Mantener tu cerebro en forma
Practicar buenos hábitos alimenticios.
Ser breve o superar nuestra rutina de comer también tiene su repercusión en el aparato sensible de la mente. Una rutina de comer baja en glucosa, alta en fibra, medidas directas de grasa y proteína, se descompone más gradualmente en el cuerpo que los nutrientes con un archivo de alto índice glucémico, por ejemplo, postres, macarrones o avena azucarada.
Ver la rutina de comer
Darnos un número excesivo de impulsos puede hacer que nuestra mente retroceda y, a la larga, provocar un impedimento de su actividad. Además, es obvio que no muchas calorías pueden influir en el trabajo mental.
Lidiar con tu cuerpo
Los males que podemos mantener a una distancia estratégica de, por ejemplo, la diabetes tipo II, la rigidez y la hipertensión, y además nuestra mente, estas patologías se han relacionado con un peligro de debilitamiento psicológico y deterioro de la memoria.
Descansa profundamente
Cuando descansamos y soñamos, los recuerdos se filtraron: unos pocos jóvenes eliminados y otros se fusionaron y guardaron. Cuando no descansamos las horas correctas, las proteínas se acumulan en las conexiones neuronales.
simplemente relajarse
La presión no es segura para la mente, ya que influye en el hipocampo y en los diferentes territorios del cerebro asociados con la memoria.