¿Volverá a repetirse la historia en Venezuela?
Como el gorrión en su vagar y como la golondrina en su vuelo, así nunca la maldición vendrá sin causa.
Proverbios.
Esto quiere decir, que todo tiene un origen, una causa, una razón, nada ocurre por casualidad o suerte, todo tiene un ¿por qué?. Tanto lo bueno, como lo malo que sucede.
Para el que solo admite que el deslave en los Estados Vargas, Miranda, y la Gran Caracas, fue solo un hecho atmosférico y de la naturaleza, debo recordarle que, varios años y meses antes de la tragedia, hubo un auge de la práctica pagana de la santería, culto a deidades, que Dios aborrece.
Bailes, orgías, borracheras, disensiones, celos, envidias, placeres, y consumo de alcohol, era lo que predominaba en días previos a los sucesos, tristemente recordados.
Hoy día, casi 20 años después, la nación venezolana no ha aprendido la lección. Se repite nuevamente la historia, pero en esta ocasión, con mayor furor, y a nivel nacional.
Al parecer, el no haberse enseñado la Palabra de Dios y a temer a Dios, ha dado sus frutos.
En el presente, muchos son los que huyen del país, por temor a la crisis económica, política y social de Venezuela.
Un sector que no ha emigrado, es el de algunos empresarios y pequeños comerciantes, en el día de hoy, hacen grandes gastos económicos, en rendir culto a los demonios (1ra. Corintios 10:20). Algo, que seguramente traerá consecuencias similares, a las ya mencionadas en los Estados Vargas, Miranda y la Gran Caracas, el 14 de diciembre de 1999.
Pero existe también un remanente pequeño de hombres y mujeres fieles a Dios, que sin cesar hacen oración al Dios del cielo, para que tenga misericordia de Venezuela y de los venezolanos. Esto es, lo que ha permitido, que gocemos de cierta calma, y prosperidad en Venezuela.
Debemos recordar que una pequeña represa, no puede contener por mucho tiempo un gran caudal de agua (pecado, maldad, injusticia), que se ha multiplicado y ha originado la crisis espiritual (fe), que sufre Venezuela y gran parte del mundo. Estamos a tiempo de unirnos a la pequeña represa, por llamarlo de algún nombre (gente de fe y obediencia), o seguir indiferentes a los hechos de nuestro país, pensando que no sufriremos las consecuencias de males mayores.
Por un lado, un sector de la gente de fe, en breve tiempo disfrutará de un gran avivamiento espiritual y económico, pero otro sector del pueblo, sufrirá terriblemente este tiempo final y postrero. Por no haberse apercibido, y aunque como 5 de las vírgenes, tengan sus lámparas encendidas, al faltarles el "Aceite", perderán lo más preciado.
Concluyo el presente tema con las Escrituras en Hechos 17:16
"Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría".
2da. Crónicas 7:14 "Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado, y se arrepintieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra".
Dios ha cumplido su Palabra siempre. Regiones como Almolonga en Quetzaltenango, Guatemala, Calí en Colombia, o Nigeria, en Africa y muchos otros lugares pueden dar testimonio de esta realidad.
Venezuela, si puede salir de la crisis, si obedecemos a Dios, y nos comprometemos con El y su Palabra en el día de Hoy.