Steemzuela Ventest Week 16 and Winner Announcement| Pactos con el diablo.

Hasta dónde puede llegar nuestra ignorancia en cuanto a querer tener de todo y para todo. Desde pequeños siempre nos enseña nuestro entorno que debemos ser humildes, sin vanidad, no envidiar lo ajeno.. bueno a algunos. Cuando queramos tener algo debemos trabajar para alcanzar nuestros objetivos y metas. A pesar que vamos a dejar plasmadas por estos espacios leyendas, quizá mito esto que a continuación voy a relatar no crean que es mi imaginación. Muchos hombres parece que vencieron tanto el miedo que se les ocurre hacer pactos con el señor embaucador, ese que te puede hacer ver lo mas feo en algo maravilloso. Esos hombres que por riqueza en el corazón colocaron una gran roca. Son capaces de pactar con el señor de la tinieblas para pedirle riquezas a cambio de sus vidas.

Tienen habilidad para poder dormir tranquilos mientras sea por dinero y dar los mas preciado para el ser humano..su dignidad.

Comencemos con dar el nombre de este señor Justino Díaz, nacido en 1890, venezolano apureño, seguro conocidos por muchos como el vecino sin miedo, vivía en la jurisdicción del Distrito Páez.

Siendo una niña escuchaba a vecinos que se reunían en torno a una fogata, la misma historia parece que a muchos se les venía a la mente poder tener la valentía de ese hombre que pudo conseguir mucho dinero con sus pactos con el diablo. Manuel Felipe Aguirre, peón de la sabana de las propiedades de Justinos Díaz era el que más hacía hincapié en la historia de como Justino Díaz realizaba pactos con el príncipe de las tinieblas.

Venciendo el miedo por la abrumadora pobreza una día se alejó a un paraje solitario, empezó a llamar al diablo y con asombro a la tercera vez vio que hacía él venía un hombre muy extraño galopando en un brioso caballo negro y de porte rígido, al momento que desmontaba sonriente le hacía la reverencia despojándose de su lujoso sombrero, con mucha amabilidad lo miraba por encima de la frente, a pesar que se percató de sus cuernos, inmediatamente preguntaba cuál es el trato, a lo que respondió el hombre, muy firme dijo quiero darle con los pies a mi pobreza.

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Luego de intercambiar palabras fueron concedidas sabanas y mas sabanas, miles de reses, caballos y todo lo que nos podamos imaginar. Pidió a cambio la vida de este hombre, y aceptó. Su vida pertenecería a la legión de las tiniebla.

El hombre de fina estampa propuso al nuevo heredero del hato; toda yegua será heredera del pacto por lo tanto sus crías serán negras como la noche. Aquella que por don natural, su cría desobedezca el color negro será quemada viva con su cría. En cambio los potrones negros serán el producto del pacto y recorrerán sin sillas y sin bozal las miles de leguas de sabanas marcadas el día del trato.

Seguía el príncipe de las tinieblas delimitando su trato. Daré 500 gatos negros serán huéspedes en el hato y lanzarán miles de aullidos cuando algo no funciones de lo acordado, igual que los toros padrotes.

Todo iba bien al compás de la dicha y la felicidad por muchos años. Los hijos y señores de grandes riquezas, producto de las altas ventas de ganado.

Todo lo mal habido tiene su drama y desenlace fatal e inesperado. Nace en el hogar de este hombre ambicioso un hijo que llamó Viernes Santo para librarlo del pacto y quien sería el auténtico heredero y nuevo dueño. Todo comenzó por suscitar discordia entre los socios y pues los gatos comenzaron a lanzar su horrible concierto de maullidos avisando a cachuo de las tinieblas, los caballos potrones golpeaban con sus patas sin parar los paraderos y corralejas.

Rayos centellas truenos y la tempestad bien apretada junto a chubascos azotó aquella noche tenebrosa. El desacuerdo y ruptura se hacía presente, situación que hacía ver a los peones al dueño molesto y nervioso en secretas reuniones con un hombre misterioso,, peones perdían sus vidas por ser derribados de sus monturas por los negros caballos. Los potrones, una noche trataron de matar una yegua que tuvo un parto morocho, dos potros blancos como la nieve, la cual fue salvada por el dueño y el señor del hato.

El niño que contaba con 12 años y llevaba por nombre Viernes Santo pidió a sus padres que no sacrificará a la madre y sus hijos a cambio de la herencia.

El diablo en protesta, esparció rebaños, dio candela a sabanas y muerte a miles de reses, ya estaba advertido que todo esto le pasaría si no cumpliera el trato. Pues Justino Díaz en su desesperación mató a los gatos, corrió los caballos bañó las sabanas con agua bendita haciendo todo lo contrario de lo que había acordado con el señor de las tinieblas. Con desesperación comenzó a marcar las reses y a los caballos los potros hermanos saltaron las talanquera y se perdieron en una nube de polvo. El muchacho viendo a su padre con su angustia promete a su padre volver con todos los caballos reses y hacia se cumplió el gran pacto dar a su único hijo al príncipe de las tinieblas. El muchacho desapareció en una nube de polvo. Su avaricia le hacía gritar : "No regreses Viernes Santo si no traes los caballos".

Salió el diablo los llamó a todos y obedecieron como ovejos mansos, los caballos las reses y hasta los gatos, los peones se santiguaron dijeron ese es el diablo. Si, con voz altanera digan a su patrón que aquí termina el famoso contrato como no cumplió conmigo no le devuelvo al muchacho. Los peones le dijeron al amo: "le mando a decir el socio que aquí le manda este caballo".

Hasta dónde puede llegar la avaricia. Trabajar honradamente y traer el sustento a nuestro hogar con dignidad. Si la pobreza te llega a apretar entrega tu vida, pero no la de los demás.

Gracias a estos espacios y las ideas de @dranuvar y freewritehouse que nos hacen recrear. Invito a todos a participar especialmente al usuario @lecumberre. Hasta nuestra próxima leyenda.
@lisfabian. Biografía de Castor R. Montilla. Cuentos de mis abuelos y parte de mi imaginación.