Salvador, un joven campesino de los andes venezolanos, desde pequeño se dedico junto a su padre a criar y cuidar algunos animales. Vivían en una humilde casita ubicada en San Rafael. Su madre y hermanos también aportaban con el trabajo del campo, para ellos, ese lugar mágico, lo era todo. Un día se le ocurre la idea a Salvador de comprar algunas vacas para el ordeño y vender leche fresca en la ciudad para conseguir un poco más de dinero, con esta idea, podrían también ahorrar unos churupitos y comprar una finca más grande. Poco a poco, la idea se fue materializando, Salvador y su familia compraron algunas reses, sacaron crías y obtenían leche fresca de las ubres de las vacas para venderla en la ciudad. Todos los días, salvador y sus hermanos bajaban los caminos empedrados hasta llegar al centro de la capital y vender la leche. Al transcurrir los años, Salvador y sus hermanos se hicieron famosos por ofrecer a la gente un trato respetuoso y amable además de la leche más rica, fresca y deliciosa del campo.

Marta, una hermosa joven que vivía en el campo hacia los lados de Barinas, dedicada al hogar, toda un ama de casa. Marta es apuesta, siempre risueña, de buen hablar y dispuesta para ayudar a los demás cuando de oficios del hogar se refiere, poseía sencillos atributos pero, su humildad era lo que más la caracterizaba. Marta dedicó su tiempo al hogar pero no por ello dejaba de soñar. Uno de sus mayores anhelos era tener una casita propia para cuando nacieran sus hijos, soñaba con ser madre. Imaginaba una casa con espacios amplios, jardines y caminarías. Para lograr ese sueño, Marta comenzó a hacer lo que más le agradaba de los oficios del hogar, planchar. Salió a la calle en busca de trabajo y más rápido de lo pensado consiguió lo que ella calificó como: "un buen empleo". Poco a poco fue reuniendo dinero y luego de varios años de esfuerzo y duro trabajó logró comprar una casa.

Pedro, un vendedor de seguros, joven, alegre, trabajador, honrado, solo se dedicaba a vender seguros, hacía varias actividades porque desde pequeño soñaba con tener un vehículo, una casa, su propio negocio entro muchas otras cosas que le hicieran obtener bienestar para él, sus padres y hermanos. Pedro era el mayor de tres hermanos, entre sus gustos se encontraba la música, salir a bailar, compartir con amigos y amigas de la universidad. Era algo mujeriego aunque no quería compromisos es decir, no se aferraba a ninguna relación porque siempre mantenía clara su meta y debía trabajar para ello. En la ciudad, mucha gente conocía a Pedro, el corredor de seguros. No le faltaba nunca un cliente a quien atender, su fácil manejo sobre el tema de los seguro y su natural personalidad cautivaba a la gente, era admirado por todos. En muy poco tiempo, Pedro logró su primer sueño, compró un carro.

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¿Qué tuvieron en común Salvador, Marta y Pedro?

No es difícil descifrarlo, estos personajes son personas humildes, trabajadoras, emprendedoras, todos tuvieron en común un sueño y el logro de un sueño. Sus pensamientos se centraron en producir, generar ganancias y crecer en un mundo no lleno de lujos pero sí de comodidades, pensaban en sus familias, una gran riqueza para ellos.

Otra cosa en común es que todos nacieron en un contexto de país terriblemente complejo. Los embates políticos, económicos y sociales golpeaban sus expectativas de vida, sus nuevos proyectos... cada sueño parecía derrumbarse sin esperanza alguna. Salvador, Marta y Pedro vivieron en una época de depresión donde el hambre, la miseria e indolencias humanas, los llevaron al punto de quiebre. Sus ánimos no eran los mismos, salir a trabaja era toda una odisea, los clientes... cada vez menos, las quejas eran el pan de todos los días.

Atormentados, depresivos, desesperanzados y sin saber qué hacer, todos estos personajes, sin conocerse, tomaron en común una misma decisión, marchar del país y comenzar de nuevo. Vendieron todos sus bienes, todo sus sueños lo dejaron en manos de otros sin saber cuánto podía ser valorado lo que con gran esfuerzo y trabajo cada uno de ellos logró obtener pero así es la vida, era la frase repetida por los tres jóvenes. Así pues, marcharon sin rumbo fijo.

¿Dónde se hallan Salvador, Marta y Pedro?

Fuente

Salvador, ahora conocido como Don Cheva se casó con Marta y entre ambos fundaron una gran empresa lechera en México llamada leche Milk, participó en el proyecto Pedro, el joven corredor de seguro, hoy un gran líder en Marketing. Juntos unieron más esfuerzos y regresaron a Venezuela. Don Cheva, Marta y Pedro son ahora los dueños de Lácteos los Andes.

Su constancia y perseverancia distinguieron las almas fuertes de los débiles. En la perseverancia sentaron las bases de todas sus acciones y lograron el éxito.

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