Mis paseos con Adele. Parte V

in #writing7 years ago (edited)

Está bien seguiré tú consejo, el cual es muy sensato. Que descanses y ha sido un placer inmenso el poder conocerte y que hayas decidido dejar que te acompañe en las caminatas.
Hora de irme, un día más de trabajo cumplido y un día más de ilusión, de sorpresas y de cavilaciones, de alguna manera de preocupación, pero esa preocupación no me preocupa, me preocupa las cosas que van a suceder y como las voy a enfrentar, como las voy a asimilar, y que estas cosas que van a suceder no me aparten de la sensatez, de la cordura y de la esperanza de lo que suceda y que sea, para bien de nuestro espíritu y de nuestra alegría, de que sucedan. Llego al edificio con ganas de encontrarme a Adele, no se para que, ya que nuestros encuentros públicos deben ser muy discretos, y así evitar comentarios mal sanos, pero no la vi, llego al ascensor y hasta el piso del apartamento, entro a él y Alejandra como siempre en el computador trabajando.
_ Hola amor, que tal como te ha ido?.
_ Hola mi cielo, aquí con este programa, que ya no sé qué hacer, volvieron a echarme el proyecto para atrás, puesto que la justificación no está muy bien sustentada y como esto va al CONACYT, tiene que tener sólidos argumentos para darle celeridad al mismo, y no sé qué más sustentar, puesto que todo lo revisaron, los demás responsables y les pareció bien. Pero para el CONACYT le falta sustentación para justificar los objetivos.
_ Bueno, reúnete con los otros responsables y fijan alguna estrategia que los lleve a justificar y a sustentar eso objetivos.
_ A parte de esto, que hay para cenar, me gustaría algo ligero de preparar, no se pan con huevo o si quedo pollo del almuerzo, o mejor te pones a preparar un par de sándwich para los dos.
_ Hay amor, te puedes esperar un poco hasta que le dé idea a esto.
Me acomodo en la sala, enciendo la televisión y me pongo a ver uno de mis programas favorito, Alejandra termina lo que está haciendo y se pone a hacer la cena, cenamos algo muy sabroso y continúo viendo la televisión, costumbre esta que uno adquiere cuando se está solo, es decir cuando no hay hijos, Alejandra se suma y disfrutamos un rato de la compañía de cada uno. Una vez culminado ese momento seguimos viendo televisión y el sueño empieza a llamarnos, me voy a acostar le digo a Alejandra, ya te acompaño déjame finiquitar esto.
Una vez en el cuarto o en la habitación, tomo el teléfono para colocarlo en un sitio donde lo pueda alcanzar cuando suene la alarma, veo un mensaje.
Hola, buenas noches, hoy le seguí su consejo y salí con Verónica para el cine, y luego fuimos a comer y hablamos un rato, de los preparativos para el grado, de Andrés y de Lorena y de todo, cuáles son mis planes y en fin.
Hola, que bueno que te hayas reunido con tu mama eso me parece excelente para las relaciones de padres e hijos, cuando llegué de la universidad creía que te iba a encontrar, pero lo que hiciste es más significativo, espero que esas relaciones se mantengan siempre, eso es maravilloso. Bueno que descanses y que duermas bien.
Vamos a caminar mañana?.
No, no acostumbro a hacer ejercicios los fines de semana, ese tiempo lo dedico para hacer diligencias, como ir al supermercado, y en fin todo lo que no puedo hacer entre semana.
Es decir que nos veremos el lunes?
Creo que sí.
Bueno que descanses, y buenas noches.
Buenas noches.
Me dispuse a dormir, Alejandra llego mucho después y también se acostó.
_ Mañana si puedes, acompáñame para donde Jesús, necesito que le revise el aire al carro.
_ Si, vamos y cuando salgamos, vamos a buscar las camisas que lleve a la tintorería y si podemos pasamos por la carnicería a ver si compramos algo de carne, ya que nos vamos a convertir en vegetarianos.
_ Si sería bueno, buenas noches amor.
_ Buenas noches mi cielo.
