Un cordial saludo a toda la familia de la Comunidad Latina. En esta semana 5, se nos invita a participar en un tema muy sensible, que tiene que ver con "La lucha es rosa", que es alusivo a la batalla que enfrentan las mujeres contra el cáncer.

En esta oportunidad contaré la historia de la hija del pastor de la iglesia cristiana donde me congrego, quien padeció de "Cáncer de Ovario" y ocurrió un misterioso milagro.

Invito a mis amigos @nanidi, @mireyalongart y @pelon53 a sumarse a esta iniciativa.

Así comienza la historia.

Mithalmary Calvo tenía 15 años cuando empezó a sentir fuertes dolores en la zona de los ovarios. Sus padres son pastores de la iglesia cristiana a la que asisto.

Era domingo cuando la niña comenzó a sentirse mal. Los padres, al salir de la iglesia, llevaron a la niña a una clínica privada donde el diagnóstico fue cáncer de ovario.

Toda la familia quedó en un susto así como toda la iglesia. La operación que había que hacer era muy cara y el médico había informado de que el cáncer ya llevaba tiempo allí y estaba avanzado. Recomendó que la enviaran urgentemente a un hospital en Ciudad Bolívar donde había buenos especialistas.

Tres días después la niña ya estaba hospitalizada en Ciudad Bolívar. Los médicos dijeron que el cáncer ya había hecho metástasis y no había opción de que viviera.

La niña, a pesar de sus fuertes dolores, les dijo a sus padres que llamaran a las iglesias de todo el país para hacer una cadena de oración. Los padres contactaron a los pastores que conocían y así comenzó una gran campaña de fe y oración.

Aunque la niña se quejaba de dolor, los médicos aseguraron a los padres que las posibilidades de vida eran que de cada cien pacientes, sólo uno podría salvarse. La madre dijo que se aferraba a ese milagro.

Los médicos dijeron que realizarían la operación al día siguiente.

El cáncer desaparece.

Los médicos tenían todo preparado para la operación, aunque, para ellos, hacer la operación era demasiado.

La noche antes de la operación, los padres dejaron a la niña sola en la habitación y bajaron a una iglesia cristiana cercana al hospital. Mientras estaban en la iglesia, la niña contó una experiencia que había tenido en la habitación.

Cuando los padres llegaron a la habitación sobre las 21:00, se dieron cuenta de que la niña no se quejaba mucho del dolor y preguntaron a las enfermeras si le habían dado el analgésico y les dijeron que aún no se lo habían dado.

Cuando la niña abrió los ojos, sonrió y les dijo a sus padres que no sentía dolor y les dijo, mientras ustedes estaban en la iglesia, tuve una visión, donde vi una paloma blanca acercarse a mi cama y colocar su pico en la zona donde estaba el cáncer y desde ese momento, dejé de sentir dolor.

Los padres se sorprendieron y en su fe pensaron que se trataba de un milagro, sin embargo, llamaron a los médicos y aunque estaban sorprendidos por la mejoría que mostraba la niña, les dijeron que mañana por la mañana realizarían la operación.

Los médicos no creen en milagros, pero cuando abrieron el cuerpo de la niña, se sorprendieron al ver que los ovarios estaban limpios y los demás órganos que se habían desprendido estaban en su lugar.

Cuando vieron que todo lo afectado por la metátesis estaba limpio y sano, uno de los médicos salió de la operación y gritó con voz llorosa: ¡La niña no se va a morir, ha ocurrido un milagro, que a los médicos nos cuesta creer!

Cuando la noticia corrió por toda Ciudad Bolívar, los medios de comunicación fueron al hospital y desde allí dijeron: "¡Impacto de Dios, una niña con cáncer acaba de recibir un milagro y ahora va a vivir!

Desde entonces, este testimonio ha sido contundente en Venezuela y en el Estado Anzoátegui. La muchacha continuó sus estudios, se graduó de ingeniera, trabaja en Pdvsa y es esposa de un joven pastor. Hoy tiene 43 años y sigue dando su testimonio e invitando a la gente a poner su confianza en Dios.

Realizan campañas donde predican y hablan de los milagros de Dios y muchas personas acuden a la iglesia que fundaron.