Entre Cuerdas y Capachos #5 - Luthería de las maracas.

in #betterlife4 years ago (edited)

Hola de nuevo queridos amigos lectores de Steemit, bienvenidos otra vez al mundo de la luthería. Sigo dedicando mucho tiempo a investigar y recopilar material desde mi taller para presentarlo a ustedes, porque prefiero creer que nuestros amigos curadores de @steemitblog valoran este tipo de contenido, los que dejan algún tipo de conocimiento, tanto como los de las vivencias diarias.
Hoy vamos a dedicar la edición completa a uno de los instrumentos más complejos y apasionantes del folklore venezolano, espero que disfruten.

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Que suenen los capachos

El capacho es una planta que se da en toda Sudamérica y que es muy usada como ornamento ya que arroja llamativas flores de variados colores. Se reproduce muy fácilmente por semilla, la cual por su forma esférica y dureza es comúnmente usada para la elaboración de maracas. Es por eso que se le suele llamar a dicho instrumento por el nombre de la planta o la semilla.

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Aunque no parezca, en luthería se puede decir mucho sobre el tipo de capacho, la forma de sembrarlo y el cosechado se las semillas. Para mayor calidad se recomienda que la planta se cultive en tierra muy blanda, las semillas deben ser recogidas cuando el capullo esté totalmente oscuro y no antes. Se debe cuidar la planta de cierto insecto que se alimenta y vive en el interior de la semilla cuando aún está tierna.

Por la forma y el color de la flor se puede deducir la calidad para el instrumento, pues las de flores amarillas arrojan semillas muy grandes, las naranjas son más blandas por lo que el sonido no es el mejor. Las más idóneas son las de flores pequeñas y rojas, como en la imagen anterior. Además de aportar un buen sonido, arrojan muchas más semillas que el resto de los tipos de capachos.

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Las maracas llaneras

Las maracas llaneras son el único instrumento de la cultura venezolana que tiene sus raíces en el venezolano mismo, más específicamente en el aborigen, pues en el cuatro, el arpa y la bandola, sus inicios son emulaciones de instrumentos europeos, mientras que las maracas desde antes de la conquista española existían en la tradición religiosa de los lugareños.

Es uno de los instrumentos que más ha evolucionado de la música autóctona, tanto en su forma y tamaño como en las técnicas de elaboración y en su ejecución o aplicación. Más allá de la tan errada frase "yo no toco ni maracas", este instrumento hoy en día ha ido ganando el respeto que merece y ha empezado a aplicarse en diferentes estilos musicales a nivel mundial.

A penas unos treinta o cuarenta años atrás, eran contados los músicos que se dedicaban a las maracas llaneras, pero en los últimos días ha calado de una manera exponencial especialmente en jóvenes músicos. Al día de hoy, no se puede reconocer la cantidad de instrumentistas de agilidades impresionantes con las maracas y cada vez se van sumando más.

Es un instrumento mágico porque el ejecutante parece desafiar la misma gravedad cuando realiza las diferentes figuras al ritmo de la música.


Manuel Mirabal, músico apureño ejecutando las maracas, video tomado de mi canal de youtube.

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Luthería de las Maracas

Se podría suponer que la construcción de maracas consiste en un par de camazas o taparas que se rellenan de semillas de capacho y se pegan a un palo o cabo de madera. Pero la evolución en la ejecución del instrumento y en su aplicación a diversos estilos musicales fue demandando cada vez más medidas y procedimientos muy precisos. Una de las transformaciones más notable que ha tenido este instrumento es la forma del cabo, el cual anteriormente terminaba justo en la unión con la camaza, hoy en día este traviesa toda la tapara saliendo por el otro extremo en donde se asegura, son las denominadas Maracas de palo atravesado.

Parecen innumerables los aspectos que hoy en día se deben tener en cuenta para la construcción de este instrumento: La forma y calidad sonora de la camaza, en función a lo anterior la raza o descendencia genética de la tapara. El tipo de material con que se rellena. El largo, peso y tipo de madera del cabo. El diámetro del orificio de entrada y de salida del cabo en la tapara. La ergonomía del cabo en virtud de las diferentes técnicas de ejecución. La similitud entre una maraca y la otra. El proceso de templado para afinar el sonido de la tapara. La forma del cabo en el interior de la camaza. La calibración de las maracas. Y tantos aspectos más que ni si quiera tienen que ver con la estética del instrumento.

A continuación se observará el paso a paso del ensamblado de un par de maracas llaneras que fueron elaboradas por el aprendiz de luthería Nerio Juárez. Dicho armado requirió todo un día de trabajo, sin embargo el proceso total de construcción demoró semanas, sumando el tiempo de torneado de los cabos, la preparación de las taparas y el trabajo de pintura.

La jornada comienza con el par de camazas preparadas y el par de cabos de madera torneados, a los que anteriormente se les realizó todo un proceso de sellado nitroceluloso y laqueado con transparente acrílico, haciendo uso de una pistola y un compresor de aire.

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Camazas hechas de taparas, selladas y laqueadas con transparente acrílico

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Cabos hechos con madera de teca, sellados y laqueados.

Aunque se ve cierto brillo en las piezas, no es el acabado que se espera lograr, por lo que se deberán pulir, alisando primeramente con lija de grano 1200 o 1500, seguido de masa para pulir, es el mismo proceso que se usa para dar brillo al transparente acrílico en vehículos.

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Nerio Juarez lijando para suavizar la laca de los cabos de madera.