No me dormí de inmediato, me hizo falta ver a Adele, solamente verla, aunque también deseaba besarla de nuevo, su atrevimiento causo en mí una conmoción que despertó, mucho rato después que nos dejamos de ver, como no podía dormir, bueno no es que no podía dormir, es que la emoción del momento no me dejaba dormir, tuve que levantarme y me fui a la sala, encendí el televisor y me puse a ver algo, pase los canales y no encontré nada interesante, en verdad no había nada interesante, lo único interesante era pensar en Adele, me serví un ron y me quede contemplando la noche, me serví otro ron y me acorde lo que me dijo Alejandra para acompañarla el sábado y tuve que acostarme. Por suerte los rones me cayeron bien y me dormí de inmediato. Sábado temprano me desperté como a las nueve y cuarto, ya Alejandra estaba levantada y haciendo el desayuno, me pare y me duche y listo, desayunamos y salimos a hacer las diligencias, ocupamos buena hora del sábado y llegamos al apartamento ya para la tarde, por supuesto fin de semana, el domingo no hay mayor compromiso y me puse a hacer la cena y a tomarme unos rones, antes era wiski pero con esos precios ya no se puede libar esa prestigiosa bebida, pasamos una hermosa velada, cenamos , vimos una película que por cierto duro hasta tarde y luego a dormir, gracias a esos maravillosos rones, me dormí de inmediato.
Domingo, el maravilloso domingo, siempre me ha encantado ese día, eso sí hasta las tres o cuatro de la tarde, porque después me acuerdo que el siguiente día es lunes y otra vez a enfrentarnos con la rutina, pero me sucedió algo diferente, algo que me hacía anhelar el lunes y sobre todo después del mediodía, ya que era el momento de mi encuentro con Adele. Creo que el domingo es el día que pasa más rápido, cuando uno menos se percata llega la tarde, claro pasando por el medio día, el domingo uno duerme más de la cuenta, el domingo se presta para inventar platos de comida, algo exóticos, bueno hoy en día todo lo que se haga para comer es exótico, puesto que ya no se consiguen ingredientes variados, sin embargo uno inventa, hicimos unos espaguetis a la Boloña, y esto es exótico, puesto que uno le agrega tomates enlatados, y estos ya son exóticos, apartando la carne molida que también es exótica, se acompañan con pan tipo francés y un refresco, queso parmesano y buen provecho, una vez degustado esta exquisitez, le entra a uno ganas de darse una siesta, pero yo no quise siesta y en vez de eso me dispuse a caminar un rato, para recordar y meditar mis paseos con Adele, me fui a la “camineria”, di unas vueltas, despacio, pensando un poco, pero no deseaba pensar, quería revivir lo vivido y decidí regresarme a casa, llegue, Alejandra estaba durmiendo y yo no tenía sueño, no tenía ganas de estar ahí, quería ver a Adele y trate de controlar ese deseo que me estaba preocupando, porque me estaba dando la sensación de que me estaba obsesionando y no era lo deseado, ya que el secreto de esta relación tiene que ser la discreción y el dominio de las emociones, y en la forma que lo estaba sintiendo no era lo más apropiado, así que decidí tomarme un ron viendo algo de televisión, me termine el ron y como no había nada interesante en la tele me decidí darme un camarón. Al rato se despertó Alejandra, la sentí porque lo que estaba haciendo era dormitar y me invito a la iglesia, me pareció bien, nos arreglamos y nos fuimos a la iglesia, al salir de la iglesia pasamos por la panadería compramos algo para cenar y de nuevo al apartamento, en el apartamento Alejandra se puso a preparar su clase del lunes y yo me fui al computador a ver noticias, algo del Facebook y así pase un rato entretenido, cruce alguna correspondencia con amigos en el exterior, y leí algunos comentarios interesantes y en algunos le di mi punto de vista, terminado esto me puse a hacer la cena, cenamos, hablamos un rato vimos algo de televisión buscando alguna película interesante, conseguimos una con Bruce Willis, el último mohicano, y nos quedamos viéndola, una película con algo de violencia, pero ese actor lo hace bien y la vimos completa, ya cercano a la media noche nos decidimos irnos a la cama. Me agrado el domingo, a pesar de mis tribulaciones, lo pase bien en compañía de Alejandra.
