Interesante reflexión. Sobre todo porque es algo recurrente. Iniciar y no culminar. De las leyes universales (al menos de las que conozco), la que más nombro es la ley del ritmo. Todo pasa a la velocidad que cada ser puede cumplir. Lo que resalta es el comentario de la motivación, si esta es fuerte, difícilmente se disuelva la intensión en el tiempo. Pero somos tan soñadores y queremos tanto, que en el temor generalizado de que hay poco tiempo, vamos abandonado e iniciando proyectos, reflejo de las ansias que vienen de la falta de sincronización entre el núcleo espiritual y superficialidad del individuo. Como sea el inicio ya es bastante y al final, lo que va a ser será; quedando de nuestra parte esforzarnos con fe, entusiasmo y cariño. Gracias por compartir tu reflexión. De ahora en adelante te seguiré. Exito y felicidad para ti.