Las hojas ya no se mueven, nunca lo hacen por sí mismas, si el viento no las agita se mantienen rígidas. Igual, ya tú no eres quien hace ondear mi follaje, ahora como una fotografía sé mantenerme inmóvil.

Es importante que lo sepas. He interpuesto una barrera infranqueable para ti, un océano nos separa, por mucho que nades, por mucho que lo intentes, tú estás en tu orilla y yo en la mía.

Es mi manera de asumirme dueña de mi propia energía pero si me lo propongo hasta las raíces podrían bailar en lo profundo de la tierra.