<< SOMBRAS >>

Ante todo, quiero enviar un saludo cordial y un fuerte abrazo a toda la comunidad de steemit, seré breve, ya que no quiero cargar éste preámbulo de expresiones grandilocuente, sino que por el contrario quiero que sea lo más sencillo y diáfano posible; la verdad tengo en mente varias historias que pretendo poco a poco convertir en relatos y que a medida de que los escriba y les agregue más detalles al contexto espero que tales relatos cobren vida y se conviertan algún día en verdaderas obras literarias, por tal motivo “Sombras” es una de esas historias que deseo escribir y compartir para ustedes; juzguen la calidad del presente escrito y sobre todo disfruten de éste género del horror que iré creando poco a poco, muchas gracias.

Luego de una larga excurso, David cansado se siente en el tronco cortado de lo que alguna vez fue un frondoso árbol de mango, mientras registra entre sus cosas para buscar la cantimplora ve a los lejos un pequeño foco de luz que llama poderosamente su atención y que lentamente se va aproximando hacia él en la oscuridad, sintiendo curiosidad trata de fijar la mirada en aquella figura, observando que dicho resplandor se va haciendo cada vez más tenue, y en unos pocos segundos tan solo puede distinguir el torso de aquella presencia que de pronto comienza a gritar y gemir de modo aterrador; David estupefacto se pone de pie enseguida y desesperado corre para ayudar a la que por los alaridos identificó como a una mujer, al poco tiempo de llegar observa que la antorcha, ya en el suelo, alumbra a medias el torso de la mujer que comienza a balbucear del dolor, y arrastrándola por un brazo hasta el foco de su luz se encuentra de que ésta ya no posee piernas, pues todo su miembro inferior ha sido totalmente desgarrado hasta su vientre.

Con fría tranquilidad y resignación cierra los ojos de la mujer ya muerta, y procede a revisar el bolso que llevaba ella puesto para ver si alguna de las cosas que traía le es útil, consiguiendo un trozo pan, algunas latas de comida, un recipiente con agua y algunos documentos de identificación que procedió a leer.

Eran las 3 de la tarde, y David estando a unos pocos kilómetros de la frontera que limita San Lorenzo con Puerto Gris, observa a lo lejos el tenue resplandor que emana de la urbe de Santa Teresa, y enseguida emprende su marcha dejando atrás los resto de la mujer para que sea la oscuridad la que de sepultura a su cuerpo, y es a partir de ese instante que su mente comienza a comprender la realidad de lo que está viviendo, sintiéndose insignificante y vulnerable ante toda la lobreguez que inunda aquel lugar; a medida de que avanza se hunde en los más profundo del pensamiento, y aunque pareciera que meditara sobre el resplandor que ilumina cada uno sus pasos, la verdad es que su ánima se encuentra dispersa y ausente como si estuviera en un estado trance hipnótico ajeno a la oscura soledad que adsorbe su luz.

Una mezcla de sentimientos culpa y de frustración asaltan a David por no haber podido ayudar a aquella mujer, y tales sentimientos hacen avivar la llama del horror abriendo la puerta al miedo, a la ira y a la desesperación; en cada paso que da observa en el suelo el rostro de la mujer convulsionando del dolor y del pánico, y en un instante se pregunta qué es lo que hay en la oscuridad, que es ese ser o sustancia omnipresente que habita en ella y que le acecha a cada segundo, y por el cual tiene siempre que estar dentro de un constante foco luz para que ni un solo centímetro de ella toque su ser.

Con el pasar del tiempo y la constante supervivencia diaria, al igual que la costumbre, habían hecho que la oscuridad en todo momento se percibiera como algo normal, como si fuera una situación más de la cual todo ser humano tiene que evitar si quiere vivir, es decir, evitarla forma parte del catalogo de los menesteres que todo ser viviente necesita para su vida diaria, tales como protegerse del medio ambiente, de la delincuencia, de los animales salvajes, -si se vive en un entorno totalmente rural- al igual que buscar alimento, vestimenta, etc. Pero para David, en ese corto instante de lucidez mental, tal oscuridad no se podía percibir como algo normal partiendo simplemente del sencillo argumento de que es imposible que a las 3 de la tarde todo esté más oscuro que una noche de novilunio, y que aún cuando el reloj marque horas de la noche, tampoco la luna en ningún momento es visible en el firmamento.

2 años han pasado desde aquel funesto día en el que el sol y la luna murieron, y ninguna de las personas que habitan en la ciudad de Santa Lucia han podido conseguir una respuesta razonable para aquel suceso, aun cuando pareciera de toda ellas hubieran sido transportadas a una dimensión paralela en donde el espacio y el tiempo es el mismo, siendo el contexto trágicamente diferente, como si el demonio hubiera inaugurado una sucursal infernal en aquel desdichado sitio, y peor aún nadie puede escapar de esa realidad alterna.