Lo leo, lo releo y lo vuelvo a releer y no sé si estremecerme de gozo o de envidia, pues pienso en la suerte que tiene ese volcán de recibir algo tan hermoso y sobresaliente, como es un beso de la Luna, aunque algunas veces, ésta, coqueta pero hermosa y radiante, siga su camino triunfante y se olvide de dar las buenas noches al volcán. Pero el volcán nunca gruñe, si no que paciente aguarda ese cálido abrazo de tan sutil compañera, pensando que no ha llegado a tiempo y se ha entretenido en el Camino, hechizada con todas las maravillas que éste guarda.
Cada día te superas más a ti misma. Visto lo visto, no se puede decir que tus historias carezcan de la fuerza del volcán y de la magia de la Luna. Humm, voy a tener que pensar que los milagros existen y la próxima vez que mis pasos me lleven a las orillas del río Ladra, me sentaré en la orilla a esperar a que salga la Luna y decirle lo hermosa que es. Un abrazo, persona mágica.
El volcán tiene suerte, pero la luna también, porque el volcán concentra la fuerza de la tierra, quizá un día sea el volcán el que lance un beso lleno de fuego a la luna y la deje con a cara negra je je.
Cuando regreses al río Ladra, escúchalo con detenimiento, estoy segura que tras el pasar del agua guarda algún sonido mágico.
Gracias, mil gracias por tan bonito comentario, eres una motivación para seguir creando y creando, por que la imaginación jamás debe limitarse, pero si contagiarse je je.
Un fuerte abrazo, feliz noche :)
Cierto, querida Marpa: la Imaginación no debe jamás limitarse, porque no se puede limitar lo que es Infinito, pero sí contagiarse. Si en ese contagio, puedo aportar mi granito de arena...¡encantado de ser un virus!. Feliz domingo