Recientemente compartí una fotografía lanzando un frisbee, y en ella recibí un comentario de @don.quijote donde mencionó que “lo importante es hacer aquello que nos haga felices”, a lo que respondí que sí, hacer lo que nos apasiona es parte del método para ser feliz; y básicamente ése comentario me motivó a redactar este post.  

Hace unos días también leí una publicación de @resiliencia, llamada “¿Qué es la felicidad?”, donde principalmente explica que para él “no existe la felicidad sin progreso”; y analizando el contenido le comenté que en toda mi vida no he conocido a muchas personas que me digan convencidas que son felices; pero yo sí, convencida expresó que soy una afortunada, lo tengo todo para ser feliz y no me refiero a nada material.  

Cuando hablo de que me reconozco como un ser que vive en felicidad plena eso incluye las situaciones adversas de la vida, o las carencias tanto físicas como espirituales que pueda presentar, ahora ustedes se preguntarán "¿cómo se puede ser feliz así?" pues ¡Es fácil! "el progreso definitivamente en un requisito indispensable", el progreso es avanzar, y cada vez que avanzamos hacia lo que deseamos encontramos la felicidad ¿o no?

Yo creo que la felicidad más que un estado, es actitud, es la manera de percibir las cosas. La gente infeliz lo es por elección, porque siempre habrán oportunidades para "progresar", somos nosotros quienes decidimos si quedarnos estancados en el lamento o vivir con la satisfacción de llegar a donde deseamos.

¡Haz lo que amas!

Hacer lo que nos apasiona es elementalmente lo que nos acerca a la felicidad, y digo que “nos acerca” porque no se trata sólo de ello, la actitud, como ya mencioné, es la clave que complementa el método; y estos dos fusionados con un estado coherente de conciencia.

Propongo algo: intenta hacer hoy aquello que te guste, organízate y dedícale tiempo, coloca toda tu energía en ello. Sea lo que sea, al culminar tal actividad pregúntate cómo te sientes, y por favor, luego cuéntame si conseguiste satisfacción.

¿Te hizo sentir genial? ¡Repítelo! quizás después de intentarlo la primera vez quieras realizarlo una segunda, y probablemente te des cuenta que con el tiempo le has hecho mucho más espacio, y que posiblemente ahora hasta tengas proyectos basados en ello; y aquí es donde comienza a jugar el proceso, y debemos aplicar un estado de conciencia coherente donde comprendamos que "ningún camino fácil lleva a un sitio que valga la pena".

No quiero pintarles un cielo gris, sólo quiero que comprendamos que sin las adversidades que implica el progreso, dejaríamos de sentir satisfacción si obtenemos los mismos logros una y otra vez.

Pictoline compartió hace algún tiempo esta ilustración donde habla sobre la adaptación hedónica, la capacidad que tiene el ser humano para adaptarse a las situaciones, buenas o malas, que se le presenten en la vida. El punto es que necesitamos esos "cambios constantes" sean buenos o malos, para conseguir satisfacción, o lo que yo llamaría "felicidad".