Piratas navegando entre redes de libertad [parte 3]
Parte 2
Parte 1
TAZs más allá de espacios virtuales
Se entiende que el objetivo de una TAZ como la presenta Hakim Bey es conseguir escapar efectivamente de todo tipo de control o coacción de los individuos, proporcionando un espacio libre de jerarquías o leyes que limiten la autonomía individual.
Utilizar el Internet como un medio para conseguir este sueño deja un mundo de posibilidades abierto, uno que, de hecho, hubiera sido imposible de predecir para Bey en 1991. La facilidad que tenemos en la actualidad de tener conexión a internet todo el día, todos los días, en cualquier momento y al alcance de nuestro bolsillo, es una idea que supera las expectativas de los más osados profetas del ciberespacio.
No parecería demasiado optimista pensar que falta muy poco para tener casas totalmente conectadas por sistemas de inteligentes que integren cualquier aparato eléctrico. Ya Mark Zuckerberg, presidente de Facebook, ha hecho grandes avances al respecto, todo mientras los electrodomésticos inteligentes y los wearables se hacen cada vez más comunes.
Básicamente avanzamos hacia un mundo dónde estaremos permanentemente conectados, y escapar de esta omnipresencia tecnológica sería más que complicado. La solución claramente es adoptar estos avances, pero utilizando servicios alejados de la red global, o al menos con servidores confiables que no almacenen nuestros datos personales.
En este futuro próximo una TAZ será más que una necesidad para muchos. El mayor peligro para la autonomía dejará de ser el control de los Estados, deberemos protegernos de empresas privadas que ya poseen nuestros datos personales y rastrean toda nuestra actividad en la web. Nada nos asegura que no rastreen nuestra actividad fuera de esta.
Surgen entonces soluciones como la encriptación. Servicios de mensajería como Whatsaap y mucho antes Telegram ya ofrecen esta característica, dejando al menos un cierto nivel de seguridad. Estos son ejemplos de las opciones que tenemos disponibles para crear TAZs dónde la privacidad sea un hecho.
Fuente
Aún así, una zona temporalmente autónoma es más que un sistema de encriptación. La TAZ debe ser un espacio que pueda ser modificado por quienes lo habitan. Así, el software libre parece ser el mejor camino. Una vez que convirtamos nuestras casas en casas inteligentes, este será un recurso valioso para cualquier persona.
Si queremos que la autonomía exceda los espacios virtuales debemos labrar el camino desde el ahora. Nos hemos acostumbrado a la comodidad y no a la seguridad, sin entender que ambas cosas deberían ir de la mano. Mientras el mundo virtual tiene cada vez más controles, diversas comunidades intentan crear sus propias utopías piratas.
Pero: ¿Qué pasa cuando se busca una zona dónde la autonomía alcance las transacciones económicas? Esta respuesta fue respondida por los sistemas que conocemos como redes Blockchain, dando origen a las criptomonedas.
El nacimiento del bitcoin sacudió el mercado financiero global y nos abrió las puertas a un nuevo modo de ver el dinero, convenientemente, favorable para la concepción de zonas temporalmente autónomas. A través de las criptomonedas podemos intercambiar bienes y servicios de forma segura sin depender del control que ejercen los Estados sobre las distintas divisas.
Es idóneo el uso de criptoactivos en una zona temporalmente autónoma, dejando que el Estado siga ejerciendo su dominio pero solo fuera de esta. Ese es un principio básico que se cumple hoy en día. Liberación económica, desde el nivel más básico. Ya no solo serán espacios donde intercambiar información, sino dónde hacer intercambios financieros.
Si el intercambio de información y dinero en una TAZ es efectivo, entonces podemos conseguir más fácilmente una liberación psicológica. Según Bey, esta es una aspiración implícita en las TAZs, y un requisito para su existencia como táctica consciente radical
“Debemos saber de qué forma somos genuinamente oprimidos, y también de qué forma estamos autoreprimidos o atrapados en una fantasía en la que son las ideas las que nos oprimen. El TRABAJO, por ejemplo, es para la mayoría de nosotros una fuente mucho más efectiva de miseria que la propia política legislativa. La alienación es para nosotros mucho más peligrosa que cualquier caduca ideología moribunda y desdentada. La adicción mental a los "ideales" -que de hecho resultan ser meras proyecciones de nuestro resentimiento y nuestra sensación de victimización- nunca harán avanzar nuestro proyecto. La TAZ no es el heraldo de ninguna falsa promesa de Utopía Social a la que debamos sacrificar nuestras vidas para que los hijos de nuestros hijos puedan respirar un poco de aire libre. La TAZ debe ser el escenario de nuestra presente autonomía, pero sólo puede existir bajo la condición de que ya nos consideremos en efecto seres libres”.
Las TAZs son rebelión y liberación, siguiendo los pasos de aquellos que se atrevieron a buscar su libertad y la consiguieron brevemente, pero es posible ir más allá. Bey nos habla del siguiente paso en este sueño anarquista. Si las TAZs existen y son exitosas, no como una utopía en el sentido estricto sino como instrumentos de liberación, entonces es posible replicar ese efecto de forma permanente.
Las PAZs (permanent autonoumous zones), o zonas permanentemente autónomas, son mencionadas en el ensayo referente a las TAZs y su concepto es ampliado en un ensayo propio.
Estos espacios no son solo una creación para piratas deshonestos que intentan sobrepasar el control de las leyes. Las TAZs son espacios para todos, especialmente para quienes sueñan con la más auténtica libertad.
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