Un Humilde Espiritu

El sol estaba en su punto más alto del cielo, una joven con ansias de rebeldía y falta de juicio corría por la calle con un puñado de billetes robados seguido por un policía fuera de forma. La mediocridad de su crimen delataba su falta de entusiasmo, no era una mala persona, solo veía su entorno de una forma errada, bastaba con un empujón para enderezarla. La ladrona tropezó con algo desconocido permitiendo al policía apresarla, mientas una risa burlona era audible solo para la aspirante a criminal. La justicia humana sería la adecuada para la adolescente, la sentencia sería dictaminada rápida y tendría una justa duración, tal vez se corrija durante su castigo. El dueño de la risa desapareció pues ya no era necesario, tal vez no lo era desde un principio, su participación fue más un capricho que un deber.

 Cercano al crepúsculo, en otro lugar, dos niños se encontraban fuera del terreno de su escuela. Uno de ellos debió pasar de grado de no haber sido por sus malas calificaciones, y desahogaba su frustración agrediendo al otro niño, cuyas calificaciones fueron perfectas, pero era más débil y muy temeroso. Aquel acto de abuso era simplemente intolerable, aquel malcriado se aprovechó de su fuerza y del miedo de su compañerito para golpearlo sin resistencia alguna. Tumbado en el suelo, el niño sentía como su respiración se aceleraba y su corazón latía con más fuerza, y como si hubiera sido poseído, se defendió por primera vez. La pelea que el niño dio fue tal, que el abusivo no tuvo más opción que huir, aquel niño se quedó paralizado incrédulo de lo que acababa de hacer. Podía saborear la sangre y sentir el palpitar de su labio, sin embargo no había dolor.

--¡Vaya pelea! Es increíble lo que se puede hacer con una pizca de adrenalina-- dijo una voz misteriosa y sin dueño.

El niño buscó sin éxito la fuente de la espectral voz, y cuando volteó por cuarta vez la encontró. Un hombre esbelto con una máscara blanca de tres ojos con una sonrisa afilada y demoniaca, vestido con ropa elegante oscura con una corbata de embolo con una piedra roja y cubierto por una capucha y capa azul marino. El niño retrocedió dos pasos temeroso de aquel enigmático personaje.

--¿Quién eres?-- preguntó el niño con inseguridad.

--Sólo soy un humilde espíritu, no te preocupes, déjame ver cómo están tus heridas-- dijo el espectral enmascarado.

El sujeto se arrodilló a la altura del niño y revisó su labio roto, luego colocó su mano sobre su hombro.

--No dejes que nadie abuse de ti, debes defenderte-- dijo el fantasmal extraño.

--Mi maestra dice que la violencia nunca resuelve nada-- respondió el niño.

--¡Torpe moralista de manual!-- susurró el espectro con desagrado.

--Escucha, aunque sea cierto que siempre es preferible buscar una solución pacífica, lo cierto es que hay personas que sólo entienden un lenguaje-- le dijo.

--Entiendo-- dijo el niño con la mirada baja, luego el espectro se levantó mientras se reía.

--No te subestimes, recuerda, la valentía no es la ausencia del miedo, sino la capacidad de enfrentarse dignamente al peligro, a pesar de que te tiemblen el cerebro y las rodillas-- dijo el misterioso ente.

Una ráfaga de viento obligó al niño a cerrar los ojos por un momento, y cuando los volvió a abrir, el fantasmal enmascarado ya no estaba, al igual que el sabor de la sangre y el palpitar de su labio, pero el eco de su risa se podía seguir escuchando.

En otras latitudes, cuando el sol abandonó el cielo y la noche reclamó el lugar del día, aquel enigmático ente se encontraba a las afueras de una choza repugnante. Por treinta años, aquel maldito lugar había estado abandonado, pero esa noche ya no lo estaba, el hombre que yacía adentro había cumplido su condena. Treinta años era la pena máxima en aquella nación, un castigo ridículamente benévolo para los atroces crímenes de aquel monstruo disfrazado con piel humana. La abominable bestia había sido encarcelada por los asesinatos de dieciséis niños conocidos, ninguno mayor de catorce años, pero el espectro sabía que en realidad fueron veintidós almas cegadas, podía verlo con asqueroso detalle dentro de esa mente retorcida.

