Vidas que inspiran- El Ghostcube

Su inspiración le llegó luego de experimentar como artista circense, el uso de diferentes objetos predeterminados como palos o trapecios para hacer su trabajo, entonces él con ayuda de la matemática hizo un diseño de formas básicas que le permitiera hacerles cambiar de forma como si se tratara de figuras de papel plegado u origami, pero además incorporándole el suave movimiento que puede verse en los bancos de peces o bandadas de aves.

Es así como surge el Ghostcube, que es la interconexión de cubos de madera, que se doblan, giran, tuercen y dan un sinfín de posibilidades de formas complejas. Aberg es escultor y carpintero, pero también hizo performances a nivel internacional como malabarista de circo y recibe influencia de Heinz Scrobl, un alemán apasionado de la geometría, cuya afición principal es doblar papel, para lo cual ha desarrollado su propia técnica de plegado que le ha llevado a elaborar verdaderas obras de arte geométricas, algo que requiere de precisión matemática.

Su aporte principal consiste en que en vez de usar papel usa madera a mayor escala y que es creador de su propio malabar.

La fabricación de cada ghostcube es muy costosa y requiere de mucho tiempo, puede tardarse hasta un mes en realizar uno en particular, razón por la cual no ha podido producirlo al mayor para la venta.