CONCURSO “ESTAMPAS DE VILLA DE CURA” (TRANSGENÉRICO: TEXTO, FOTO, PINTURA O DIBUJO)

in #villadecura6 years ago

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DON MANUEL LUNA

ARTESANO, MÚSICO Y DEPORTISTA



NOTA: Este post no es válido para la premiación ya que estaré colaborando como uno de los tres jurados del concurso.

Nuestro núcleo “Las Tablitas” es un asiento pequeño fundado a las faldas de la alta colina “El Vigía” de Villa de Cura, situada en la parte sureste de la ciudad. Una comunidad reconocida siempre como de gente muy laboriosa, sobre todo cuna de deportistas, poetas, músicos, artesanos. De hombres y mujeres que saben fabricar muy bien la famosa y criollísima alpargata villacurana; gozaba de mucha fama este calzado de uso diario por allá a mediados del siglo pasado. Tanto en los estados llaneros como en la región centro occidental de Venezuela era muy cotizado. Un oficio tan viejo como la misma barriada.

Del sector Las Tablitas han salido destacadísimos jugadores de pelota, managers, árbitros y dirigentes del beisbol aficionado, igualmente músicos, pasan de generación a generación en todo el conglomerado. Un ejemplo se tiene al hacer mención del músico don Manuel Luna, que siempre fue un incansable trabajador, estuvo vinculado a la práctica deportiva en Villa de Cura. Primeramente como jugador y posteriormente sirviendo de manager.

MANUEL LUNA, para quien lo no recuerde, es el homónimo de un excelso músico de arpa y compositor apureño, nativo de San Rafael de Atamaica, municipio San Fernando, a quien se le acredita la música de la canción “Sentimiento Apureño”.

Pero este MANUEL LUNA, a quien me propongo homenajear fue igualmente un hombre que aprendió lo bello de la música, nacido en Villa de Cura el 20 de febrero de 1915. Desde que era un niño estas calles empedradas sintieron sus raudos y diligentes pasos. Fue un hombre muy amigable, querido y respetado por todos. Es un reconocimiento no solo al artesano, músico y deportista, también al buen padre de familia que fue toda su vida.

En esta oportunidad lo quiero fijar en la crónica por haberlo conocido personalmente, trabajador, deportista cabal, un individuo de valores cristianos. Trigueño, pequeño de tamaño, serio, se dejaba crecer un bigote cortico si cabe la comparación como el de Charles Chaplin. La ciudad Villa de Cura, capital del municipio Zamora fue su hogar de siempre; habitó con su familia una casa grande de esquina al final de la calle Páez oeste, en todo el cruce con la calle Bolívar y Villegas, en los linderos del barrio Las Tablitas.

Don Manuel Luna tuvo el privilegio de conciliar en la vida tres importantes vertientes que le identificaron, entre las prioridades de su vida diaria fue artesano de la alpargatería, ejerció de la mejor manera el arte musical y fue un deportista cabal a medio tiempo, jugando y enseñando a jugar a las generaciones que le seguían.

A lo largo de su existencia, le dio impulso y vida a la pequeña industria de la alpargatería en Villa de Cura. Pero su principal objetivo en su vida fue crear y levantar una familia numerosa apoyada en su accionar de trabajo. Tuvo su propio taller de fabricación de alpargatas en un espacio de un caserón de techumbre de tejas, al que casi nunca le daba tregua. Muchos de los que trabajaron con él, fueron gente que se le acercó de La Villa o de afuera del lugar, algunos se detenían, otros seguían su camino.

Quise recordarlo en este artículo y aprovecho para manifestar que hoy en día ya van quedando pocos alpargateros en La Villa. Los amigos más queridos ya se marcharon al infinito, y otros se retiraron del oficio. Debo recordar que don Manuel Luna estuvo lleno de muchas cosas en esta profesión, su nombre quedó grabado entre los impulsadores en Villa de Cura del primer “Sindicado de Trabajadores de la Suela”.

Su trabajo de coser y confeccionar alpargatas le dio muchas satisfacciones, pero también debía apartar un poco de tiempo para otros menesteres, siendo uno de los más relevantes el arte musical, en el cual fue objeto de diversas distinciones. Como es por todos sabido aprendió a ejecutar muy bien el contrabajo, y no solo eso, tocaba genialmente el bombardino, un instrumento de viento metal con sonido de trueno pero ameno a la vez. Fue por espacio de 43 años bombardinista de La Banda del Estado Guárico, hasta obtener su jubilación, los últimos años bajo la batuta del trompetista y director de orquesta Germán Cordero Padrón. Muchas veces lo vimos llegar a la calle Páez vestido de exquisito uniforme de gala de la Banda de San Juan de los Morros.

Don Manuel Luna formó parte como contrabajista de una orquesta grande que reunió el educador, violinista y director de bandas Víctor Ángel Hernández, que llevó por nombre “Juan José Landaeta”, una popular agrupación musical de una larga tradición en Villa de Cura, muy de moda en las décadas del 50-60. Amenizaba fiestas y bailes trascendentes en la ciudad.