 El sombrío encapuchado contempló con indignación la guarida de ese despreciable monstruo, donde ya estaba planeando su siguiente atrocidad. No hubo justicia ni retribución para los jóvenes por parte de ese sistema incompetente, esa condena fue una blasfemia contra la vida, un insulto para las familias de las inocentes víctimas. Para el oscuro espíritu sólo la vida compensa la muerte, sea privándolo de su libertad por el resto de su existencia o quitarle toda la vida de tajo, pero ninguna de las dos condenas serían dictaminadas por el sistema judicial local. La simple existencia de ese infanticida ofendía la vista del enmascarado, y por ese acto de injusticia, el espectro se hizo presente. Al chasquear sus dedos, el mismo infierno fue convocado en la tierra, envolviendo la choza en fuego. Las llamas bailaron con el sonido de los golpes y los gritos de agonía que provenían de su interior. Después de un breve momento, los golpes cesaron y los gritos fueron silenciados, fue cuando el espectro abandonó el dantesco escenario con insatisfacción. Le hubiese podido causar una muerte más atroz, pero no había dolor suficiente que pueda experimentar un hombre que compense la tragedia de esas vidas robadas tan cruelmente. Por eso se limitó al fuego en vez de perder el tiempo en algo más creativo para su justo final. Nadie supo que causó el incendio, sin embargo, a nadie le importó, nadie lloró esa muerte, más bien fue celebrada.

 La luna en cuarto creciente se alzaba brillante en el cielo, su luz plateada bañaba la gran ciudad aun despierta. Tres criminales planeaban su siguiente golpe, dos de ellos eran ladrones y asesinos veteranos, pero el tercero era un novato recién agregado al grupo quien, por su falta de autocontrol, se endeudó con quien no debía. Los dos asaltantes con experiencia fijaron su mirada rapaz en una mujer hermosa, seleccionada en parte por su belleza, en parte por la pequeña fortuna de su familia, y en parte por ser una desafortunada conocida del tercer hombre.

 Usando máscaras de Halloween, los tres depredadores atacaron a la mujer cuando ella caminaba sola por la calle. Durante el forcejeo, la mujer logró quitarle la máscara a uno de ellos, y al ver su rostro lo reconoció al instante. Los otros dos secuestradores amordazaron a la mujer y la cubrieron con una bolsa de lana y amarres para luego llevarla a rastras a su camioneta y conducir hasta un puente alejado. Al llegar, la sentaron en el capó de la camioneta, parecía un fantasma con la bolsa envolviéndola.

 --¡¿Qué vamos a hacer?! ¡Ella me vio, ella me reconoció!-- dijo el novato histérico.

 --¡Cállate! El plan sigue igual-- anunció el líder del grupo.

 El otro agresor se aproximó con pistola en mano a la inocente víctima con ansias de satisfacer su lujuria salvaje. Ninguno de los tres secuestradores se había fijado que la mujer había estado sospechosamente tranquila, relajada y silenciosa. Los secuestradores se llevaron una gran sorpresa cuando retiraron la bolsa y vieron que quien estaba debajo no era la mujer que habían secuestrado sino un hombre con máscara y capa.

 --¡Saludos caballeros! Es un placer participar en vuestras actividades-- dijo el misterioso extraño siendo cortés e irreverente al mismo tiempo.

 --¡¿Quién eres tú?! ¡¿Dónde está la mujer?!-- preguntó el líder enojado mientras apunta al enmascarado con su arma.

 --Contestando a tu última pregunta; asustada, confundida, mareada quizás, y bien lejos de ustedes. Contestando a la primera, es irrelevante esa información, así que sólo les diré que soy un espectro-- explicó el enigmático personaje.

 --¡No estoy de humor para juegos de Halloween! ¡Quítale la máscara!-- ordenó el líder amenazante.

 El novato se acercó al extraño con la intención de desenmascararlo, pero cuando tocó la máscara, retiró la mano de inmediato revelando una leve quemadura.

 --¿No te gusta el Halloween? Es una pena, es una de mis celebraciones favoritas, así que les digo, truco o trato-- dijo el tenebroso ser, levantándose y deshaciéndose de sus amarres.

 Los dos criminales veteranos alzaron sus armas y vaciaron sus cargadores en el así llamado espectro, ninguno fue capaz de ocultar su asombro al ver como las balas se detenían en seco en el aire y luego caían al piso.

