Un abrazo virtual desde la distancia para todos ustedes, he estado un poco ausente debido a ciertas cuestiones personales. Y que no hubo aumento de sueldo entonces nos lleva a tomar acciones y decisiones. Pero bueno, gracias a Dios estamos saludables en casa que es lo más importante y todo lo demás va llegando por añadidura porque Dios siempre está con nosotros y nosotros debemos de tenerlo presente a él en todo.

En mi diario de hoy:

Les quiero comentar que tuve una jornada fabulosa y me hace analizar que la vida es como un juego donde ganamos y perdemos, aprendemos y reimos, lloramos... Estoy agradecido a Dios por la vida, por la madre que tengo y mi hermanito... Ellos apoyándome en mis estudios de la universidad y en mis prácticas de fútbol.

Para ir a la jornada de juegos interestatales mi equipo, al que pertenezco esta clasificado y debemos dar lo mejor de todos como jugadores apasionados en la cancha. Se toman decisiones que afectan al grupo y se realizan acciones que nos demuestran lo que somos y de que estamos hechos.

Lo bueno de jugar en casa es que tenemos el conocimiento del terreno y aunque llueva o no, podemos aprender a mejorar en nuestra técnicas y desempeño. Durante las prácticas nos esforzamos muchísimo y ya queda de nuestra parte darlo todo por ganar y divertimos.