Cinco de la mañana, mi teléfono, fiel, me llama y al piso porque si no pierdo, recoger agua, servirme el jugo y hacer el café, ese es mi comienzo de semana, salimos del edificio a eso de las siete de la mañana, a nuestra faena diaria. Llego a la oficina pensando en mi encuentro con Adele, llegada la hora de irme, la anhelada partida con mi encuentro, con un encuentro deseado y anhelado, los nervios y el deseo se confunden, nervios de verla, deseos de verla, me dirijo a la casa, llego, preparo algo ligero para almorzar, me sirvo un ron, lo devoro de un trago y me sirvo otro ron y lo saboreo despacio, trato de estar tranquilo mientras espero y me cambio, llega la hora de irme y listo. Bajo y me dirijo a la” camineria”, trato de estar tranquilo, no debería sentirme así, no a mi edad, comienzo la primera vuelta y al llegar al punto de partida la veo llegar, me detengo a esperarla.
_Hola como ha estado, me pregunta.
_ Hola, bien y tu como estas?
_También bien, un poco agotada, ya casi me quedaba en la cama.
_ Y eso, te duele algo.
_ No, es que este fin de semana nos fuimos para su tierra, es decir para la Puerta, para casa de una amiga de Verónica que nos había invitado hacía tiempo, y como no iba a caminar y para seguir su consejo decidí acompañarla.
_ Ha, bien hecho, y como le fue.
_ Bien, disfrutamos mucho, al llegar nos fuimos al pico del Águila, bueno no precisamente al pico, casi llegando, de ahí nos desviamos para un sitio que llaman el páramo de Piñango a casa de una amiga de nuestra anfitriona, estuvimos un rato, trajimos unas cosas que le dio la señora a Gladys la amiga de Verónica, y al rato regresamos, llegamos de nuevo a la puerta, de ahí nos fuimos un rato a la plaza y después de nuevo al apartamento de la amiga de mama, nos tomamos unas cervezas, la amiga de mami nos invitó a comer y después a la cama, claro ya era tarde, casi la media noche, caí como dicen como un tronco y me quede inmediatamente dormida, el domingo nos paramos temprano y nos fuimos a misa, me gusta ir a misa en esos pueblos, pareciera que la misa es como más placentera y más acogedora, no sé porque me da esa sensación. Y usted que hizo?.
_ Casi lo mismo que usted, pero aquí en Maracaibo, salí e hice unas diligencias con Alejandra, llegamos tarde al apartamento, hicimos la cena, cenamos vimos algo de televisión y a dormir, el domingo también fuimos a misa pero en la tarde, en el día, me pare un poco tarde, aprovechando para dormir más de la cuenta, hicimos almuerzo, salí un rato a caminar, no quería dormir, regrese, Alejandra si se quedó dormida, me senté un rato a ver algo en la tele, y después me fui a darme un camaroncito, y como le dije fuimos a misa y de regreso pasamos por la panadería compramos algo y para el apartamento, un día no de sorpresas pero si de satisfacción.
_ Lindo día, día familiar.
_ Si, igual que el suyo, pero en otro estado, y a qué hora regresaron de la puerta.
_ Después del mediodía, pero nos paramos un momento en Valera, no mucho y continuamos el viaje, más o menos como a eso de las siete ya estábamos aquí en el apartamento.
Con esta conversación pudimos completar tres vueltas a la caminata, cosa que me agrado bastante, aunque deseaba besarla, pero como las cosas iban fluyendo de manera muy tranquila no quise precipitarme, no sabía si lo de la semana pasada de verdad que había sido un sueño, pero no fue un sueño sino que fue una realidad.
_ Me extrañó, por allá lejitos pensó por un momentico en mí?
Esta pregunta, que la esperaba, me agrado, porque confirmaba que no había sido un sueño lo que había pasado en la “ camineria” con mi fascínate amiga y compañera del camino.
