Pasajeros | Story Parte III

Recomiendo leer este relato con está música.

Si esta es la primera vez que me lees, te recomiendo ir primero a estos links 1 y 2, que son lo anterior a esta historia.

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Ellos creían que eran pasajeros. Lo que no sabían es que el destino les estaba preparando un viaje más largo aún, el más dulce y emocionante; uno lleno de pasión, diversión y amor.

Ella se negó a ver la realidad, a verlo a él -al menos por un tiempo-. Su corazón adolorido quería amar sin barreras y sin miedo lanzarse al vacío, pero su cerebro llevó la terquedad a tal punto, que empezó una guerra en su interior.

Ella no podía dejar de verle por mucho tiempo, necesitaba estar con él, aunque la palabra por la A no entraba en su vocabulario.


Él estaba tan enamorado, que iba a aceptar lo que sea que ella le quisiese dar.

Envenenados por malas relaciones, negados a amar, luchando contra el amor... y enamorados.

Como unos adictos, dependientes de lo que sentían al estar juntos, así siguieron: por esas sonrisas, las miradas, los roces y aquel fuego arrasador. La chica se negaba a aceptar sus sentimientos, pero no podía alejarse. El joven decidió que lucharía para que la joven lo quisiera como él la quería a ella, era todo o nada.

Porque ella estaba enamorada, él lo sentía. El corazón iba ganando.

La última gota que derramó el cauce fue la invitación a una fiesta familiar. ¿Quién diría que ese sería el detonante? Las acciones valían más que la palabras y, cuando se vio envuelta en el lio pre-celebración, a punto del pánico, fue él quien la acobijó y le brindó tranquilidad entre sus brazos.

Oh, dulce sensación.

Lágrimas caían en silencio cuando tiempo después, la confesión susurrada unió dos corazones. Te quiero, lo hago en serio. Lo sé, sabes que es mutuo.

Profundos suspiros, como si pudiesen respirar después de tanto tiempo, alivio. La felicidad crece galopante en la habitación, se palpa, sabe a vainilla y miel. Ambos ríen, no quieren separarse y harán lo que sea para luchar por eso.