Hace unos días un grupo de se encontraban reunidos platicando de la cotidianidad de su vida, ellos se llamaban Carlos, Sophia y Marcos, los chicos comentaban que esto los estaba invadiendo y ya sus vidas carecían de ese espíritu aventurero que los caracterizaban, así que para retomarlo decidieron emprender un viaje.

Está vez su aventura sería hacia la Gran Sábana, Sophia les dijo a los muchachos que esa sería un maravilloso lugar rodeados de la más hermosa Dios nos pudo regalar para ser disfrutada, el viaje sería largo así que dispondrían de una semana para hacerlo, prepararon su equipaje y empacaron todo lo que necesitarían en el lugar, carpas, repelentes, ropa cómoda, comida, linternas, entre otros equipos. Después de emparcar y dejar todo arreglado en el carro se dispusieron a descansar para salir al otro día muy temprano en la mañana y así aprovechar los primeros rayos del sol.

Al día siguiente partieron muy temprano desde Ciudad Bolívar, llenos de mucha ilusión y ganas de disfrutar de ese hermoso paraíso, en el camino disfrutaban de buena música y echaban chistes, pasaron los tres primero pueblos Upata, Guasipati y el Callao allí hicieron su primera parada aprovecharon a desayunar y tomar algunas fotografías de ese hermoso lugar lleno de mucha cultura e icono de muchas tradiciones, al terminar continuaron su camino ya que deberían estar en el kilómetro 88 en donde se quedarían en casa de la tía de Carlos para continuar su viaje al día siguiente. Llegaron con bien a la primera parada en dónde descansarían para continuar con su viaje, allí los recibió la tía de Carlos que les brindo cobijo y comida por una noche.

Al día siguiente partieron con mucha alegría para seguir su camino, anciosos porque ya estaban cerca, en el camino obsevaban la hermosa naturaleza que los rodeaba y experimentaban ya el cambio de clima que caracterizaba la zona, justamente al frente ya se veía la piedad de la virgen lo que implicaba que ya estaban más cerca de su destino, pasaron varios kilómetros y se toparon con la inmensidad de la Gran sábana, los jóvenes no podían describir lo hermoso del lugar, aquella planicie inmensa y al fondo junto a las nubes los tepuyes, wow cada momento era una gran emoción, continuaron con su camino visitando cada salto que se le presentaba en el camino, nutriendose de esa energía y afianzando sus lazos de y aventura que los caracterizaba.

Llegaron a su destino el Salto Kama Meru, allí se prepararían para montar su Carlos y Sophia acomodarían la carpa mientras Marcos recolectaba la leña para hacer la con todo listo se prepararon para hacer la comida mientras cantaban al rededor de la fogata y contaban cuentos y chistes.

Admiraron el cielo con un sin fin de estrellas y se dieron cuenta que habían llegado al paraíso, que simplemente al estar en contacto con la naturaleza era la mejor experiencia que les había pasado, está habría Sido la mejor aventura que habían tenido estos jóvenes amigos, todavía les quedaban días por seguir conociendo esos hermodos lugares llenos de cascadas que revitalizan el alma, así que tratarian de absorber toda la energía que les regalaba aquel lugar.

Gracias por detenerte un momento a leer y comentar mi publicación, saludos y bendiciones para todos.