Hoy nuevamente hubo corte de energía eléctrica en horas de la mañana, por lo que no pude darle avance a mi trabajo de luthería, así que me dediqué a algunas compras que me ocupaban hoy, sería sencillo y sin mucho caminar porque el presupuesto era muy limitado. una mantequilla y un trozo de queso en la tienda de un amigo en la esquina, allí me encontré con un colega arpista y su anécdota de hoy

Sabes que el año pasado para esta época estaba tocando en las fiesta de Turumba y José, el que le dicen el pollo de Guasimal, cuando el presentador del evento lo llamaba al escenario "con ustedes ¡El pollo de Guasimal!" no apareció por ningún lado, y así lo llamó como cuatro veces. En eso llegó un niño llorando y diciendo "¡se murió, al pollo lo mataron!", todos nos asustamos y apagaron el sonido, pero era que el niño lloraba a su pollo preferido que la mamá lo mató pa' un sancocho. José estaba tumba'o de la borrachera atrás de la tarima.

Como Dios opera de formas misteriosas pero efectivas, a pesar de no contar con mucho dinero hoy, en casa me esperaba un ciento de maíz que un cliente amigo me trajo ayer de su fundo como forma de pago para la reparación de un cuatro, él que no tenía dinero pero sí un conuco y yo con ganas de comer cachapas pero sin dinero para comprar maíz.

_{El saco de maíz, pago de la reparación de un cuatro.}

Llegando a casa me encontré con Bezaleel que venía con las pilas puestas para el trabajo, entré a buscar agua fría para llevar al taller y antes de salir desperté a mis dos hijos mayores y como capitán a sus soldados "quiero que deshojen ese ciento de maíz". En el taller no había llegado la luz, hicimos un par de cosas sencillas y me retiré pidiéndole a mi ayudante que me avisara si llegaba el servicio eléctrico.

_{Mis hijos mayores, David y Daniel. Se ven aún dormidos.}

_{Los más pequeños siendo parte del proceso, mi hijo Daviel y mi sobrino Álvaro.}

Al llegar a casa el trabajo con las mazorcas estaba a medio camino. Me dispuse a picar el maíz que los muchachos iban desojando. Al rato llegaron Bezaleel con Andrés y más tarde Mauricio. La cuestión es que ya les había prometido una tarde de cachapas. Ellos me ofrecen la ayuda que pueden solo a cambio del conocimiento que obtienen y ciertamente es un trato justo, sin embargo a veces siento necesario compartir parte de la prosperidad que obtengo gracias a su colaboración y hoy sería ese día. Mi plan era atenderlos mejor, tal vez con carne y refrescos además, pero los planes de Dios eran otros, porque el que debió venir a buscar hace un par de días los instrumentos que encargó aún no lo ha hecho.

_{Picando maíz mientras los muchachos empiezan a tocar.}

La tropa se puso a tocar cuatro, mandolina, guitarra, maracas y flauta mientras mi esposa y yo cocinábamos. Desde la cocina escuchaba divertido cómo interpretaban mis canciones, ¿en qué momento se las aprendieron? me preguntaba. Al rato todos, mi gran familia y los invitados, estábamos comiendo las ricas cachapas que pese a los pronósticos, porque el maíz estaba super duro, quedaron muy buenas y suaves.

Como Nerio y Teo son parte importante del equipo y no estaban presentes, empacamos un par de cachapas y las mandamos con los muchachos, luego me enteraría que en casa de ellos también se emparrandaron un rato haciendo música. Cuando estuvieron de vuelta, fuimos hasta el taller para adelantar con el poquito de luz que le quedaba al día, pero lo que logramos fue arruinar un trabajo, ahora tendremos para mañana un problema que resolver. Eso me pasa por porfiado porque había decido dedicar este día solo a compartir con los amigos y nada de trabajo.

Cuando la noche fue joven tomé mi acostumbrada siesta de media hora, al despertar no tardó en llegar el primer grupo de comensales de la venta de hamburguesas, hoy gracias a Dios sería el cuarto día consecutivo con mucho movimiento en las ventas, por eso estuvimos muy ocupados.

El día se acaba, es hora de disfrutar un rato con Steemit y aquí estoy, leyendo de ustedes y escribiendo para ustedes.

Gracias por leerme

Conóceme aquí.