En un remoto ayer alguien con ilusión emprendió un proyecto(un viaje de negocio,
o de placer...) no imaginando que el fin seria catastrófico, y, en el fondo del mar lamentablemente pereció, o, perecieron, quedó sumergido todo lo que se había planificado.¿Nos podremos imaginar que sintieron esas almas que iban en esa embarcación?, debió ser desesperante. Encomendémonos a Dios en todo camino.