Llegó diciembre!!! Eso es lo que sabemos cuando vemos a la abuela llegar con los ingredientes para hacer las hallacas, todos se alborotan, todo es alegría, risas, ajetreos, compras, regalos, adornos.

Recuerdo la primera vez que ayude con las hallacas, como casi todos, empecé amarrando, lo cual, la primera vez fue desastroso, jajajaja, recuerdo las 3 o 4 primeras, parecían unas cosas raras menos una hallaca tradicional, de hecho, dos se abrieron mientras se cocinaban... y como se pueden imaginar, fue un desastre, a lo cual mi abuela simplemente se sonrió, y me dijo que estaba mejorando, que pronto sería el amarrador oficial de las hallacas.

Mi abuela siempre tuvo mucha paciencia con todos nosotros, a cada uno nos daba una tarea, Janeth cortaba las verduras y trabajaba el onoto, Patricia cortaba el bijao, mientras la abuela preparaba el caldo con la gallina, Carolina preparaba la masa, yo cortaba las aceitunas y alcaparras (a veces me comía una o dos aceitunas), Brenda atendía que cada uno tuviese los materiles que necesitaba y que nuestras tazas tuvieran refresco, cerveza o vino según cada quien.

La abuela vigilaba todo el proceso, pero como ella nos decía, "Uno solo se encarga del guiso", ese es el secreto, yo nunca entendí el por qué, ella decía que si dos o más personas metían las manos en el guiso de la hallaca, éste se dañaría, igualmente, las cucharas que se usaran para probar, se tenían que lavar inmediatamente, no se podían volver a meter en el guiso para no dañarlo.

Una vez armadas las hallacas, se metían en una gran olla con agua hirviendo, y ahí se cocinaban, esperábamos a que estuvieran listas y luego de sacarlas, las colocábamos sobre una mesa grande, una al lado de la otra hasta que se enfriaran, las contábamos, 1,2,3...25,26,27... 58, 59, 60... 95, 96, 97... siempre se hacían más de 100 hallacas, se calculaban de a dos por persona para la cena del 23 y la del 31, además, siempre se preparaban las adicionales por si acaso algún invitado de último minuto y para los que luego les gustaba desayunar hallacas el 25 o el 1ero.

A pesar de que los años sigan pasando, la tradición continúa, en familia, nos reunimos en cada navidad para seguir preparando nuestras tradicionales hallacas de gallina.