Querido diario, hoy desperté muy temprano, agradecí a Dios por este día más de vida que me regala, luego fui al baño a hacer mi aseo personal, y luego fui a la cocina para hacer el desayuno para mí familia, este día teníamos planeado hacer la comida de semana santa en familia así que después de comer, limpie todo lo que ensucie y luego nos fuimos a la casa de la abuela para poner manos a la obra y preparar el almuerzo.

Llegamos a las 9 de la mañana y me puse a hablar con mis tías un rato mientras los niños aprovechaban para jugar con sus primas, luego nos sentamos a picar los aliños, ya basta de tanta habladera, sino terminariamos comiendo a las 5 de la tarde.

Lo bonito de las tradiciones es que las podemos compartir con los más pequeños así que ellos también colaboraron, entre todos picamos los aliños, las niñas les quitaban las semillas a los aji y mi hijo los picaba en el picatodo, claro con mi ayuda.

Todos colocamos nuestro granito de arena para hacer posible está comida en familia, también todos colaboramos para realizarla, mi hermana se encargó de batir los huevos y para probar que ya estaban bien parados hizo la prueba con mi sobrina 😆, como se goza en familia, son los mejores momentos que podemos disfrutar en esta vida.

Mi papá siempre nos decía que no debíamos dejar perder las tradiciones y aquí estamos en honor a él reunidos en está tradición, como en todas la familias siempre hay alguien que tiene el sazón para la comida y en mi familia mi tío es el mejor en eso así que es mi chef estrella.

Armamos dos tortas una de pescado y otra de chigüire, wow que delicia, la verdad es que nuestras comidas son únicas, no me canso de decir que la gastronomía venezolana es una de las mejores, con las tortas en el horno tocaba esperar a que estuvieran, así que terminamos de hacer el resto de la comida, el arroz y las caraotas.

llegó el momento más esperado por todos, servimos primero la comida a los más pequeños y luego tocó el turno de los mas grandes.

Estos momentos son únicos y agradecemos a Dios por permitirnos vivirlos, el año pasado no fue posible hacer estás comidas, pero el tiempo de Dios es perfecto y este año si pudo hacerse, la comida quedó deliciosa.

En la tarde después de darnos una ducha nos sentamos a seguir disfrutando ese momento que tenemos para compartir ya que cada uno tiene sus ocupaciones y después de semana santa volveremos a ellas, mientras hablábamos yo me ocupaba de verificar algunas publicaciones en la comunidad donde soy moderadora ya que me toca la guardia de la tarde, en la noche prepare unos panes y luego me acosté a ver película en familia.

Bueno mis amigos fue un gran gusto compartir mi día con ustedes.

Gracias por detenerte un momento a leer y comentar mi publicación, saludos y bendiciones para todos.