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Siempre que vemos el mundo desde una perspectiva con consciencia nos vamos a dar cuenta de que el hombre es dominado por ideales. Ellos son los que le dicen como tienen que caminar, vestir y hasta hablar, los ideales han marcado el hombre.

Para romper ese molde, tenemos que ser como dicen por allí coloquialmente "mentes abiertas". Con esto no quiero decir que hay que creer en todo lo que nos digan pero si ser bien objetivos con lo que piensan los demás y con lo que pensamos nosotros mismo, ya que la diversidad del pensamiento es lo que en particular me gusta más de esta transición que llamamos vida.

Me gusta esos temas cuando se puede debatir sanamente, respetando el pensamiento de la otra persona. Viendo que ellos también se rigen por una verdad esencial al igual que uno, y que a pesar de que existen muchos en creer tener una verdad absoluta en el fondo se sienten vacíos, ya que son ellos los que necesitan de una motivación externa para lograr todo aquello que se propongan.

Debido a los ideales que nos ha invadido por mucho tiempo, y por la manera en que unos defienden los suyos, me he dado cuenta de que cuando tomamos los libros sagrados, tales como "La Biblia, El Corán, El Libro Mormón, e incluso el más antiguo de todo, los textos Vedas". Estos libros defiende esencialmente los valores que rigen a la humanidad, como la verdad, la esperanza pero por encima de todas ellas el amor.

"¿Qué pasaría si el mundo fuera dirigido por sus gobernantes y quienes viven en este mundo por amor? - La vida sería otra, la ciudadanía y la convivencia con que veríamos al otro sería como un verdadero pariente, como un todo, seríamos un colectivo, ya que nos viéramos por medio del alma. Como diría el autor del Principito: "Solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos".

Me he dado la tarea de poder trasladarte a una de las citas que me enseñó mi abuelo de muchacho, en aquellos tiempos de 1999, contaba yo con apenas 7 años de edad, pero mi abuelo me decía: "Oye nieto cuando entiendas esta cita te darás cuentas que los ideales son el mayor obstáculo del hombre, que el amor en sí mismo, le ayudará a expandir amor para los demás, porque quien se conoce internamente conoce a Dios".

"Son como árboles plantados a la orilla de un río,
que siempre dan fruto a su tiempo.
Sus hojas nunca se marchitan,
y prosperan en todo lo que hacen"
Salmos 1.3

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"Son como árboles plantados a la orilla de un río"

Cuando somo seres que estamos dormidos de la consciencia, todo nos importa poco, podemos hasta caminar por la vida con un plan de vida, pero sin un propósito de vida. Todo esto se debe a que no nos hemos detenido a pensar quienes somos, el porque estamos aquí, y que sentido tiene el vivir, o que diferencia existe entre existir y vivir.

Cuando descubrimos todo esto nos damos cuenta que cada vez que nos estudiamos internamente podemos encontrar algo nuevo y novedoso, dentro de nosotros yace un universo que cada vez va produciendo millones de estrellas. Como diría el gran psicoanalista Carl Gustav Jung; "Quién mira desde el interior sabe que todo es nuevo".

Por eso al conocernos de manera objetiva y concisa nos damos cuenta que el mundo es una maravilla en su pensamiento, y que nuestro destino es conocerlo, y cuando lo logramos nos sentimos en el lugar correcto tal como aquel árbol plantado junto a la orilla del río.

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"Siempre dan fruto a su tiempo"

Las personas que conocen la diferencia entre vivir y existir. Saben que vivir es su propósito, aunque tengo que admitir que a veces me siento en una teoría existencialista como la del francés Sartre. Pero cuando vuelvo a mi estado de consciencia natural me doy cuenta que son ideales los que me invaden y por dicho modo me siento temeroso.

Por eso cada vez que estemos en ese vaivén de pensamientos, te aconsejo que los respetes, he escuchado a algunos amigos psicólogos que dicen que tenemos que respetar la naturaleza del pensamiento, ya que ellos así como vienen se van. Me parece una teoría bastante acertada, para llevarla siempre en práctica.

Nunca reprimas ni maldigas de lo que piensas. La vida da constantes giros, y los frutos que coloques en este mundo son los que primeros salen de tu pensamiento.

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"Sus hojas nunca se marchitan"

Hagas lo que hagas, mientras tengas claro el punto máximo que es conocerte a ti mismo internamente, todos tus proyectos serán frondosos, en este punto ya debo parecer un predicador con falta de estudios teológicos, pero quiero que sepan que no soy ni teólogo y tampoco es lo mio predicar. Pero si es necesario que les comunique esto, ya que muchos pierden las esperanzas en quienes son.

Tu hoja nunca se marchitará, este quiero que se quede grabado en las tablas de tu corazón, y que lo atesores en tu memoria, ya que cuando te sientas vacío y lleno de temor, recuerda que el mayor de los privilegios ya lo tienes y es haber descubierto que eres Dios, si tal como lo lees.

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Solo los poetas me entenderán

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