-Sí, a la normalidad – Su voz cedía al miedo – hazme un niño otra vez.

El niño rio y dijo – Vamos señor, ¿no está usted algo mayor para estos tontos berrinches?

-Pero… – su voz se entregó completamente al pavor de su realidad – niño, tú me hiciste esto… tu puedes revertirlo… ¿no es así?

-No es necesario que responda, ya tienes edad para entender que el tiempo no da marcha atrás.

Bueno amigos, esta ha sido la segunda parte de Intervalo, si te ha gustado o parecido interesante por favor comparte y si quieres conocer un poco más sobre esta historia u otros cuentos, sígueme... Me gustaría que dejaras tu opinión en los comentarios (Una de mis cosas favoritas respecto a publicar en Steemit es poder conocer luego lo que piensan los demás sobre mis escritos).

pd: la ilustración también es de mi autoría, en el perfil de instagram reseñado en mi biografía puedes encontrar otras similares :)

Si no has podido leer la primera parte, aquí anexo el link https://steemit.com/cervantes/@daniel-irala/intervalo-primera-parte