Al recibir la noticia de su partida, una frase resonó en nuestras mentes: "No te digo adiós, sino hasta luego." Aunque sabemos que nuestra existencia en este mundo es transitoria y que somos seres espirituales viviendo experiencias humanas, la ausencia de aquellos que amamos es difícil de aceptar.

En nuestra comunidad, disfrutábamos de sus escritos llenos de manualidades, fotos, relatos de su día a día, y esos encendidos que compartía cada vez que tenía Steem disponible. Su presencia era una constante fuente de inspiración y calidez.

¿La vamos a extrañar? Sin duda alguna. Sus relatos, sus vivencias y su lucha diaria contra las adversidades que enfrentaba eran testimonio de una fuerza y resistencia admirables. La señora @venturabogarin enfrentó su destino con una valentía que nos conmovió a todos, y su partida deja un vacío profundo.

Nos duele pensar en lo que no hicimos y en las palabras que quedaron sin decir. Sin embargo, cuando sintamos su ausencia o necesitemos recordar su esencia, solo tenemos que visitar su blog. Allí, en cada entrada, ella nos dejó un pedacito de su alma, un legado de anécdotas, enseñanzas y momentos compartidos.

En esos escritos, encontramos consuelo y la certeza de que su espíritu vive en cada palabra que nos dejó. Aunque no podamos verla ni escuchar su voz nuevamente, su legado permanece, recordándonos que cada ser humano deja una huella imborrable en quienes lo conocieron.

Así, no le decimos adiós, sino hasta luego, con la esperanza de que algún día nos reencontraremos. Hasta entonces, su memoria seguirá viva en nuestros corazones, guiándonos y dándonos fuerza para enfrentar nuestras propias luchas, inspirados por el ejemplo de su vida.