 --Pues será truco entonces-- se burló el ente con malicia.

 El más agresivo de los tres empuñó su cuchillo y fue tras el oscuro ente, pero este se quedó paralizado en su sitio cuando el espectro posó sus tres ojos llenos de oscuridad en él. Su espectral vista penetró su piel y su mente, descubriendo un alma vacua carente de empatía y compasión. El siniestro espíritu alzó su mano hacia el secuestrador, el cuchillo se tornó rojo vivo, y como si estuviese siendo controlado por un titiritero demoniaco, el criminal se apuñaló a sí mismo en su hueco corazón. El violador gritó desgarradoramente antes de desplomarse con un hoyo incandescente en su pecho.

 Los otros dos hombres trataron de huir, pero de repente el fantasmal extraño se apareció delante de ellos. Con un simple movimiento de su dedo, el novato voló hacia atrás golpeando una pared y quedando aturdido. El líder tropezó con sus propios pies y se arrastró torpemente por el suelo tratando de alejarse.

 --¡Espera, ahora quiero trato, mi jefe puede darte todo lo que quieras!-- lloriqueó el mafioso aterrado.

 --Tu jefe está condenado a la ruina, no hay trato que él pueda hacer-- dijo el extraño.

 --¡Piedad por favor, ten piedad!-- suplicó el sicario entre lágrimas.

 --¡¿Piedad como lo ibas a tener con esa mujer?! ¡¿Piedad como la tuviste con tus anteriores víctimas?! No amigo mío, no habrá piedad para ti esta noche. Mírame a los ojos-- dijo el espectro con maldad.

 El secuestrador se retorcía y gritaba de terror mientras observaba sin parpadear los negros ojos del espectro. Cuando los gritos cesaron, el tenebroso enmascarado se apartó de él, su cabello se había vuelto blanco y no paraba de temblar. El novato se reincorporó e intentó huir en la camioneta, puso el motor en marcha sin ir a ningún lado pues resultaba que las ruedas traseras del vehículo no estaban tocando el piso. El cobarde apostador trató de correr pero una fuerza invisible lo arrastró hasta que estuvo frente al temible espíritu flotando ingrávido. El hombre, incapaz de hablar, estallo en llanto mientras sentía como el espectro escaneaba su alma con su fría mirada. De repente el novato sentía como aquella fuerza siniestra lo liberaba y sus pies volvían a tocar el suelo.

 --¿No vas a matarme?-- preguntó el criminal con la voz quebrada.

 --No esta noche. Serás culpable de muchas cosas malas, pero no amerita que te quite la vida por ellas, mas no creas que te dejare ir sin ninguna penitencia-- dijo el sombrío encapuchado.

 --¡Por favor perdóname! No quería hacerlo-- suplicó el apostador de rodillas.

 --Lo sé, pero aun así, estabas dispuesto a hacerlo para saldar tus deudas. No gastes energía en mí, yo no soy a quien debes suplicar por perdón, si no esa mujer cuya confianza traicionaste. Ibas a permitir que esos dos hombres descargaran toda su podredumbre en ella con tal borrar tus actos. Te cortaría tu lengua viperina, pero quiero que cuentes esta historia para que alimentes mi leyenda. Así que como castigo por tu amoralidad y cobardía, te marco como lo que eres, para que el mundo reconozca tu debilidad y nunca más puedas olvidar tus errores-- anunció el espectro.

 La siniestra figura posó su mano sobre el rostro del último secuestrador mientras este gritaba de dolor y el espectro se reía. Al llegar la policía, encontraron al violador con el corazón carbonizado, al líder enloquecido por el trauma, y al novato recostado melancólico contra la camioneta con una quemadura en su cara en forma de gusano mientras se escuchaban los ecos de una risa maligna. Aunque el hombre nunca consiguió el perdón de la mujer, quedó agradecido por haber sobrevivido al espectro y con su cordura intacta.

 Era pasada la medianoche, un accidente trágico ya se había cobrado una vida, y parecía que se iba a cobrar otra. Un conductor inconsciente perdió el control de su vehículo y se estrelló contra un árbol muriendo al instante, hubiera arrollado a una mujer de no ser porque su prometido la apartó, siendo él quien fuera golpeado. La dama sostenía la mano agonizante de su amado mientras suplicaba por ayuda a cualquier entidad que pudiera responder su llamado, sea humana… u otra cosa.