Como bien lo recuerda el historiador Oldman Botello, Víctor Ángel Hernández fue maestro de primaria de Manuel Luna en los salones de la escuela “Arístides Rojas”, y fuera del aula de clases su orientador y profesor musical. Había fechas en que don Manuel apartaba tiempo para escaparse junto con los mismos músicos de la orquesta a “matar tigritos” en retretas, paseos de fiestas patronales y religiosas de pueblos, para mitigar un poco la estrechez económica.

Hubo una época en que las tardes se dedicaba a la práctica de beisbol que fue su gran afición, comenzó a jugar pelota sabanera, posteriormente vistió su primer uniforme defendiendo a un team fundado en los años cincuenta, que reunía al gremio de los alpargateros en La Villa, el cual fue como un ícono en la comunidad de Las Tablitas, se denominó: “Sindicato de Trabajadores de la Suela BBC”, recuerdo que lo dirigía en el terreno José Arnaldo González, el popular “Perdigón”, después, Luna fue su asistente en primera y tercera base como coach.

Lo demás fue aprenderse todos los secretos del beisbol, lo que le permitió formarse como manager de equipos que figuraron en el barrio Las Tablitas. Fue manager del siempre recordado y celebre equipo “Comercio”, que tenía como sede el barrio Las Tablitas, de grata memoria. Fue tanto su afición por el beisbol que se integró como umpire de home, árbitro de importantes encuentros que realizaba el equipo Ayacucho Stars BBC (segunda edición) en el viejo terreno de La Aduana. En todo el frente de lo que es hoy el Centro Comercial Villa Hermosa.

Era yo un muchacho aquel tiempo cuando entusiasmado observaba su menuda figura ofreciendo entrenamiento a los jóvenes en el propio terreno de juego; inquieto, fogoso, moviendo en las manos un batecito de fondeo proporcionando prácticas en el recién inaugurado estadio Ramón María Acosta, dando batazos a los outfielder y a jugadores del cuadro interior.

Me narró un viejo amigo de nombre Julián Rojas, hoy con 84 años encima, a modo de anécdota, que cuando se le escapaba un rolin o un flay a cualquier jugador, o hacia un error; enseguida reaccionaba con autoridad, abriendo los dos brazos en alto: “chiquito…agárrala aunque que sea con los dientes”.

El patriarca fue guía de una gran familia. Su nombre completo era Manuel Jesús Luna Rodríguez. Se casa con la villacurana Leonor Bolívar, un ser de su misma fibra proveniente de un núcleo familiar humilde, honrado y trabajador del sector La Represa de Villa de Cura. Procrearon varios hijos: Carmen Josefina, María Dominga, Jesús María, Vicente Emilio, Ana Belén, Manuel Jesús, Trina Margarita y Gilda María. Fue su hija también la profesora jubilada Julieta Sambrano de Cartaya.

Entre los Luna se encuentra una dinastía de fama que se destacó en el beisbol aragüeno. Me estoy refiriendo a los hermanos Vicente Emilio, Manuel Jesús y Jesús María que comenzaron y transitaron el beisbol menor, llegaron a jugar en la máxima categoría de pelota amateur (doble A) y dejaron una huella en la historia del beisbol aragüeño.

Don Manuel Luna asumió con mucha alegría y satisfacción el hecho de que su hijo Jesús María Luna tuvo una buena carrera beisbolìstica -fallecido a mala hora el 18-09-83-desde temprana edad fue destacado jugador en la organización Criollitos de Venezuela, por su gran potencialidad al bate y ser una excepcional mascota detrás del home. El muchacho fue un verdadero prospecto, hasta el punto que fue tentado para que firmara para la organización Navegantes del Magallanes, de la Liga de Beisbol Profesional de Venezuela, objetivo que no logro alcanzar.

Entre otras cosas, fue una figura elemental en la selección junior del estado Aragua, perteneciente a la Corporación Criollitos de Venezuela, el cual se titula campeón nacional en 1966 en la ciudad de Punta Cardón, estado Falcón. Dio nombre a una escuela de beisbol menor fundada hace años en Villa de Cura, su ciudad natal, cuya camiseta lleva el nombre glorioso de “Jesús María Luna”.

El veterano patriarca Manuel Luna tras haber vivido 83 años significativamente, envejeció y se enfermó al lado de su profesión de alpargatero, sin olvidar la música... La rutina, el cansancio y la enfermedad fueron haciendo cansino su cuerpo y disminuyendo el límite de su utilidad laboral. Falleció el 31-03-98. Sus restos reposan en el viejo camposanto de la calle Comercio de Villa de Cura.

La Villa de San Luis, 23 de mayo de 2018

Nota: Fueron muchas personas en la calle que me ayudaron con su información a recorrer estas líneas, en especial su hija Ana Belén, entrevistada en su domicilio de Las Tablitas en Villa de Cura, a todos deseo expresar mi gratitud.

Participa en este concurso transgenérico siguiendo las bases que se encuentran en el siguiente enlace:https://steemit.com/villadecura/@rayuela2/concurso-estampas-de-villa-de-cura-transgenerico-texto-foto-pintura-o-dibujo

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