Llegó la navidad, llegó diciembre, así que a preparar el pan de jamón, las hallacas, la ensalada de gallina, la torta navideña y los dulces.Por supuesto, no puede faltar el ponche crema.

Dentro de las tradiciones navideñas, la más popular y la de mayor arraigo es la hallaca, puede haber una cena navideña sin la hallaca?, Pues claro que no.

Las hallacas tienen algunos ingredientes muy particulares de acuerdo a la zona, en occidente, en el zulia, la tradicional hallaca de gallina, de carne, puerco o mixtas con sus alcaparras, aceitunas, pasitas y sus toques de especias que las hacen muy particulares. En Oriente las hacen con ese sabor tan propio de la zona, no sé que les ponen pero son geniales, en el centro le echan huevo, zanahoria y en los andes le agregan caraotas (cabe destacar que esta información es general y no es una camisa de fuerza ya que, en esas zonas, hay familias que las hacen distintas.

Ahora bien, en cuanto a los ingredientes de las hallacas, yo no tengo ninguna objeción, ya que de acuerdo a las tradiciones familiares y a las regiones, cada quien las hace a su manera, pero... cuando veo que le echan mayonesa o salsa de tomate a las hallacas por encima... Dios, a dónde queda el sabor de la misma?, esto no es un pastelito o una empanada que la bañan en salsa para que sepa mejor.

Una vez llevé a un amigo a casa y mi abuela nos llamó para cenar, como es tradición en mi familia estabamos todos en la mesa con las manos bien lavadas y disfrutando de la comida, nos pusieron hallacas ya que habían muchas, y de pronto mi amigo viene y pregunta por la salsa de tomate y la mayonesa, cuando se la pasamos y vimos que le echó encima una capa de ambas a la hallaca, todos quedamos mudos, era la primera vez que veíamos eso, y la cara de mi mamá y de mi abuela no fue nada normal... jajajaja.

Mi abuela no se aguantó y le dijo que con tanta salsa no iba a percibir los sabores de la hallaca, el amablemente le respondió, que siempre las come así, y mi abuela le invitó a que probara una sin salsa, y mientras se la servía, le decía, las horas que se pasan buscando los ingredientes, luego preparándolas y cocinándolas, además de todo el cariño con el que se hacen, cuidando que la mezcla de ingredientes sea la combinación perfecta para que no le falte ni le sobre nada, es lo que hace especial a sus hallacas, todos quedamos sumamente conmovidos y en absoluto silencio, y mi amigo se disculpó y se comió las hallacas sin salsa, por primera vez, y dijo, realmente saben mejor sin salsas, no sabía de lo que me perdía.