 --Cuidado al llamar al diablo, se te puede aparecer, y más me parezco a un santo cuando hago papel de diablo-- contestó una extraña entidad.

 --¡¿Puedes ayudarlo?! ¡No sé si la ambulancia llegue a tiempo!-- dijo la mujer desesperada.

 El espectro se quedó en silencio mirando a través de los tres orificios de su máscara.

 --Puedo salvarlo, pero no lo haré gratis, si lo ayudo, me deberán un favor que deberá ser retribuido algún día, te lo advierto, no será fácil lo que les voy a pedir a cambio, pero será justo. ¿Hacemos un trato?-- preguntó el misterioso ser extendiendo la mano.

 La mujer dudo un segundo.

 --Si lo salvas, hare cualquier cosa-- dijo la mujer y le estrechó la mano al oscuro ente, aceptando así su trato.

 El fantasmal enmascarado colocó sus manos en el hombre moribundo haciendo que pudiera respirar con normalidad y parara de sangrar.

 --Habrá recuperado su salud completamente en un par de meses, pero no olvides que un día regresaré para que ustedes cumplan su palabra-- dijo el espectro y envolviéndose en su capa, desapareció entre las sombras con su risa aun audible.

 La ambulancia llegó después de varios minutos, de no haber sido por la intervención del espíritu, el hombre hubiera perecido. Pasaron los meses y los amantes se casaron, pero no olvidaron la deuda que tenían con el ente. Durante el alba que sucedía a una noche de luna llena, llamaron a la puerta de la casa y la pareja fue a atender. Al abrir la puerta encontraron tras ella una niña recién nacida con una carta escrita a mano con una letra cursiva y elegante.

 “Otórguenle a esta niña un buen ejemplo y la oportunidad de tener un futuro digno, protéjanla hasta que ella sea capaz de protegerse a sí misma y su deuda hacia mí estará pagada. Atentamente: El Espectro.”

English

The sun was at its highest point in the sky, a young girl with a desire for rebellion and lack of judgment ran down the street with a handful of stolen bills followed by an out-of-shape cop. The mediocrity of hers crime betrayed her lack of enthusiasm, she was not a bad person, she only saw hers environment in a wrong way, it was enough with a push to straighten her out. The thief stumbled something unknown allowing the policeman to seize her, while a mocking laugh was audible only to the would-be criminal. Human justice would be appropriate for the adolescent, the sentence would be ruled fast and would have a just duration, maybe she corrected herself during her punishment. The owner of the laugh disappeared because he was no longer necessary, maybe he was not from the beginning, his participation was more a whim than a duty.

Near twilight, in another place, two children were outside their school grounds. One of them had to pass grade if not for their bad qualification, and venting his frustration attacking the other child, whose his grades were perfect, but he was weaker and very fearful. That act of abuse was simply intolerable, that brat took advantage of his strength and the fear of his little companion to hit him without any resistance. Lying on the ground, the child felt how his breathing quickens and his heart beat harder, and as if he had been possessed, he defended himself for the first time. The fight that the boy gave was such that the abusive had no choice but to flee, that child was paralyzed in disbelief of what he had just done. He could taste the blood and feel the throbbing of his lip, but there was no pain.

• So fight! It's amazing what can be done with a bit of adrenaline - said a mysterious voice without owner.

The boy looked unsuccessfully for the source of the spectral voice, and when he turned around for the fourth time he found it. A slender man with a three-eyed white mask with a sharp demonic smile dressed in dark elegant clothes with a plunger tie with a red stone and covered by a navy hood and cape. The boy stepped back two steps afraid of that enigmatic character.

• Who are you? - Asked the boy with insecurity.

• I'm just a humble spirit, don’t worry, let me see how your wounds are - said the ghostly masked man.

The subject knelt at the boy's height and checked his broken lip, then placed his hand on his shoulder.

• Don’t let anyone abuse you, you must defend yourself - said the ghostly stranger.

• My teacher says that violence never solves anything - replied the child.

• Stupid manual moralist! - whispered the specter with displeasure.

• Listen, although it is true that it is always preferable to seek a peaceful solution, the truth is that there are people who only understand one language - he said.

• I understand - said the boy with a downcast look, then the specter rose while laughing.

