¡Saludos, steemianos! Ando de vuelta por este maravilloso mundo de Steemit y me he encontrado con un concurso postulado por @acostacazorla en la comunidad #venezolanossteem. Trata sobre una imagen y un cuento (click aquí para ver el post del concurso).

Acá les dejo mi entrada. ¡Que la disfruten!

Guardianes al alba

El silencio era abrumador cuando Jeshua llegaba a casa. Era un joven enfermizo que se había vuelto una gran carga para sus familiares, según su madre era una esponja para todo lo malo. Su permanencia en casa era preocupante para sus familiares y agonizadora para él.

-¿Hasta cuándo vivirás enfermo?- repetían una y otra vez durante el día y la noche.

Un día llegaron a su habitación un perro y un gato a los cuales llamó Zanderýn y Agatha Horus, convirtiéndose en las mascotas fieles de Jeshua. Algo extraño pasaba cada vez que se le acercaban. Zanderýn absorbía toda la tristeza de su joven amo solo con lamer sus manos. Le causaba seguridad y esperanza. Por otra parte Agatha Horus solo se recostaba en sus enflaquecidas piernas ronroneando una y otra vez causando el alivio de toda fiebre y malestar corporal en Joshua.

En el alba de 24 de junio un repique de tambor despertó al joven. La alegría se apoderaba. A las afueras de su habitación se escuchaba la interrogante diaria ¿Hasta cuándo vivirás enfermo? Sin saber que este bailaba en su habitación como si nunca hubiese enfermado antes. Sale de allí gritando repetidamente a los cuatro vientos “¡ZANDERÝN! ¡AGATHA HORUS!”. Todos lo miraron con asombro al ver su postura tan sana.

-¿Quiénes son esos a quienes llamas?- preguntó su madre.
-Mi perro Zanderýn y mi gato Agatha Horus, madre. ¿No los has visto por aquí?- respondió Jeshua.
-Pero si nunca hemos tenido animales en casa. Solo esas ratas haciendo desastres.
-¡Cómo? Nadie los ha visto todo este tiempo.- dijo para consigo mismo el joven.

Mientras volvía la mirada al esplendido amanecer que le iluminaba. Allí quedó alegre por poder correr, bailar, saltar, ¡VIVIR! Pensando el cómo sus mascotas y únicos amigos culminaron siendo unos guardianes sanadores que nadie más que él podía ver y ya se habían esfumado sin dejar rastros ni la oportunidad de un abrazo de gratitud y amor.

FIN