_ Si, te extrañe y mucho, más de lo debido, te extrañe tanto que me extrañe yo mismo, así de intenso es este sentimiento hacia ti.
_ Y tú, me extrañaste?
Si te extrañe, te extrañe, te extrañe tanto que quiero besarte.
Nos besamos, nos besamos, que no importaba que nos vieran, que vieran nuestra relación, me dio miedo, un miedo que revelara que mi relación con Adele era una relación sincera y prohibida, prohibida porque pertenecíamos a mundos distintos, a mundos diferentes en cuanto a forma y pareceres. Sin embargo estos mundos no nos diferenciaban en nuestro amor, amor que sentíamos el uno hacia el otro, era un amor profundo, un amor que nos estaba despertando a una realidad desconocida, tanto a ella como a mí, seguimos caminando, ya no como distintos, sino como iguales, iguales, a personas que simplemente se están amando y que no les importa la posición de los demás. Antes no lo había pensado, pero dentro de mí había algo que me inquietaba, que me hacía poner en juicio mi actuación, de un hombre mayor con una chiquilla a la que le triplicaba la edad.
_ Que piensa, me dijo _ que te veo y te siento tan callado.
_No, solo camino a tu lado, y trato de no pensar porque si pienso tendría que retirarme y dejarte sola.
_ Y tan grave es esta situación?
_ No, no es grave, simplemente es, que a mi edad no pensé que se repitiera situaciones que viví en mi adolescencia y también en mi primera madures.
_ Como así, no entiendo, y disculpa mi letargo.
_ No te preocupe, solo te pido que me tengas paciencia, no es fácil para mí lo que estoy viviendo.
_ Y para mí tampoco es fácil, el haberme enamorado de un hombre como tú.
_ Como es eso de un hombre como yo.
_ Si, de un hombre con tanta experiencia, como la que tú tienes, experiencia de vida, porque me imagino que has trajinado demasiado en tu vida.
_ Si tengo experiencia, aunque algunas veces esa experiencia no me ha ayudado mucho, he cometido muchos errores y los he tenido que pagar un poco caros.
_Yo, en lo personal creo que esa es la vida, se cometen errores, porque si no sería demasiado aburrido que todo le salga a uno como uno quiere que le salga, es decir muy bien, a veces los errores enseñan más, y además si eso sucediera no se aprendería a vivir.
_ si, tal vez tengas más razón que yo, eres joven y tienes la mente poco contaminada y esto es un signo positivo, ya que le es más fácil a uno desechar lo que no le conviene, y de esta manera comenzar de nuevo y no habrá traumas.
_ Si eso puede ser verdad, lo sabré más adelante cuando haya vivido más.
_ Bueno Adele, no me hagas caso, yo debería darte ejemplos más gratificantes, por lo tanto, sigamos caminando que se me está haciendo la hora de retirarme.
_ Y si lo invito a mi casa antes de irse.
_ te agradezco mucho tu invitación, pero dejémosla para otro día, recuerda que aún no he almorzado, y debo ir al trabajo y no sé si me da tiempo de hacer ambas cosas, es decir almorzar y ducharme.
_ Sabes porque este fin de semana trate de no comunicarme contigo?
_ Me gustaría saberlo, puesto que yo tampoco intente comunicarme contigo, y mi caso fue pensar que tú también necesitabas espacio y tiempo, para saber si yo soy tu sueño y tu realidad.
_ Lo mío fue que tú me dijiste que necesitaba estar solo para pensar y eso fui lo que hice.
_ Le agradezco lo que hizo, y en verdad lo pensé y se lo voy a decir, creo que sí, que estoy enamorado suyo, pero quiero decirle que este sentimiento no significa un compromiso, ni suyo, ni mío, solo es eso, es un sentimiento personal que no involucra a nadie, ni siquiera a mí mismo. Solo es eso, un sentimiento, y cuando se deba romper, finalizar, o desvivirlo se hará sin ningún trauma, sin ningún resentimiento, venga de su parte o venga de la mía.

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