• Don't underestimate yourself, remember, courage is not the absence of fear, is the ability to face the danger with dignity, even if you shake your brain and knees - said the mysterious entity.

A gust of wind forced the boy to close his eyes for a moment, and when he opened them again, the ghostly masked man was gone, like the taste of blood and the throbbing of his lip, but the echo of his laughter could continue listening.

In other latitudes, when the sun left the sky and the night reclaimed the place of the day, that enigmatic entity was on the outskirts of a disgusting hut. For thirty years, that damned place had been abandoned, but that night it was not, the man lying inside had served his sentence. Thirty years was the maximum penalty in that nation, a ridiculously benevolent punishment for the atrocious crimes of that monster disguised with human skin. The abominable beast had been imprisoned for the murders of sixteen known children, none older than fourteen, but the specter knew that in reality they were twenty-two mowed souls, he could see it with disgusting detail within that twisted mind.

The grim hooded man looked indignantly at the lair of that despicable monster, where he was already planning his next atrocity. There was no justice or retribution for the young children from that incompetent system, that condemnation was a blasphemy against life, an insult to the families of the innocent victims. For the dark spirit, only life compensates for death, whether depriving him of his freedom for the rest of his existence or taking all his life away from it, but neither of the two sentences would be ruled by the local judicial system. The simple existence of this infanticide offended the sight of the masked man, and by that act of injustice, the specter was present. By snapping his fingers, the same hell was summoned on earth, wrapping the hut in fire. The flames danced with the sound of the blows and screams of agony that came from within. After a brief moment, the blows ceased and the screams were silenced, when the ghost left the scene with dissatisfaction. He could have caused a more heinous death, but there was not enough pain that a man could experience to compensate for the tragedy of those lives stolen so cruelly. That's why he limited himself to fire instead of wasting time on something more creative for his final end. No one knew what caused the fire, however, nobody cared, nobody wept that death, rather it was celebrated.

The crescent moon rose bright in the sky, its silver light bathed the great city still awake. Three criminals planned their next blow, two of them were veteran thieves and assassins, but the third was a newcomer to the group who, because of his lack of self-control, got into debt with the wrong person. The two experienced raiders fixed their rapacious gaze on a beautiful woman, selected partly for her beauty, partly because of her family's small fortune, and partly because she was an unfortunate acquaintance of the third man.

Wearing Halloween masks, the three predators attacked the woman when she walked alone on the street. During the struggle, the woman managed to take the mask off one of them, and upon seeing his face she recognized him instantly. The other two kidnappers gagged the woman and covered her with a woolen bag and moorings and then drag her to their truck and drive to a remote bridge. When they arrived, they sat her on the hood of the truck, she looked like a ghost with the bag wrapped around her.

• What are we going to do?! She saw me, she recognized me! - said the hysterical rookie.

• Shut up! The plan remains the same - announced the leader of the group.

The other aggressor approached with a pistol in hand to the innocent victim with the desire to satisfy his wild lust. None of the three kidnappers had noticed that the woman had been suspiciously calm, relaxed and silent. The kidnappers were surprised when they removed the bag and saw that the person below was not the woman they had kidnapped but a man with a mask and cape.

• Greetings, gentlemen! It is a pleasure to participate in your activities - said the mysterious stranger being polite and irreverent at the same time.

• Who are you?! Where is the woman?! - the angry leader asked as he pointed to the masked man with his weapon.

• Answering your last question; scared, confused, maybe dizzy, and well away from you. Answering the first, that information is irrelevant, so I'll just tell you that I am a specter - explained the enigmatic character.

• I'm not in the mood for Halloween games! Take off the mask! - ordered the threatening leader.

The rookie approached the stranger with the intention of unmasking him, but when he touched the mask, he withdrew his hand immediately revealing a slight burn.

• Don’t you like Halloween? It's a shame, it's one of my favorite celebrations, so I tell you, trick or treat - said the dark being, getting up and getting rid of his moorings.

The two veteran criminals raised their weapons and emptied their loaders in the so-called specter, none was able to hide their astonishment to see how the bullets stopped dead in the air and then fell to the ground.

• Then it will be trick - mocked the entity with malice.

