Sueño de un fundashi/ fujoshi (Parte 5)

Narra Sebastian.

Voy de camino hacia la habitación que comparto con Anirak. La directora me ordenó que le dijera sobre su tiempo de vacaciones para que pueda visitar a su familia, al parecer le van a dar dos semanas como máximo para que pase tiempo con su familia y arregle todo con ellos.

Al entrar a la habitación pude ver que aún estaba dormido –¡Tan hermoso!– Pensé, dormía como un ángel sobre la cama. Él no se merece todo lo que le está pasando, lo bueno es que me tiene a mi y siempre lo voy a apoyar en todo lo que haga falta. Voy a aprovechar que está dormido para prepararle el desayuno y tratar de animarlo un poco.

Narra Anirak.

Me desperté, agarré mi celular para ver la hora y eran las 8:10, ya era tarde, me quité la ropa mientras la lanzaba lejos y entré al baño para darme una ducha rápida. Mis padres fallecieron ayer y me es imposible no sentirme mal, cada palabra que les dije, cada cosa que ice, realmente me arrepiento, ojala pudiera devolver el tiempo para darles un último abrazo y pedirles que me perdonen por todo, por ser un mal hijo y decepcionarlos.

Salí, me vestí y entré rápido a la cocina. Pude ver que Sebastian estaba de espalda preparando algo, ¿No tiene clases ahora?, recordé que ayer dormí con él y automáticamente me sonroje, se que solo dormíamos en la misma cama pero aún así me sentía avergonzado.

—Ah... Por fin te levantas, ¡Buenos días¡ –Dijo volteandose para mirarme.

—Buenos días, ¿Que haces aquí?. Deberías estar en clase.

—No te preocupes, toma asiento. Hoy hable con la directora y me pidió que te dijera que tienes dos semanas libres para ir a visitar a tu familia y que arregles las cosas. Yo tengo el día libre para ayudarte en lo que necesites.

—Muchas gracias, enserio, gracias. –Dije para luego inconscientemente comenzar a llorar.

—No llores, no me gusta verte así. –Dijo mientras con su pulgar acariciaba mi mejilla.

—Disculpa por molestarte, no quisiera ser una carga para ti.

—No te preocupes, lo hago porque quiero, nadie me está obligando. Yo estoy aquí para lo que necesites, mejor vamos a desayunar que se va a enfriar.

Me abrazó y sirvió la comida. Comenzamos a comer, había un silencio algo incomodo el cual decidí romper.

—¿Por qué me ayudas?, creí que te caía mal, es decir, nunca le caigo bien a nadie, siempre me ven como algo raro, por mis gustos, mi... Mi forma de ser; no tengo amigos, prefiero estar solo a que alguien me este diciendo que hacer o como hacerlo, con mis padres era lo mismo siempre que trataban de decirme que hacer yo solo los ignoraba y me iba, ahora no sabes cuanto me arrepiento. Yo debería estar muerto. –Dije todo sin pensar, solo necesitaba que alguien supiera lo que sentía.

—En primer lugar, tu me caes bien. Hay personas que tienen envidia de ti por como eres o por lo que tienes, no deberías dejar que eso te perjudique. En segundo lugar, si no tenias amigos pues ahora tienes uno y no es precisamente para decirte que hacer sino para apoyarte y ayudarte en lo que necesites. Por último, no deberías sentirte mal con tus padres pues como dije ayer ellos te amaban y estoy seguro de que no les gustaría verte así de triste.

Las palabras de Sebastian eran tan bellas; es decir, siento que es el primer amigo que tengo que de verdad le importa lo que pueda pasarme, sus palabras me ayudan a subir mi autoestima – Comencé a llorar y él solo se acerco a mi, se agachó y me dio un abrazo – Un abrazo tan cálido; me encanta su olor natural, así que lo abrase con mas fuerza para luego aspirar su olor.

—¡Gracias! –Dije susurrando en su oído.

Narra Sebastian.

Sentí como Anirak aspiraba, no pude evitar sonrojarme un poco cuando susurro a mi oído –Sus suaves palabras penetran mi oído– Lo abracé por un rato más mientras él seguía llorando –Pude sentir sus lágrimas en mi hombro– Me separé de él, seque sus lágrimas y le di un beso en la frente –Noté como sus mejillas tomaban un color rosa, vi sus labios rojos y suaves –Quería besarle pero no lo hice, debía aguantarme, mejor esperaré otro momento para hacerlo, ahora no debía confundirlo más. Acaricié su cabeza alborotando un poco su cabello, él solo bajó la mirada.

Me senté en mi silla para terminar mi desayuno, luego me levanté y puse mi plato en el mesón de la cocina, él hizo lo mismo y luego salimos de la cocina.

K.💖