El proceso de pulido es algo laborioso y minucioso cuando, como en este caso, se hace a mano. Se debe observar detenidamente la superficie del acabado en busca de imperfecciones o irregularidades que se puedan corregir con la lija 1200. Seguidamente se debe frotar enérgicamente con la ayuda de estopa húmeda o algodón, un poco de crema de pulir sobre toda la zona, por último se retira el exceso de crema con tela de algodón y si no se está satisfecho con el producto, se repite el proceso hasta lograrlo.

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En el proceso de pulido se va limpiando con tela de algodón para evaluar la calidad del brillo

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Camazas y cabos pulidos

Una vez logrado el brillo deseado se dispone a abrir y ajustar los agujeros de entrada y salida en la camaza, así como la adecuación del cabo en la zona que se ajustará a la tapara.

Una manera sencilla, pero no la única, de abrir el orificio superior, por donde saldrá la punta del cabo, es con la ayuda de un taladro de banco, se ubica la esfera en la base de la máquina con el agujero inferior hacia abajo (este se abrió cuando se preparaba la camaza) y se presenta con una mecha pequeña, se evalúa visualmente hasta conseguir que la mecha esté centrada sobre la tapara y se dispone a abrir un pequeño agujero, el cual con la ayuda de una lima cilíndrica o "rabo de rata" se expande hasta el diámetro de 10 milímetros aproximadamente.

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Camaza en el taladro de banco para abrir el agujero superior

Cada agujero en las taparas debe quedar lo más circular posible, para que se ajuste de forma precisa al cilindro del cabo, al cual se le hará un pequeño agujero en la punta por donde entrará un pasador que hará las veces de tope o freno para que la camaza no salga. Para el ensamblado se dispone de un par de arandelas de coma y una metálica.

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Cada cabo tendrá una arandela de goma en la parte superior de la tapara y una en el inferior, mas una randela que hará tope con el pasador.

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Cabo y camaza ensamblados.

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Cabo y camaza ensamblados con el pasador puesto.

Es importante acotar que el cabo debe pasar lo más justo posible por los agujeros para que la tapara no baile, pero sí lo suficientemente suave para que pueda girar en su propio eje sin deformar el sonido del instrumento. Con este tipo de ensamblado se busca que las maracas puedan montarse y desmontarse cuando se desee, de tal manera que el relleno y la calibración se hace después del ensamblado.

La calibración no es más que el proceso de incorporar en el interior de las maracas las semillas, en este caso de capacho, en la cantidad exacta para que el sonido y la ejecución sean adecuados. Es un trabajo que demanda mucho tiempo y paciencia si no se tiene la experiencia, en el caso de este instrumento la calibración demoró cerca de media hora.

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Una manera fácil de garantizar que ambas maracas tengan la misma cantidad de relleno es midiendo el volumen que se incorpora en cada una, en este caso se usó un dosificador de remedios para niños, se empleó en cada camaza tres tapitas exactamente, así de empírico. Es un proceso de ensayo y error, se va llenando paulatinamente ambas maracas a la vez hasta quedar satisfecho con el peso, si se considera que quedaron muy pesadas se vuelve a empezar.

No solo el capacho es idóneo para rellenar unas maracas, también es usada la semilla de la planta llamada popularmente Espuma de sapo, también sirve la semilla de pionía y algunos han optado por material sintético como mostacilla o canutillo.

Ciertamente se requiere al menos de la ayuda de una persona con ideas sobre la ejecución del instrumento, que entienda sobre la técnica de ejecución y el peso ideal para el tamaño del instrumento.

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Luthier José Leonardo Jiménez

San Fernando de Apure Venezuela

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El arte del torneado

Una de las actividades más hipnóticas y hermosas del trabajo con maderas es la tornería o torneado. En la elaboración de este instrumento se puede dar un pequeño paseo por este arte, ya que los cabos, si bien se pueden hacer a mano, con el torno se asegura un trabajo más simétrico y preciso.

Comparto a continuación un material que realicé especialmente para esta plataforma tiempo atrás sobre el torneado de un cabo de maraca llanera.

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Texto relacionado

Como complemento, tal vez obligatorio, del presente material, se recomienda las siguientes lecturas:

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- Todas las fotografías sin indicación de la fuente publicadas en este post son de mi pertenencia, tomadas en mi taller de luthería especialmente para este trabajo.

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Gracias por leerme

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A veces lo que parece más sencillo no lo es, todo tiene su ciencia, sé del trabajo que dan y cómo te esmeras en los detalles para que el producto final sea el mejor.
Buen material para los estudiosos del folcklor, para quien quiera hacerse un par de maracas siguiendo cada uno de los pasos, los consejos que das son de gran utlidad. Éxito.

No había notado que el material podría tener un valor cultural más allá del artesanal, sé que es lo mismo pero, quiero decir, puede ser de interés para quien investiga sobre la cultura llanera sin que sus intenciones sea fabricarlas o tocarlas.

Hay anécdotas, vivencias y creencias que son el alimento para quien desee adentrarse en esos aspectos culturales que caracterizan a los pueblos. Vas dejando un legado a quienes quieran saber más.

Como siempre un gran material amigo @leonardoj333, de verdad que este es uno de los instrumentos que admiro cuando lo ejecutan de manera correcta con tanto arte, porque como dice la amiga @charjaim, a veces uno piensa que lo mas pequeño es igual o nada, pero todo tiene su ciencia en particular... Saludos

#onepercent #venezuela

De los cuarenta instrumentos que toco (hablando como tu padrino Rubén), las maracas es el que más me ha costado aprender, más que la bandola que también me está costando mucho. Así que es un instrumento de respetar y a quien lo toca bien de admirar.

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