En una pequeña ciudad en los Andes Venezolanos, los habitantes de allí acostumbran contarse cuentos en las noches frías de fines de semana, reunidos junto en torno a la mesa en cada casa mientras comen, cantan y cuentan, cada historia contada se repite como una costumbre relacionada a cada fecha, por costumbre como muchas historias cristianas las navideñas se repiten cada noviembre y diciembre. Las historias que por costumbre se cuentan en mediado de junio coincidiendo con el solsticio de verano se aleja de las costumbres cristianas traídas por la conquista, estas historias se dice que son muy antiguas y que el tiempo casi las olvida, son las historias de un ser alado de extraño color gris y blanco, algunos le dicen demonio de la montaña, otros le llaman Tutuchét boca de fuego.

Portada de la Publicación colage de Gustavo Mory

Las historias del demonio de la montaña lo describen como un animal de mirada enrojecida con un par de cuernos manos como de garras, cola de serpiente y de su lomo un par de alas de demonio. Todos repiten siempre las mismas historias, dicen que el los meses de mayor calor aparece para comer, volando llega para atrapar todo animal que se encuentre solitario, las madres advierten a sus hijos nunca corres solos en los valles de montaña porque a niños y aún los adolescentes pueden ser cazados por el Demonio de la montaña.

Dibujo realizado por Gustavo Mory - bajo programa Paint-Windows

Esta es la historia de un joven que dice haber sido capturado por Tutuchét:

Era el año de 1995, fue un años muy caluroso, en esos días cercano al junio 21 en muchas ciudades del pías se encontraron bajo las advertencias de sequia en los embalses de muchas ciudades, por suerte la mayoría de las ciudades de los estados andinos no padecían de la falta de agua, más si se pedía hacer uso racional de la misma, Julio un joven de 15 años invitó a un grupo de sus amigos para practicar el senderismo, querían aprovechar que no serian sorprendidos por lluvias o nevadas, así tres de ellos salieron con equipo de montañismo muy simple, solo querían pasar una o dos noches en la naturaleza, Julio que siempre fue el mas curioso y arriesgado luego de llegar al lugar donde armaron sus carpas y organizaron un campamento rustico, se separa con el fin de recorrer los paisajes. Mientras caminaba , Julio observo que en un valle muy cerca de donde estaban un pequeño animal, como un felino de color negro corría como huyendo de algo, miro a los lados y no vio nada, así que se levantó sobre una roca para tener una vista mejor cuando de pronto sintió un golpe fuerte y unos punzantes dolores en ambos hombros mientras la sensación de ser levantado y tener sus pies en el aire, había sido capturado por algún animal muy grande que habiéndole clavado sus garras una en cada hombro lo levanto por el aire, el pánico se apodero de Julio, mientras gritaba llamando a sus amigos trataba de abrir las garras usando sus manos, pero se hacia imposible por lo fuerte del agarre, observaba que su color gris semejante a las piedras lo hacían difícil de divisar en el cielo, no hacia ningún ruido animal, solo un fuerte jade semejante al de una respiración muy fuerte, cuando se encontró a gran altura se dejo desmayar por el pánico que lo agobiaba. Cuando despertó, julio descubre que se encontraba dentro de una cueva, se encontraba junto a unos huesos de animales, era claro que estaba en el nido de ese extraño animal, al darse cuenta que estaba solo tomo los huesos mas grandes y se armo de ellos para defenderse intentando buscar la salida se encuentra de frente al demonio y por fin logra verlo, el animal sorprendido hace le ruido semejante a un gran jadeo y en ese instante Julio introduce uno de los huesos dentro de la boca del animal mientras le golpea por los ojos con el otros hueso, al instante el demonio lanza fuego de su boca y por encontrarse cegado por los golpes Julio logra salir y huye de la cueva.

Durante varios días vaga por entre las montañas, pocos días después es encontrado por un grupo de rescatistas que lo buscaban, por su ausencia los amigos que lo acompañaban hicieron el reporte de extraviado, lo que sorprendió a muchos era que se encontraba en otra montaña muy distinta a la que habían decidido acampar, es así que Julio cuenta una extraña historia que aún tiene intrigado a muchos, pero sus heridas en ambos hombros son la prueba de su aventura.