LA LOCURA SER O NO SER
Estoy sentado en la plaza central del pueblo, personas en un incansable ir y venir, unos van sudorosos, otros perfumados, unos con angustia en sus ojos, otros mirando al cielo muestras presurosos caminan, caminan y caminan, es la selva de cristal y cemento, puedo escuchar sus pensamientos, unos dicen Que van a comer mis hijos?, Voy a llegar tarde al trabajo que me esclaviza, dice otro…el chinito de la esquina, sale a fumar, quizás recordando a su tierra y evocando estar allá…voces y mas voces, alegrías y llantos, emociones y deseos, expectativas y realidades, una jungla de locos, en un gran manicomio; Allí me detengo y digo SOY UN LOCO MAS, lo afirmo primero y luego lo pregunto…trato de escucharme, robarle a la multitud mi derecho a escucharme…por que será que nadie quiere escuchar y todos ser escuchados?.
ESTAR
Al caer la tarde vuelve el murmullo, otra vez la jungla se mueve, el salvaje y el cuerdo se encuentran en caras van y caras vienen, ya el murmullo se oye cansado, agotado, preocupado quizás por lo que le espera en un día que no termina de morir…locos locos locos, quizas todos estamos locos, quizás todos somos cuerdos, pero como distinguir en lo cuerdo y lo loco, habría que sentarse a escuchar en la plaza del pueblo.
Gracias por leer y apoyar
Richard Monteverde
venezuela