The most aggressive of the three wielded his knife and went to the dark entity, but he remained paralyzed in place when the phantom put his three eyes full of darkness on him. His spectral sight penetrated his skin and his mind, discovering an empty soul devoid of empathy and compassion. The sinister spirit raised his hand to the kidnapper, the knife turned bright red, and like if he was being controlled by a demonic puppeteer, the criminal stabbed himself in his hollow heart. The rapist shouted heartbreakingly before collapsing with an incandescent hole in his chest.

The other two men tried to flee, but suddenly the ghostly stranger appeared in front of them. With a simple movement of his finger, the rookie flew backwards hitting a wall and being stunned. The leader stumbled with his own feet and crawled awkwardly on the ground trying to get away.

• Wait, now I want treat, my boss can give you everything you want! - whined the terrified mafioso.

• Your boss is doomed to ruin, there is no deal that he can do - said the stranger.

• Piety please, have mercy! - pleaded the killer between tears.

• Mercy like would you have with that woman? Piety as you had with your previous victims?! No my friend, there will be no mercy for you tonight. Look me in the eyes - said the specter with evilness.

The kidnapper writhed and screamed in terror as he watched the black eyes of the ghost without blinking. When the screams ceased, the dark masked man turned away from him, his hair had turned white and was trembling. The rookie rejoined and tried to flee in the truck, he started the engine without going anywhere because it turned out that the rear wheels of the vehicle were not touching the floor. The cowardly gambler tried to run but an invisible force dragged him until he was facing the fearsome spirit floating weightless. The man, unable to speak, burst into tears as he felt the specter scan his soul with his cold gaze. Suddenly the rookie felt how that sinister force released him and his feet touched the ground again.

• Are not you going to kill me? - The criminal asked in a broken voice.

• Not tonight. You would be guilty of many bad things, but it does not merit that I take your life for them, but don’t think I will let you go without any penance - said the hooded man.

• Please forgive me! I didn’t want to do that - pleaded the bettor on his knees.

• I know, but even so, you were willing to do it to settle your debts. Do not waste energy on me, I am not the one to beg for forgiveness, but that woman whose trust you betrayed. You were going to allow those two men to discharge all their rottenness in her with such erasing your actions. I would cut your viperine tongue, but I want you to tell this story so that you feed my legend. So as punishment for your amorality and cowardice, I frame you as what you are, so that the world recognizes your weakness and you can never forget your mistakes again - announced the specter.

The sinister figure put his hand on the face of the last kidnapper as he screamed in pain and the specter laughed. When the police arrived, they found the rapist with the charred heart, the leader maddened by the trauma, and the rookie reclining melancholy against the truck with a worm-shaped burn on his face while the echoes of an evil laugh were heard. Although the man never got the woman's forgiveness, he was grateful for having survived the specter and with his sanity intact.

It was past midnight, a tragic accident had already claimed a life, and it seemed that it was going to charge another. An unconscious driver lost control of his vehicle and crashed into a tree dying instantly, he would have run over a woman had it not been for his fiance to set her apart, being he himself beaten. The lady held the dying hand of her beloved while pleading for help to any entity that could answer her call, be it human ... or something else.

• Care to call the devil, he can appear, and I look more like a saint when I play devil - answered a strange entity.

• Can you help him?! I don’t know if the ambulance arrives on time! - said the desperate woman.

The spectre remained silent looking through the three holes of his mask.

• I can save him, but I will not do it for free, if I help him, you will owe me a favor that should be paid someday, I warn you, it will not be easy what I will ask for in return, but it will be fair. Do we make a deal? - asked the mysterious being extending his hand.

The woman hesitated a second.

• If you save him, I'll do anything - said the woman and shook her hand to the dark entity, accepting his treatment.

The ghostly masked man placed his hands on the dying man so that he could breathe normally and stop bleeding.

• He will have regained his health completely in a couple of months, but do not forget that one day I will return for you to keep your word - said the specter and wrapped in his cloak, disappeared into the shadows with his laugh still audible.

The ambulance arrived after several minutes, had it not been for the intervention of the spirit, the man would have perished. The months passed and the lovers married, but they did not forget the debt they had with the entity. During the dawn that happened to a night of full moon, someone knocked the door of the house and the couple went to attend. When they opened the door they found a new-born girl behind it with a handwritten letter with a cursive and elegant handwriting.

"Give this girl a good example and the opportunity to have a decent future, protect her until she is able to protect herself and you debt to me will be paid. Sincerely: The Specter. "