En esta oportunidad quiero compartir con ustedes algunas fotografías y una breve descripción de lo que fue mi aventura en alta montaña, específicamente mi ascenso al Pico Agua Blanca Sur. En aquella excursión pasé una semana entera acampando en el parque, por lo que adicionalmente pude coronar los Picos Pan de Azúcar y La Carbonera (de éste último ya hice una publicación comenzando el presente año.).

El pico Agua Blanca Sur es la montaña número 12 en altitud de Venezuela. Con 4650 metros sobre el nivel del mar, se ubica en el sector Páramo Agua Blanca del Parque Nacional Sierra de La Culata, Estado Mérida. Posee forma piramidal y su ascenso se hace un poco dificultoso por razones que comentaré más adelante.

Nuestra aventura inicia en el puesto de guardaparques El Jarillo a 2950 msnm, ubicado a 15 minutos del mirador turístico Páramo La Culata. Toda la ruta nos deleita con un espectáculo visual de flores, montañas imponentes, riachuelos, animales pastando y un cielo azul hermoso.

El camino nos recibe con una fuerte pendiente hasta llegar a un plano en donde reposa un humedal. Desde allí el horizonte se amplía y se puede ver el valle en todo su esplendor.

Luego de caminar un buen rato por el plano, nos topamos con una segunda pendiente, al finalizar la misma se aprecia hacia abajo parte del Valle El Muerto (debe su nombre a un corredor que murió allí de hipotermia), el río Mucujún y algunos caballos y vacas formando parte del paisaje.

Descendimos al valle, cruzamos el río y continuamos caminando por espacio de 2 horas más hasta llegar al punto llamado "Refugio II", donde armamos nuestro campamento.

El día que nos tocó hacer cumbre en el Pico Agua Blanca, nos despertamos temprano, hicimos desayuno y comenzamos el ascenso detrás del Refugio II, siguiendo el curso de un riachuelo que bajaba por un estrecho valle, entre un bosque de árboles de coloraditos. Al cabo de un rato se nos asomó en el horizonte nuestra meta:

En la foto se ve cerca y pequeñito, pero es solo un efecto visual, ya que la formación es de gran tamaño, rocosa y bastaste empinada (cuando estás en una serranía, todo lo ves cerca pero la realidad es totalmente opuesta); además, desde este punto aun estábamos a unas 3 horas de la cumbre y ni nos imaginábamos lo que vendría.

Desde este punto no se visualizaba camino alguno, por lo que recurrimos a nuestro instinto de montañistas, atravesamos el páramo repleto de frailejones, riachuelos y humedales por los espacios que considerábamos más óptimos. Ya la falta de oxígeno estaba haciendo de las suyas, pues nos hacía disminuir la velocidad cada vez más.

Superado el páramo de frailejones, tuvimos que sortear rocas sueltas de todo tamaño por unos 20 minutos para finalmente toparnos de frente con una pared de arenales que nos llevaría a la cumbre. En esta parte dábamos un paso y descendíamos dos, no había donde sujetarse, ni siquiera una matica, solo la ayuda de nuestros bastones de "trekking" e impulsos; esto sumado al poco oxígeno. Todo un reto.

Debo confesar que a mitad de esta pronunciada e incómoda pendiente, estuve a punto de tirar la toalla y regresar al campamento, pues veía cerca la ventana donde había que llegar para atacar la cumbre, pero se hacía eterno por lo que ya mencioné. Estaba agotado, con poco oxígeno y con algo de frustración. Pero pensé en que nada en la vida era fácil, que coronar esa cumbre me iba a costar pero que seguro la recompensa sería acorde. Saqué fuerzas mirando hacia atrás y observando todo lo que había logrado hasta ese punto y continué. Más lento, pero seguro.

Al llegar a la ventana me entró de nuevo el alma al cuerpo. En este punto pude observar a mi alrededor toda la inmensidad y belleza que me envolvía, me sentía diminuto. Ya estaba a escasos metros de la cumbre, faltaba escalar un poco y lograrlo. Como su nombre sugiere, la ventana es una zona de la montaña donde tienes una vista a ambas caras aun y cuando no sea el punto más alto. Aquí, como la corriente de aire podía pasar de una cara a la otra, hacía muchísimo frío.

La cumbre era un peñasco casi vertical, los últimos pasos fueron en escalada a mano y muy expuestos; obvio sentí un poco de temor y algo de vértigo, pero ya estaba allí y tenía que alcanzarla. Finalmente, luego de 5 horas de agotador ataque, logré mis 4650 msnm:

A continuación les comparto 3 últimas fotos, y son de lo que pude observar desde la cumbre a pesar de lo nublado del día:

Es probable que vean el "post" un poco largo, pero creo que se justifica porque estoy contando una aventura casi paso a paso y no quería que se perdiera algún detalle.

Le doy gracias a la vida y a Dios por permitirme hacer este y otros logros, además de los ya hechos y los que vienen; por tener la oportunidad de viajar por mi país y disfrutarlo, y por la salud que tengo que me facilita hacer estas actividades. De igual forma quiero agradecer a quien fue mi compañero montañista y fotógrafo en esta ocasión, Alejandro Terrasi, a quien quiero mucho y felicito por también haber alcanzado ésta y las otras dos cumbres que nos propusimos para este viaje.

También quiero agradecerles a ustedes por leerme y haberme dado su apoyo en estos escasos 27 días que tengo en Steemit, los cuales he disfrutado y aprovechado mucho. Éxitos para todos.