Hoy quiero hablarles de la imprudencia, en algún momento todos hemos hablado de más de algo en particular o sencillamente de alguien, quizás de manera empírica; sin embargo debemos saber que hay cosas que simplemente no podemos decir o saber a quién se la decimos.

Sin tener intención aveces podemos herir sentimientos por decir algo fuera de contexto o en el lugar menos indicado. Siempre existirá alguien que mal interprete tus palabras.

Somos seres humanos y tenemos una sencibilidad bastante particular, nos ofendemos fácilmente y lamentablemente no podemos recoger lo que está derramado; es decir si decimos algo difícilmente podemos corregir lo dicho y menos si es mal visto por alguien más.

Todos tendemos a tergiversar las cosas ya sea a nuestras conveniencia o simplemente para hacer sentir mal a alguien. Naturalmente somos maquiavélico y por ese simple hecho asumimos que cualquier comentario está dirigido hacía nosotros y ponemos una barrera de autoprotección.

En ocasiones las cosas no son dirigidas a uno, sin embargo lo tomamos así y eso causa molestia e incomodidad hasta el punto que podemos reaccionar mal.

En fin antes de decir las cosas ya se por un acto o acerca de alguien debemos pensar eso no lastimara alguien más, esto que diré me ocacionara problemas a largo plazo, en otras palabras seamos prudente y pensemos bien antes de actuar o hablar.

Me despido con una frase q me decían en un trabajo hace años.