Concurso Cartas al Viento - Semana #1 - “...dejadme ir por los propios pasos que marca mi corazón”

Esta será la única vez que te escriba, gracias a la iniciativa de @marcybetancourt, quien me ha invitado esta semana, para hacer volar la imaginación en esta cartas al viento en La Pluma Mágica.

Disculpa que empiece mi carta de esa manera, como si hiciese esto obligada. No, déjame expresarte que te escribo con la mayor espontaneidad, pese a que es un concurso, porque eres tú esa persona, que me habría gustado tener en mis antepasados, creo que así te siento; debe ser por las tantas veces que te he nombrado, en ese afán mío por querer que los demás también se emocionen con tus poemas de amor y humor. Cuántas veces vi el resplandor de un topocho encantado, cada vez que una joven colegiala representaba al hada de una Cenicienta al alcance de todos.

Estaba en la escuela primaria cuando idealicé el amor a través de tu Balada de Hans y Jenny y es que verdaderamente nunca ha sido tan claro el amor y quizá ni lo sea jamás. Eres tú el primer poeta que muestro a mis nietos para reír a carcajadas con ellos, con la Historia del caballo que era bien bonito.

Hoy me atrevo a molestar tu apacible descanso para preguntarte: ¿por qué no quedó otro con tu esencia, que pudiera mostrar a los venezolanos esa soberana “pantallería” y cursilería con la que nos manejamos diariamente? ¿Cuántas Paquitas de la Masa, que ostentaba la nevera en la sala de la casa, para que se la viera la vecina, ahora alardean un celular en presencia o por las redes? ¿Cuántos políticos se “autorecompensan” y lo hacen ver como si han sido galardonados por los demás? ¿Cuántas Rupertas han cambiado su comportamiento para adquirir el del país que recién conocen? ¿Cuántas nuevas costumbres se habrían sumado a tu producción escrita gracias a tu infalible mirada? Y ¿Cuántas perversas manías de hoy se volvieron pavosas por lo antiguas e irracionales?

Luego de hacer estas preguntas pienso que cada uno de quienes leen esta carta, saben que es para ti, Aquiles Nazoa, un escritor completo, en poesía o prosa. Tu obra se habría vuelto aún más prolífica, porque cada día surge algo que seguramente sería plasmado como crítica que busca el asentamiento de los valores tan necesarios hoy en día. Gracias por esa herencia.